«El enfoque de procesos, considerado uno de los pilares de los Sistemas de Gestión nos permite la transformación organizacional.»
En este mundo moderno en el que nos encontramos inmersos, donde la única constante es el cambio, las empresas enfrentan retos importantes para salir adelante, desde contingencias sanitarias por la pandemia, hasta intermitencias en su cadena de suministro derivadas de la escasez de componentes o simplemente por proveedores que, sin tener un modelo de operación orientado a procesos, no son capaces de cumplir sus tiempos de entrega acordados.
Nunca antes el concepto de resiliencia organizacional había cobrado tanto sentido como hasta ahora. La resiliencia, cuyo concepto abordaremos en un artículo posterior, es fundamental y la clave es tener una cadena de valor en donde el enfoque de procesos es pieza clave.
El enfoque de procesos, considerado uno de los pilares de los Sistemas de Gestión, y también un concepto fundamental para entender a cabalidad la administración moderna, nos permite la transformación organizacional para migrar de una administración tradicional en donde dejamos de operar con departamentos y cambiamos a funciones, por ejemplo: la función comercial, operaciones, soporte; los departamentos se transforman en procesos y donde los puestos ahora se denominan roles.
Es en este contexto que este modelo de operación tiene una característica fundamental y es el sentido de dinamismo y adaptabilidad que tienen los procesos de negocio de las organizaciones. La adaptabilidad, entendida como la capacidad de la organización para reconfigurarse de una manera efectiva a las condiciones cambiantes del mercado y su entorno, para atender de una manera más eficiente a los requerimientos y necesidades de la organización, característica esencial para las organizaciones actuales, misma que no se puede entender sin tener ese enfoque de procesos.
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Pero el enfoque de procesos no es un concepto aislado, sino que es el eslabón que permite identificar las interrelaciones de las diferentes actividades de negocio de la organización, para lograr la entrega efectiva de los productos y servicios que ésta ofrece.
Así entonces, es conveniente mencionar la definición de proceso: “conjunto de actividades mutuamente relacionadas que utilizan las entradas para proporcionar un resultado previsto”.
Si somos capaces de identificar las interrelaciones en nuestra cadena de valor, bajo un enfoque cliente-proveedor, seremos capaces de detectar aquellas restricciones que impiden mejorar sustancialmente la comunicación horizontal y, a través de acciones de mejora, poder acelerar la entrega de productos y servicios.
Debemos recordar que cualquier esfuerzo que emprenda una empresa en busca de la mejora continua, tendrá mejores resultados si la organización se encuentra debidamente estructurada y ordenada. ¿Tu empresa ya utiliza el enfoque de procesos?
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Ojalá todas las empresas realizasen estos esfuerzos