«Nos encontramos en un momento histórico en cómo la tecnología y los datos están cambiando el marketing de las audiencias U18.»
Hoy en día, 1 de cada 3 usuarios conectados a internet, tienen menos de 18 años, siendo la audiencia de más rápido crecimiento, en un mercado con regulaciones de privacidad diferentes al mercado adulto.
El 86% de la generación Alpha (quienes nacieron a partir de 2010), tiene a su alcance un smartphone, que les permite acceder a una enorme cantidad de contenidos, algo que hubiera sido impensado años atrás. Los niños y niñas, hoy, pueden aprender, informarse, entretenerse, descubrir sus gustos e intereses, inclusive desarrollar pasiones, carreras y oficios que contribuyan al propósito en sus vidas, solo con el acceso a un dispositivo.
Pero Internet no es gratis, y existen solamente 2 formas de acceder a los contenidos digitales: pagando por ellos a través de compra en apps, juegos, sitios web y/o suscripciones, o bien que la publicidad digital de las marcas lo pague a través de sus inversiones para promocionar sus productos y servicios.
Ahora bien, detrás de esta enorme oportunidad, hay también una gran responsabilidad de toda la industria para que ese acceso sea a través de conexiones seguras para ellos. Internet no fue pensada ni diseñada para menores, por lo tanto, existen distintos riesgos al conectarse, como exponerse a contenidos inadecuados, grooming o espiar a los menores cuando están online.
De todo esto debemos hacernos cargo para que no suceda. Los gobiernos y ONGs, a través de regulaciones y leyes que protejan la privacidad de datos, los creadores de contenido; desarrollando contenidos de calidad adecuados para cada segmento; y compañías del sector, comprendiendo e impulsando las buenas prácticas e invirtiendo en tecnología que garantice experiencias seguras y entretenidas para los niños.
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Nosotros, no imaginamos un mundo donde solo quien pueda pagar pueda desarrollarse. Acceder a la biblioteca más grande de la historia de la humanidad, es una oportunidad única. Sin embargo, esto conlleva riesgos, ya que toda la tecnología publicitaria disponible en el mercado está diseñada para audiencias +18.
Cuando se utilizan soluciones para audiencias adultas para llegar a los U18 (DSP, Demand Side Platforms), 7 de cada 10 dólares invertidos se desperdician, nunca llegando al target y poniendo en riesgo el brand safety y brand suitability de las marcas.
A lo que se suma el riesgo de exponer la marca en contextos inadecuados que no colaboren con el posicionamiento buscado. Trabajar con soluciones kidtech especialmente diseñadas para el segmento, permite revertir esta situación y garantizar que al menos 8 de cada 10 dólares lleguen al público deseado, garantizando los contextos seguros y adecuados para sus marcas.
Sumado al dinero que pueden malgastar las marcas por no trabajar con soluciones kidtech, también pueden exponerse a sanciones y multas, tal como ocurrió durante los últimos años, tanto a anunciantes, como a plataformas y creadores de contenido. También las marcas deben considerar, además del factor económico, el impacto a nivel reputación al que se exponen al no gestionar de manera adecuada sus campañas publicitarias.
En este contexto, nos encontramos en un momento histórico en cómo la tecnología y los datos están cambiando el marketing de las audiencias U18, y es un enorme desafío, para toda la industria, contribuir al desarrollo de una internet más segura, enriquecedora y entretenida para las nuevas generaciones.
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