«El clima laboral es la percepción colectiva que los colaboradores tienen de la organización y la reacción de ellos en términos de su comportamiento, guiado por esta percepción.»
Se habla mucho del clima laboral y de los distintos rankings que hay en el mercado que miden supuestamente el nivel de satisfacción de nuestros colaboradores. ¡Qué alegría nos da cuando figuramos en el ranking! Figurar en uno de estos rankings no sólo aumenta nuestro orgullo y sentido de pertenencia con la cultura de nuestra empresa, sino que de manera automática se activa el Employer Branding, herramienta de Marketing que nos permite generar una imagen de organización exitosa que nos facilita la atracción de talentos.
Pero, ¿realmente nuestros colaboradores se sienten identificados con estos resultados? La pandemia más allá de habernos traído pesar por pérdidas humanas y/o económicas, nos ha venido cargada de aprendizaje y sobre todo mucha información que debiéramos procesar y analizar detenidamente. Pongo el caso de empresas que de manera constante año a año figuraban en los primeros lugares de estos famosos rankings y a la hora de la verdad, fueron las primeras en desvincular a su personal. Esto nos dice, que el ranking fue solo una imagen que se pretendía vender pero que no refleja lo que se vive dentro de la empresa.
Entendamos entonces que clima laboral es la percepción colectiva que los colaboradores tienen de la organización y la reacción de ellos en términos de su comportamiento, guiado por esta percepción. Por lo tanto, dado que es una percepción colectiva, cada grupo puede tener su propio clima dentro de un solo contexto. El clima es construido a lo largo de un período significativo de tiempo que nos permite construir experiencias únicas y, por tanto, su cambio requiere maduración.
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A efectos de percepción, recordemos el ejemplo del vaso con agua hasta la mitad: ¿está medio lleno o medio vacío? Depende de dónde lo mires por lo que ambas respuestas resultan válidas. Es crítico identificar las diferencias en el grupo para una mejor gestión pues el clima está directamente relacionado con el comportamiento laboral y el desempeño de los colaboradores.
Gestionar el clima resulta más complejo de lo que pudiéramos imaginar. Implica un proceso continuo que inicia por identificar las necesidades y motivaciones de nuestros colaboradores, para lo cual lo ideal es elaborar un cuestionario que refleje la realidad de tu empresa. Este cuestionario debe reflejar tu cultura, tus costumbres, tus procedimientos, de manera que tus colaboradores se sientan identificados con lo que se les pregunta. La motivación de ellos es el impulso que guía sus acciones para alcanzar metas y les permite mantener firme su conducta hasta lograr cumplir todos los objetivos planteados.
En segundo lugar está plasmar en acciones concretas cómo satisfacer estas necesidades y motivaciones en la medida que estén alineadas a tu cultura y a tu organización. Ten cuidado en solo levantar un diagnóstico y no hacer nada al respecto. Estas expectativas que se crean durante el diagnóstico deben ser satisfechas en cierta medida porque de lo contrario resultará en mayor perjuicio para tu organización pues generan frustración y descontento. Tener en cuenta que todo aquello que no se implemente deberá ser comunicado sustentando por qué no se llevan a cabo: presupuesto, no alineado a la cultura, plan estratégico, etc.
Finalmente, monitorea de manera constante y periódica cómo se va llevando a cabo la implementación y toma las medidas correctivas de manera oportuna. Recuerda que tienes entre manos una de las acciones más valiosas en tu organización: conocer a tu gente, conocer su parte humana que lo motiva a seguir contigo. Este punto es el que a veces pierde prioridad: somos personas y nos gusta que nos traten como tales. Dejamos de ser un recurso más, somos el principal recurso.
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