«Es inevitable que las personas puedan resistirse al metaverso, como hoy en día es inevitable negarse al Internet, ya que sus posibilidades son muy seductoras y su naturaleza va muy de la mano a cómo los humanos experimentamos y aprendemos las cosas.»
La paradoja de definir el metaverso es que para que sea el futuro, hay que definir el presente. Hace varios años ya tenemos los MMO (Massively multiplayer online) que son esencialmente mundos virtuales completos, con personas de todo el mundo, avatares en línea y plataformas de comercio. Entonces, para vender esto como una nueva visión del mundo, tiene que haber algún elemento que sea nuevo. Inevitablemente alguien hará referencia a historias ficticias como Snow Crash, la novela de 1992 que acuñó el término «metaverso», o a la película Ready Player One, que representa un mundo de realidad virtual donde todos trabajan, juegan y compran en el metaverso.
Es importante tener todo este contexto en mente porque, si bien es tentador comparar las ideas del metaverso que tenemos con Internet hoy y suponer que todo mejorará y progresará de manera lineal, eso no es un hecho y como toda tecnología el metaverso va a ser un arma de doble filo, dependerá de nosotros el correcto uso que le demos. No hay garantía de que la gente quiera pasar el rato sin piernas en una oficina virtual o jugar al póquer con Mark Zuckerberg, y mucho menos si la tecnología VR y AR será lo suficientemente fluida como para ser tan común como lo son los teléfonos inteligentes y las computadoras en la actualidad. Pero cuando los avances tecnológicos acompañen es inevitable que las personas puedan resistirse al metaverso, como hoy en día es inevitable negarse al Internet, ya que sus posibilidades son muy seductoras y su naturaleza va muy de la mano a cómo los humanos experimentamos y aprendemos las cosas, lo cual cambia por completo las reglas de juego y el desafío nuestro es adaptarnos.
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En aproximadamente 10 años estoy convencido que el Metaverso será el sucesor del Internet móvil, seremos capaces de sentirnos presentes como si estuviéramos allí con la gente, sin importar lo lejos que estemos realmente. Seremos capaces de expresarnos de nuevas formas y completamente inmersivas. Los padres pueden compartir videos de sus hijos con miembros de la familia y sentirse como si estuvieran en la misma habitación. Las reuniones con colegas que se encuentran a miles de kilómetros de distancia tendrán el mismo impacto. Podrás teletransportarte instantáneamente como un holograma para estar en la oficina sin desplazarte, en un concierto con amigos o en la sala de tus padres para ponerte al día. Asistir a un concierto con un amigo podría significar dos personas sentadas en su sofá en casa pero sintiéndose como si estuvieran en un lugar con miles de personas más.
En Rainbow somos entusiastas de la tecnología de VR aplicada a la productividad, mucha de la tecnología necesaria en mayor o menor medida se encuentra ya en desarrollo y esta nueva transición como humanidad pasará de pasar a utilizar el Internet en pantallas 2D a «vivir» y «experimentar» el internet desde adentro al estilo película de ciencia ficción. Claramente no va a ser de un día para el otro y en el camino van a surgir cientos de polémicas en cuanto a la seguridad, privacidad, acoso, y más. Lo que si es que llegó para quedarse, y nos guste más o menos, sus posibilidades son literalmente infinitas, y así como las agencias de publicidad nos tuvimos que adaptar a las redes sociales, también lo deberemos hacer con el metaverso, y cuanto antes lo hagamos mejor será para ofrecer a las marcas la presencia y comunicación en este nuevo y fascinante medio lleno de posibilidades.
Hoy, es una excelente oportunidad para adentrarse en la realidad virtual ya que los dispositivos están a un precio accesible y tanto sus funciones como cantidad de app van en mayor aumentó. Si bien todavía queda mucho por recorrer en cuanto al movimiento y presencia con las gafas de realidad virtual, los avances son notables y constantes. ¿Estás preparado para dar el salto? ¿Qué esperas?
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