Hace casi cuatro años creamos nuestra empresa en la ciudad de Arica, al extremo norte de Chile. Arica es una de las ciudades más aisladas y alicaídas de Chile:
- Está a más de dos mil kilómetros de Santiago (donde “todo sucede”), con poca conectividad aérea;
- Tanto el ingreso medio por persona como el nivel de educación están muy por debajo del promedio de Chile (fuente: https://es.datachile.io/geo/arica-y-parinacota-15);
- Su mercado innovador está muy poco desarrollado; su principal actividad económica se basa en el intercambio de mercancías con el sur del Perú y con Bolivia.
Además, nuestra ciudad lleva años enfrentando la fuga de talentos. La mayoría de los buenos técnicos y profesionales se “escapan” para otras ciudades con mejores oportunidades. Nosotros en cambio, decidimos volver desde distintas partes del mundo para tratar de cambiar esta realidad. Sabíamos que más allá de todas las buenas intenciones, si no logramos crear algo escalable, rentable y emocionante, el combustible pronto se agotará.
¿Por qué decidimos fundar una empresa tecnológica en Arica y no tomar la lógica decisión de emprender en una ciudad más próspera, como Santiago, Lima o USA?
Descubrimos que habían empresas muy interesantes con problemas muy específicos que no estaban siendo atendidos por nadie, al ser escenarios tan complejos y remotos. En específico, descubrimos que varias de las semilleras más importantes del mundo tenían sus estaciones experimentales en esta zona; aprovechando el exceso de luz solar y temperatura diaria; pero que al mismo tiempo no podían contar con tecnología de precisión que fuese resiliente al crudo clima desértico. Nos pareció una gran oportunidad… no tan glamourosa como hubiésemos querido, pero que sin duda pondría nuestras capacidades técnicas al límite y que tenía opciones de crecer.
Decidimos enfocarnos en ese escenario específico y comenzar a desarrollar nuestra mejor propuesta. Pronto nos dimos cuenta que si logramos dominar los desiertos extremos, podremos “pivotar” hacia todo lo relacionado con la agricultura del futuro, incluso la agricultura que se tendrá que hacer en las futuras colonias espaciales. Eso nos motiva un montón y estamos trabajando para poder lograrlo. Gracias a estar en una ciudad como Arica, ahora podemos:
- Probar nuevos desarrollos en climas extremos muy rápido y muy barato.
- Acceder a problemas complejos de la gran industria semillera que se repite en otros sitios similares en el mundo.
- Mejorar continuamente considerando los factores climáticos y sociales de un lugar alejado.
Solo por nombrar algunos. Recuerde, en el foco está la clave.