La automatización es un vehículo para impulsar la Transformación Digital y aumentar la productividad de nuestros negocios. En la actualidad, tenemos el deber y encargo de encontrar formas de optimizar nuestros procesos y reducir costos para mantenernos competitivos y seguir generando oportunidades y crecimiento. La automatización es una solución clave para lograr estos objetivos y también puede mejorar la eficiencia, la calidad y la precisión de los procesos.
El crecimiento de la economía a nivel mundial ha aumentado alrededor de 14 veces más que el crecimiento poblacional en los últimos 20 siglos[1]. Sin embargo, este crecimiento económico no ha sido lineal sino que se ha concentrado principalmente en los últimos 250 años y ha estado explicado por la grandes innovaciones tecnológicas que se concentran en la primera (1760-1840) y segunda (1860-1920) revoluciones industriales. En un análisis simplista, podríamos concluir que el acelerado crecimiento económico per cápita de este periodo significa que cada persona de manera individual ha sido capaz de generar más riqueza cada vez que se presenta una gran disrupción tecnológica.
No obstante, la información también nos muestra que la productividad per cápita ha venido cayendo de manera dramática durante los últimos 40 años, por lo que estamos perdiendo la oportunidad de capitalizar el crecimiento que está teniendo la economía. Los empleados estamos trabajando más, pero produciendo menos incluso en economías desarrolladas como Alemania, Suecia o Estados Unidos[2]. Considerando que el crecimiento poblacional -y por lo tanto el tamaño de la fuerza laboral- no va a incrementarse, tenemos la responsabilidad de revertir esta tendencia decreciente en la productividad si queremos alcanzar las tasas de crecimiento económico proyectadas para los próximos 40 años. No tendremos más unidades productivas, por lo tanto con lo que tenemos, debemos producir más; y la automatización nos puede ayudar, es la clave para generar ese cambio de tendencia en la productividad.
Como definición, entendamos que la automatización implica el uso de tecnologías digitales para realizar tareas repetitivas y rutinarias, como procesamiento de datos, toma de decisiones y comunicación. La automatización puede ser parcial o completa, dependiendo de la tarea y el nivel de sofisticación de la tecnología utilizada, pero debemos entender que menos del 5% de las ocupaciones de tiempo completo podrán ser 100% automatizada[3], sino que vamos a lograr la automatización de cierto número de actividades que componen dicha ocupación para permitirle a los empleados concentrarse en actividades donde generen más valor.
Y acá es justamente donde radica uno los principales beneficios de la automatización en el ámbito empresarial: se reduce la carga de trabajo manual de los empleados, permitiéndonos centrarnos en tareas más estratégicas y de mayor valor para la empresa. En segundo lugar, la automatización mejora la precisión y la calidad de los procesos, reduciendo el riesgo de errores y aumentando la satisfacción de nuestros colaboradores y nuestros clientes. Y, en tercer lugar, la automatización puede ayudar a las empresas a reducir costos y mejorar la eficiencia operativa, lo que puede traducirse en mayores ganancias y una mayor rentabilidad para seguir apalancando el crecimiento futuro y generando nuevas oportunidades.
La agilidad y flexibilidad que ganan las empresas al adoptar la automatización nos ayudará a adaptarnos a los cambios en el mercado y en las condiciones empresariales. Por ejemplo, si una empresa necesita cambiar rápidamente su producción para responder a una demanda inesperada, la automatización puede permitir una respuesta más rápida y eficaz que el uso de procesos manuales. Además, la automatización puede ayudar a las empresas a recopilar y analizar datos de manera más efectiva, lo que puede mejorar la toma de decisiones y la capacidad para identificar oportunidades de crecimiento y mejora. Los sistemas automatizados pueden recolectar y analizar datos en tiempo real, lo que puede proporcionar una visión más completa y actualizada de las operaciones empresariales.
La automatización no es el remedio para todos nuestros desafíos, no es una solución única y universal a todos los problemas empresariales. Debe ser implementada de manera inteligente y estratégica para garantizar que se adapte adecuadamente a las necesidades y objetivos de la empresa, además de tener en consideración los impactos que pueda tener en nuestros colaboradores y en nuestra cultura empresarial. La responsabilidad de la automatización no es la de salvar el mundo, sino la de ayudarnos a hacer mejores negocios que contribuyan a su vez al crecimiento económico y a hacer del mundo un lugar más próspero.
En resumen, la automatización es una herramienta clave para impulsar la Transformación Digital y aumentar la productividad en los negocios. Los beneficios de la automatización son claros, pero también es importante abordar los desafíos y riesgos potenciales asociados a ella. Los empresarios debemos considerar cuidadosamente cómo podemos utilizar la automatización para mejorar nuestros procesos y lograr nuestros objetivos empresariales de manera efectiva. Y, de paso, salvar la economía.
[1] IMF.org; UN.org; Census.gov; Ourworldindata.org
[2] The Conference Board U.S. Business Cycle Indicators (May 2017 release)
[3] McKinsey Global Institute analysis; A future that works: automation, employment and productivity