Que las empresas de servicios temporales, aquí y en el mundo, llegaron para quedarse, es una verdad insoslayable. Es de tal naturaleza el volumen actual de trabajadores provisionales vinculado a empresas de servicios temporales, que actualmente el desempleo no ha empeorado debido a la existencia de estas.
Más que una alternativa, las empresas de servicios temporales son una necesidad que responde a las nuevas dinámicas de los mercados internacionales y a la globalización de la economía. La movilidad de la mano de obra, las grandes migraciones internas y mundiales, y la permanente capacitación del factor humano, indican que se impone una evolución en las relaciones de trabajo, que se ajustan a la incertidumbre propia de nuestros días.
En el contexto nacional y regional, la firma de tratados de libre comercio, particularmente con los Estados Unidos, ha llevado a una creciente y favorable formalización en la contratación, particularmente, en aquellos empleos de carácter flexible que exigen los nuevos tiempos.
Entre otras cosas, las ventajas de la formalización laboral son, por ejemplo:
Reducción de los costos medios por trabajador.
Disminución o eliminación de los costos salariales por incurrir en gastos de indemnización. Adaptación expedita de las empresas a los cambios coyunturales.
Los procesos de selección de nuevos trabajadores se vuelven más ágiles y las decisiones se toman en tiempos más breves.
Incremento de la tasa de rotación de trabajadores en el orden micro y macro de la economía. Así, el desempleo de largo plazo tiende a disminuir.
De igual manera, los cambios constantes en la normatividad, adelantados por el Ministerio del Trabajo y demás entes del Estado, han obligado a las empresas a destinar gran parte de sus recursos económicos y de su personal al cumplimiento de esas modificaciones legales.
Lo anterior ha generado una carga considerable para las empresas colombianas, cuyas actividades no consideran como especialidad la contratación de personal ni el cumplimiento de los estándares de seguridad y bienestar que se exigen hoy por hoy.
Como solución a estas exigencias, surgen las empresas de servicios temporales, las cuales tienen su origen en el Decreto 1433 de 1983. Este decreto, entre otras cosas, da claridad sobre los elementos que dan lugar a la prestación de este tipo de servicios, que son
reemplazos de vacaciones o licencias, y los asociados a los incrementos de producción, cosechas y servicios, los cuales tienen una extensión de seis meses, prorrogables hasta por seis meses más.
Las empresas de servicios temporales desempeñan un papel fundamental en la generación de empleo en nuestro país, ya que permiten a las empresas usuarias ser mucho más flexibles y reaccionar de manera más oportuna a los cambios del mercado. Por otro lado, pueden, estas empresas, enfocarse en su core business, y dejar en manos de compañías expertas otros procesos de apoyo que no son parte fundamental de su estrategia.
Al ser uno de los sectores que mayor personal contrata, obliga a las empresas de servicios temporales a tomar conciencia de su responsabilidad social. Es así como estas empresas tienen en sus nóminas gran parte de la población productiva, y es por esto que deben desarrollar una conciencia de bienestar para sus empleados, garantizar la seguridad y la integridad de los mismos y de sus familias. Los empleados en misión deben ser valorados y motivados como cualquier otro miembro del personal de planta. Hoy, uno de los grandes retos es despertar sentido de pertenencia en los empleados en misión.
En la actualidad, las empresas de servicios temporales se ven enfrentadas a grandes retos. Algunos de ellos tienen que ver con la competencia, las bajas tarifas y la alta regulación, factores que obligan a estas empresas a repensar su oferta de valor, salirse del argumento de la tarifa para la venta del servicio y presentar al mercado diferenciales que permitan continuar con la viabilidad de un negocio que requiere reinventarse cada día.
Asimismo, es de la mayor importancia tener en cuenta que las empresas de servicios temporales se vienen convirtiendo, cada vez más, en verdaderos aliados estratégicos de sus clientes, sobre todo en la medida que tengan la capacidad de minimizar y solucionar los riegos e incertidumbres que representa el hecho de la contratación de personal.
Es por esto que la contratación de este servicio debe guiarse por criterios que van más allá del bajo precio. En consecuencia, se hace necesario contratar con empresas que tengan la experiencia y la capacidad de generar alto valor agregado, con capacidad para responder a las exigencias del mercado y el suficiente respaldo jurídico que garantice el correcto proceder y el cumplimiento a cabalidad de toda la normatividad.
En resumen, los trabajadores en misión brindan soluciones efectivas, especializadas y masivas destinadas a diversas industrias. No sobra recordar que, desde otra perspectiva, el outsourcing ofrece opciones de trabajo tecnificado a jóvenes que no cuentan con una amplia experiencia laboral.