Llegamos a un punto en que la pandemia empieza a mostrar sus resultados y es cuando las empresas comienzan a entrar nuevamente a una etapa de reiniciación, unas empezaron a realizar el llamado trabajo híbrido de tal manera ,que una parte de personal asiste a las instalaciones y otra parte sigue trabajando desde casa, este hecho hace que las personas se sientan en un ambiente inseguro, con la expectativa de si algún día, todos volverán a trabajar en casa o al contrario todos regresarán a sus puestos de trabajo.
Lo que sí es cierto, es que con los hechos sucedidos en pandemia y el cierre de las instalaciones de fábricas y de oficinas, se comprobó que se puede ahorrar mucho dinero en arriendos innecesarios y en grandes instalaciones propias que el cliente final termina sin saber que existen. Esto es de beneficio para las empresas, siempre y cuando el trabajo digital sea tan excelente, que el cliente pueda realizar sus ventas y compras por internet de una manera segura y rápida. Es ahí donde el servicio al cliente cobra mayor valor.
Aunque la tecnología avance y cada vez nos exija menos personal humano, se hace indispensable que siempre esté un asesor en las empresas, orientando al cliente para lograr dos objetivos fundamentales: el primero que no tenga necesidad de acercarse a ninguna oficina física y el segundo que se sienta tan bien atendido por una persona real, no por un robot, que jamás se vaya a la competencia. Dos grandes retos que enfrentamos en el nuevo panorama laboral.
En el servicio al cliente personalizado, juega un papel importante las personas, si detrás de un teléfono o un WhatsApp encontramos una voz cálida, amorosa y un ser humano que escuche cuales son las necesidades reales, no importa si nunca vemos su rostro, pero con seguridad habremos ganado un cliente para toda la vida, que quiera seguir haciendo negocios con personas que lleven en su alma la marca de la empresa.
Una marca, tiene alma, tiene espíritu y tiene sentimientos. Las marcas que crean acercamientos y colocan en sus instrucciones laborales valores, seguramente son las marcas que prevalecerán en el tiempo.
Todo ser humano necesita ser valorado, respetado y oído y si los trabajadores son educados para valorar, respetar y oír, podemos hacer empresas sólidas, donde el cliente añore conocer a nuestros colaboradores en persona, para agradecerles toda la atención que recibieron telefónicamente o a través de un chat, teleconferencia o demás tecnología, que nos aleja de la sensibilidad humana.
¿Es posible que podamos trabajar desde cualquier lugar del mundo y tener muchos más clientes que antes?, la respuesta es un rotundo SI, la nueva modalidad laboral nos permite viajar, conocer nuevos lugares y al mismo tiempo laborar desde cualquier lugar del mundo. Es hora de entrar sin miedo al mundo del trabajo híbrido y disfrutar del trabajo y de la familia al tiempo.
¡La hora del cambio laboral ha llegado!