A lo largo de la historia la industria ha venido evolucionando con la aparición de nuevas tecnologías digitales, permitiendo mejorar la vinculación y automatización de procesos industriales dentro de las empresas y en toda la cadena productiva, creando una industria inteligente. No obstante, como en cualquier proceso evolutivo, la supervivencia se fundamenta en la capacidad de adaptación al cambio.
Hoy en día, la cuarta revolución industrial o industria 4.0 ha traído consigo grandes cambios y beneficios para los distintos sectores de la sociedad, tecnologías avanzadas e inteligentes, tales como: Machine Learning, Big Data, Analítica predictiva, Internet de las cosas, entre otros. Son potentes herramientas de información que han influido en la cadena productiva y en la automatización industrial, mejorando el trabajo colaborativo hombre-máquina.
El avance de las tecnologías digitales ya permite la fusión de lo físico y el mundo virtual en los nuevos modelos de producción, donde todos los elementos pueden estar conectados y ser capaces de comunicarse entre sí. En ese sentido, la relación entre humanos y máquinas será más natural, los trabajadores serán asignados a trabajos más especializados y, en esencia, más eficientes.
El concepto de industria 4.0 es tan llamativo como fascinante: la innovación, la automatización y la incorporación de procesos más sofisticados, suponen un salto exponencial en la capacidad competitiva de la industria.
Por lo tanto, mantener un posicionamiento competitivo dependerá de la capacidad de adaptación a este momento evolutivo. Asimismo, dependerá de su capacidad de transformación digital.
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La transformación digital para un proceso productivo es un “traje a la medida” de la estrategia de cada centro productivo o incluso de cada producto, de esta manera el impacto que generan los resultados pueden variar en función de la estrategia, el tipo de operación y la disciplina en la toma de decisiones que ejerza el equipo de liderazgo encargado de los procesos transformados.
Cuando hablamos de diferentes tipos de impacto por la estrategia, lo hacemos por las necesidades que hemos descubierto de la mano de nuestros clientes, en el caso de una empresa Pyme que estaba experimentando un crecimiento exponencial de sus ventas, la necesidad de digitalización se argumentaba en el requerimiento de mejorar la satisfacción de sus clientes mediante el cumplimiento de los tiempos de entrega de los pedidos. Asimismo, su solución se diseñó para evitar que las órdenes de pedido terminen rezagadas en algún punto de la fabricación. El sistema de trazabilidad de las órdenes de pedido implementado logró eliminar en un 99% los eventos que se presentaban, para llevar los indicadores de cumplimiento por encima del 95%.
Otro ejemplo es el caso de una de las mayores cadenas internacionales de alimentos con fábricas en Colombia, con quienes logramos mejorar hasta en un 30% la eficiencia de producción basada en un aumento de la misma, para atender picos de demanda durante los inicios de la pandemia.
Un caso diferente de impacto se genera cuando la operación industrial no obedece a un comportamiento de mercado, como puede ser el transporte de hidrocarburos, este tipo de industria basa su eficiencia en la seguridad y la continuidad de la operación. Los retos que hemos enfrentado en este tipo de industria con el oleoducto de mayor extensión en Colombia se centran en el aprovechamiento de los datos históricos generados por la operación, para proyectar estados futuros de funcionamiento y así evitar pérdidas de continuidad operativa. Aún este proyecto continúa en curso con grandes y prometedores resultados.
Con lo mencionado anteriormente, la industria 4.0 aún se encuentra en fases tempranas en latinoamérica, las barreras de adopción son significativas y su comportamiento se asemeja a la curva de innovación donde gracias a la tracción generada por visionarios e innovadores, se logra cautivar a las mayorías tempranas y tardías que concentran el 80% del mercado. Las circunstancias que ha vivido el mundo pueden acortar estos ciclos y podemos estar viviendo un boom de digitalización para finales del 2021 donde la “resiliencia” del sector industrial puede llegar a que el 60% del mercado inicie sus planes de digitalización para conectar las cadenas de suministro.
Desde ibisa nos hemos preocupado por establecer un ecosistema digital preparado para atender la demanda venidera y entender las barreras que tienen las personas dentro de sus organizaciones e iniciar su agenda digital industrial. Es así como lanzamos nuestro programa StartUP – StartFast: que es un servicio mensual basado en el desarrollo de Productos Mínimos Viables como Servicio para el desarrollo de iniciativas de la industria 4.0. Finalmente, en cinco años veremos como la mayoría (más del 80%) estará habituado con sus plataformas digitales de industria, y será muy importante entender que para triunfar como sector debemos estar abiertos a las “colaboraciones”, ya que no existen soluciones únicas y se requiere de la experiencia y experticia de muchos para hacer realidad la visión de un sector industrial más eficiente, apoyado en nuevas tecnologías.
¿Será que las empresas colombianas ya están listas para digitalizar y transformar sus procesos industriales?