¿Como las empresas pueden iniciar la transición energética y como los fondos de inversión como GreenYellow juegan un papel importante?
En 2020, estallaron todas las inquietudes de nuestro mundo presente: pandemia incontrolable, encierro masivo, limitación de desplazamientos, crisis del petróleo…todos demostrando la fragilidad de la organización actual de una económica globalizada. Nos obliga a repensar nuestra forma de ser y de vivir como seres humanos, pero también a las empresas de buscar como atravesar de la mejor forma ese episodio tan complicado.
A nivel energético, nos encontramos en pleno cruce de caminos. Aunque el precio del petróleo cayo drásticamente por la restricción de actividad industrial y las consecuencias del COVID a nivel mundial, las energías renovables se están volviendo mas que nunca necesarias y competitivas. Por primera vez, se volvieron principal fuente de energía en Europa, y ya son indispensables en muchos países, sobre todo en desarrollo que no poseen reservas de energías fósiles. Adicionalmente y paradójicamente, la reducción del precio del Brent a nivel mundial esta condenando la alternativa cortoplacista y altamente riesgosa ecológicamente del Fracking.
Incertidumbre, reducción de actividad económica, cambios energéticos, desequilibrio climático. Todo combina para que aceleremos dicho cambio. La transición energética es ya un hecho, pero debe ser acelerada si queremos preservar nuestra calidad de vida y construir un mundo mas sostenible para la totalidad de la humanidad.
La buena noticia es que la liquidez actual, y la orientación de los fondos de inversión a nivel mundial ha tomado en cuenta ese cambio de paradigma. Muchos fondos adoptaron posicionamientos claros hacia inversiones de transición energética y declaran abiertamente su voluntad de favorecer y apoyar inversiones a largo plazo en este sentido. Es el caso por ejemplo de Tikehau, unos de los fondos accionistas de nuestra compañía GreenYellow, pero también fondos soberanos como BPI, fondo soberano de Francia, quien también aposto para nuestro modelo de promoción y acompañamiento de la transición energética en las empresas.
Es la segunda buena notica, existen hoy en día empresas especializadas capaces de pensar el futuro energético de forma global para las empresas y capaces de financiar la transición de las empresas hacia mas sostenibilidad, sin que tengan que invertir y pagándose sobre el nivel de ahorros obtenidos. Es revolucionario, cambiar sin invertir, participar sin poner en riesgo su propio cash-flow, tan importante en un momento de escasez de ventas y reducción de inversión.
Las empresas no tienen vocación a renovar y gestionar solos algo tan importante como sus equipamientos de iluminación, aire acondicionado… Existen empresas que pueden comprar en lugar de ellos, controlando consumo, automatizando el funcionamiento, asumiendo mantenimiento, reposición a mediano plazo, para buscar una reducción significativa de su consumo. Porque la meta no debe ser solamente de consumir energía limpia sino mas bien de consumir menos sin afectar calidad de la producción.
Adicionalmente, auto consumir produciendo su propia energía, por ejemplo, con paneles solares en cubierta o terrenos aledaños, representa una complementariedad natural para bajar tarifa. Tal como la eficiencia energética, puede ser financiada totalmente por compañía como GreenYellow asegurándose un nivel de tarifa competitivo a largo plazo.
Reducción de energía, autoconsumo, menos consumo, mejor consumo, mejor tarifa, ausencia de inversión y pago sobre ahorros en contexto de Covid, a veces el propio cliente tiene dificultad a creer que puede ser cierto, sin embargo, ya es realidad. Empresas y fondos apoyando esas empresas existen para acelerar la transición energética, y América Latina y su importante tejido empresarial tiene todo para ganar a abrazar esas soluciones para seguir creciendo, preservar empleo y construir el futuro del continente. No debemos permitir que esa pandemia sea destructiva, sino que permita un nuevo impulso para Colombia y América Latina.