El porque de los seguros:
En términos simples, la razón de ser de un seguro de credito es que, ante la materialización de cualquier siniestro, una persona o empresa tenga la tranquilidad de estar respaldada por una póliza que cubra parcial o totalmente los costos derivados del mismo.
En el universo de los seguros, en lo corrido de este siglo se viene posicionando en Colombia el seguro de crédito, que es una solución concebida para respaldar la gestión de cartera de las empresas.
Pero no solo cubre el riesgo de impago de los clientes, sino que también permite conocer su situación financiera, el historial crediticio, la evolución y el desempeño del sector económico del cual hacen parte y otras características que le permiten al asegurado tener la certeza sobre la capacidad de pago de sus compradores para determinar qué tanto crédito les puede conceder y qué tan alto es el riesgo que asume, sea en el país o en el exterior.
En resumen, un seguro de crédito le permite a una empresa conocer mejor a los clientes y tener la tranquilidad de que en caso de retraso o impago, la aseguradora hará la gestión de cobro y, dado el caso, responderá con la indemnización, lo que le ayudará a cuidar la liquidez, maximizar la rentabilidad y finalmente garantizar la sostenibilidad del negocio.
“El seguro de crédito protege a una empresa del riesgo de insolvencia de sus clientes”
Mora prolongada, el mayor riesgo
Sobre el tipo de riesgos más frecuentes a los cuales se exponen las empresas en la gestión de cartera, Alejandro Santa María Caicedo, CEO de Solunion, líder del mercado de seguro de crédito en Colombia, comentó que el 70% de los siniestros que cubre la compañía se relacionan con la mora prolongada; es decir, con el atraso en los pagos superior a 180 días.
“Realmente hay que evaluar financieramente la liquidez que les puede aportar el seguro de crédito a las empresas y también la metodología para tener una cartera sana”
El otro 30% tiene que ver con la insolvencia, circunstancia a la que llegan decenas de empresas por diversas razones y que puede causar efectos dañinos en las finanzas de sus proveedores.
Santa María hizo notar que, por ejemplo, cuando cayó el precio del petróleo, hubo extractoras que empezaron a tener problemas de insolvencia y eso ocasionó un efecto dominó porque a su vez los prestadores de servicios y otros proveedores incumplieron sus pagos con negocios como las ferreterías. Y lo mismo sucede cuando grandes empresas de la construcción entran en dificultades y afectan la liquidez en la cadena de abastecimiento.
Por ejemplo, en Conalvías, empresa que a finales de 2015 se acogió a la Ley 1116 (de insolvencia) y en mayo de 2016 firmó el acuerdo para pagar unas 4.000 acreencias por valor aproximado a $1.2 billones.
Lo dramático es que menos del 1% de esas obligaciones estaba amparado con un seguro de crédito, lo que implicará para la mayoría de los acreedores una larga espera para recuperar los recursos. En ese caso, solo las acreencias laborables, fiscales y parafiscales quedarán saldadas entre los años 2016 y 2017. Las demás, correspondientes al 90%, Conalvías las pagará entre 2019 y 2031.
“En los últimos tres años, los pasivos vinculados a procesos de reorganización empresarial en Colombia se aproximaron a $3 billones”
Aunque se trata de la más grande reorganización que avaló la Superintendencia de Sociedades, las características no distan de la generalidad de los acuerdos de pago en cuanto a tiempos: Katerine González Córdoba, jefe de siniestros y recuperaciones de Solunion, recordó que el período de pago generalmente promedia entre ocho y 12 años. Además, subrayó, las compañías que ingresan a la Ley 1116 vinculan a los acuerdos de pago un período de gracia que va de dos a tres años, “lo que implica que nuestros clientes quedan con su cartera provisionada y sin gestión mínimo por ese período”.
Según la Superintendencia de Sociedades, durante los 10 años de vigencia de la Ley 1116 se han acogido 1.620 sociedades. Las estadísticas indican que el 14.4% de los procesos de reorganización concluye en liquidación, lo que retrasa y complica aún más las posibilidades de cobro de una obligación.
Mejor el Seguro que una Provisión
La adopción de las Normas Internacionales de Información Financiera -NIIF-, establecida mediante la Ley 1314 de 2009, plantea un escenario propicio para que las empresas incorporen en su modelo de gestión de la cartera el seguro de crédito como mecanismo de protección.
Henry González, director administrativo y financiero de Solunion, explicó que antes de las NIIF las empresas simplemente hacían provisiones de cartera, con todo lo que ello implicaba en el estado de resultados. Pero hoy, pueden reducir el impacto tomando el seguro de crédito.
El directivo explicó que “el seguro de crédito es parte de la evaluación propia del negocio para disminuir los impactos que se tienen por provisiones que realmente no reflejan la realidad; porque en el caso del seguro, la plata la va a poder recuperar a través de la póliza. Entonces, cuando tengo una mora, automáticamente ya no tendré que generar una provisión porque estoy cubierto; por lo tanto, no la constituyó porque puedo recuperar los recursos a través de la compañía de seguros”.
González subrayó que, en el pasado, las compañías en Colombia tenían que hacer provisiones sobre cartera, así tuvieran el seguro de crédito. Pero hoy, cada empresa puede construir su modelo e incorporar el seguro, que cuesta menos: el valor puede estar entre el 0,15% y el 0,20% de las ventas.
Pymes, un Reto del Seguro
No obstante, as evidencias, aún en el país es muy baja la penetración del seguro de crédito. El CEO de Solunion, Alejandro Santa María, estima que apenas es del 0.02% del PIB, mientras en otros mercados está entre 1 y 1.5%.
El directivo considera que esto se debe a que quizá los directores financieros evalúan el desempeño de la empresa, ven que no ha tenido siniestralidad y que son pocos los eventos, y por ello no se deciden a tomar el seguro. “Pero realmente hay que evaluar financieramente la liquidez que les puede aportar el seguro de crédito a las empresas y también la metodología para tener una cartera sana”, comentó.
Consultado por los mayores desafíos, señaló que mejorar el aseguramiento de las pymes es uno de esos, ya que es el nicho donde más afectaciones se pueden ver en caso de impagos.
Y sobre el sector más retador se refirió a la construcción, porque tiene la mayor siniestralidad y explicó que al cambiar la forma de contratación del Estado y no tener anticipos, las constructoras tuvieron que poner más capital, buscar financiación y pagar intereses. “Hoy el tiempo corre en contra del contratista y le sale costoso”, sostuvo.
Seguro y Desaceleración Regional
Consultado por los efectos que la desaceleración económica en Latinoamérica, el CEO de Solunion en Colombia hizo notar que el menor ritmo de la dinámica en la región indujo al aumento de las insolvencias.
Y así lo confirma el más reciente estudio que al respecto hizo el equipo económico global de Solunion, según el cual en los últimos cinco años las insolvencias en la región aumentaron en promedio 18%.