«Con los clientes cada vez más conectados, se ha vuelto esencial darles visibilidad con respecto a su envío haciendo seguimiento en tiempo real, con ubicación geográfica y notificaciones relevantes enviadas a través de correos electrónicos y mensajes de texto.»
Con el crecimiento acelerado del comercio electrónico, impulsado por la nueva normalidad que ha generado la pandemia de la COVID-19, las empresas han debido adaptar sus modelos de negocio para cumplir con la demanda. Aún, a pesar del levantamiento de las restricciones, el e-commerce llevó a que una cantidad considerable de personas experimentaran con nuevas formas de consumo y ahora el comprar en línea hace parte de sus hábitos. Esta es la razón por la que las cifras aún se mantienen a pesar de que ahora hay más opciones.
De acuerdo con un estudio de Beetrack, durante la segunda semana de septiembre, después de que se levantaran parcialmente las restricciones en el país, los despachos de producto a consumidor final disminuyeron cerca de un 6% vs. la semana inmediatamente anterior, sin embargo, comenzaron a estabilizarse llegando incluso a registrar un pico de crecimiento de alrededor del 43% en la semana del 28 de septiembre. De igual forma, según proyecciones de BlackSip, se estima que al cierre de este año, el comercio electrónico en Colombia registre un crecimiento aproximado de 29% vs el 2019, el más alto de los últimos 5 años.
Así las cosas, y entendiendo que los productos ahora deben ser entregados puerta a puerta y que esta tendencia difícilmente se revertirá, uno de los aspectos más importantes que deben tener en cuenta, tanto emprendedores como grandes industrias, es su servicio de entregas. Después de recibidas las órdenes, es de vital importancia tener una estrategia para realizar los despachos y esto puede hacerse a través de transportadoras aliadas, para lo cual es necesario establecer protocolos que permitan tener control de horas de recolección, generación de guías etc.
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Para aquellas organizaciones que disponen de flota dedicada, ahora más que nunca, lo recomendable es implementar tecnologías informáticas especializadas en la logística de distribución, que no solo digitalicen el proceso de diseñar una ruta de transporte, sino que además ofrezcan funciones de análisis de trayectos, asignación de rutas o monitorización en tiempo real de los transportistas en ruta. Esto permitirá ahorro de tiempo y recursos, al igual que la satisfacción del cliente final.
Adicionalmente, con los clientes cada vez más conectados, se ha vuelto esencial darles visibilidad con respecto a su envío haciendo seguimiento en tiempo real, con ubicación geográfica y notificaciones relevantes enviadas a través de correos electrónicos y mensajes de texto. Un cliente informado, a pesar de que existan contratiempos, es menos propenso a acudir a canales de servicios al cliente.
De cara al futuro, otro gran avance en cuanto a despachos tiene que ver con vehículos autónomos o no tripulados que desde ya, han dejado de verse como extravagancias del rubro para convertirse en iniciativas que han resultado efectivas para limitar el contacto físico entre repartidores y clientes finales, así como también para acceder y abastecer zonas en las que hay alto riesgo de contagio, como ocurrió en Wuhan, China, y los robot no tripulados de JD.com. Es por esto que se ha iniciado una carrera para incrementar el desarrollo de estos proyectos en distintos países del mundo.
La industria logística tanto en Colombia como en América Latina ha tenido que transformarse al afrontar nuevos retos en este 2020, sin embargo, continuará adaptándose a un nuevo paradigma con cadenas de suministro más complejas controladas por tecnologías que garanticen altos estándares de servicio al cliente pero también medidas de seguridad que respondan a las necesidades cambiantes.
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