«A raíz de la pandemia, vemos cómo los participantes de este sector de alguna u otra manera han adelantado un sin número de proyectos para modernizar los procesos.»
¿Alguna vez se han preguntado las razones de haber nacido en esta región del mundo y precisamente en esta época? Lo que estamos presenciando actualmente en términos de una pandemia mundial no se vivía desde hace aproximadamente unos 100 años. Para algunos son coincidencias o supersticiones a través del tiempo, en todo caso lo que esta nos ha traído y como la hemos sobrellevado durante estos casi seis meses de confinamiento ha hecho que más del 80% de nuestras labores cotidianas haya tenido cambios considerables para unos y otros. Es evidente cómo el ser humano se adapta de diferentes maneras al cambio, pueda ser por su conocimiento, percepción o intuición. Lo que está claro es que la incertidumbre es notoria y aún no vemos con claridad lo que pueda pasar más allá de la próxima semana y mucho menos de los próximos meses.
Diferentes sectores que componen la economía del país se han visto muy afectados, algunos se venían preparando anticipadamente desde el punto de vista tecnológico y otros se vieron forzados a adelantar sus planes de modernización o transformación que tenían dentro de cinco o diez años y por más que se percibe que estos meses van a un ritmo más pausado la realidad es que la tecnología avanza casi a la velocidad de la luz y montarse en ese tren no es tan sencillo como parece.
Si nos enfocamos en el sector de la salud, vemos que este como cualquier otro siempre está propenso a mejorar, sin embargo al tratarse de brindar la mejor atención y en algunos casos de correr contra el tiempo para salvar la vida de un paciente con una enfermedad crónica, encontramos ciertos vacíos que lo dejan en una situación no muy favorable. Puntualmente hablando sobre las autorizaciones médicas, en cuanto a procedimientos médicos, dispensación de medicamentos, muestras de laboratorios, centros de imágenes, entre otros, podemos encontrar un embudo colapsado y que genera un dolor de cabeza impresionante para cualquier EPS del país.
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Pensamos que hoy en día las EPS, por ejemplo, tienen un proceso óptimo y eficiente, la realidad es que aún nos encontramos con procesos torpes donde los pacientes deben acercarse de manera presencial para solicitar una autorización que dicen aprobarse en el término de tres a cinco días, en algunos casos puede ser semanas. Como solución, se podría hacer una validación de reglas y protocolos médicos en tiempo real, ahorrando tanto costos operativos como sobre costos al final del periodo en donde las auditorias médicas son extensas y en algunos casos repetitivas para confirmar que efectivamente hubo errores humanos en el proceso, entregas dobles del mismo medicamento, recetas con irregularidades, entre otros.
A raíz de la pandemia, vemos cómo los participantes de este sector de alguna u otra manera han adelantado un sin número de proyectos para modernizar los procesos, brindar mejor atención a los usuarios sin dejar de ser rentables o por lo menos estando por encima de los límites regulares para no entrar en problemas de liquidez.
Debemos reconocer y aceptar que este tipo de herramientas tecnológicas están sobre la mesa para obtener procesos de manera más eficiente y resultados más acertados. En algunos casos el desarrollo de estas herramientas requiere un alto volumen de recursos y tiempo, lo cual podría evitar actuar con rapidez. La solución consiste en hacer una integración ya sea con un software como servicio (SaaS), donde la inversión de este se verá reflejada en la reducción de costos operativos siempre y cuando sea eficiente para obtener un mayor volumen de transacciones de atención a los usuarios.
Por último, nos hemos dado cuenta que el futuro se adelantó gracias a esta pandemia y lo que estábamos estudiando para ejecutar en unos años nos pone a pensar que debemos actuar con prontitud en pro de ser diligentes, eficientes y prácticos. Debemos aprender que la experiencia al usuario debe ser óptima en todo sentido, pues sin usuarios activos no hay ingresos y de una buena experiencia al usuario depende que se cumplan los objetivos proyectados al comienzo del año y lo más importante, debemos aprender de esta pandemia, entre otras cosas, que la eficiencia de procesos no va a llegar entre más posterguemos una decisión que se puede tomar hoy y que se puede tomar en colaboración de una transformación en tecnología amigable, sencilla y práctica.
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