El 14 de febrero de cada año es un día muy importante para Colombia, no sólo por ser la fecha con el volumen de exportaciones hacia Estados Unidos más importante del año por el día de San Valentín, sino que además es la fecha de recaudo para las cesantías de miles de trabajadores del sector formal de la economía. Los pagos realizados en febrero de 2018 por este concepto en las Administradoras de Fondos de Cesantías – AFC y el Fondo Nacional del Ahorro – FNA ascendieron a $7 billones 329 mil millones, mientras que en el año inmediatamente anterior fueron por $6 billones 608 mil millones, lo que equivale a un crecimiento anual del 10,9%. Para 2018 el 75.8% del recaudo ($5 billones 557 mil millones) se realizó a través de los fondos de cesantías privados (Protección, Porvenir, Old Mutual y Colfondos) y el 24.2% ($1 billón 773 mil millones) a través del Fondo Nacional de Ahorro.
Por su parte, los afiliados realizan retiros para los fines autorizados por las normas colombianas vigentes. Así, para el periodo comprendido entre el 1 de marzo y el 31 de agosto 2018 se realizaron retiros de cesantías por un total de $3.4 billones por los conceptos autorizados, entre ellos: (i) terminación de contrato $1 billón, (ii) educación $0.3 billones, (iii) adquisición de vivienda $1 billón y mejora de vivienda $0.8 billones.
Sin embargo, un beneficio adicional que tiene el ahorro en cesantías, más allá de los pagos de estudio, vivienda o como garantía de un crédito, es la protección al trabajador ante la pérdida de su empleo.
Al respecto, y con el objetivo desincentivar el retiro de las cesantías buscando que el trabajador opte por mantenerlas voluntariamente en los fondos para que, al momento de quedar cesante, pueda recibir un beneficio monetario proporcional a las cesantías ahorradas, el Ministerio del Trabajo reglamentó en 2014 el programa denominado Mecanismo de Protección al Cesante – MPC.
El programa busca proteger a los trabajadores contra el riesgo de desempleo así como facilitar la reinserción de la población cesante en el mercado laboral mediante un “paquete integral de beneficios” que contempla: (i) aportes al sistema de salud y pensiones calculados sobre un salario mínimo mensual legal vigente – SMLMV, (ii) cuota monetaria del subsidio familiar, (iii) procesos de formación para competencias básicas y laborales (iv) servicios de gestión y búsqueda de empleo y (v) el beneficio monetario proporcional sobre las cesantías. Los beneficios pueden ser recibidos por un máximo de seis meses, o pueden finalizar antes si la persona logra vincularse laboralmente, se pensiona, descarta o no culmina los procesos de formación, entre otros.
“El beneficio monetario proporcional que recibirán los trabajadores depende de tres factores: (i) el tiempo de ahorro: inicia en el momento en que la persona presenta el formulario de decisión, (ii) el sueldo del trabajador: promedio de los salarios reportados a la CCF en el último año, y (iii) el monto del ahorro realizado: corresponde a aplicar el porcentaje de ahorro definido sobre el saldo de las cesantías destinado al programa que se encuentre en la cuenta de la persona”
Decreto 135. Ministerio del Trabajo, Bogotá D.C., Colombia, 31 de enero de 2014.
Para poder recibir el beneficio monetario sobre las cesantías los trabajadores pueden ser dependientes, independientes o tener salario integral; estar vinculados al sector público o al privado; informar por medio de formulario la decisión de ahorro voluntario parcial o total de las cesantías, expresado en porcentaje (mínimo del 10% si el trabajador tiene ingresos de entre uno y dos SMMLV y por lo menos del 25% cuando tiene un ingreso mayor a dos SMMLV). El formulario se puede presentar ante el empleador, la Caja de Compensación Familiar – CCF o el fondo de cesantías al cual se encuentre afiliado.
En la práctica este esquema funciona como una especie de “pignoración” sobre las cesantías que se reservan para el momento del desempleo pero que, al ser libre y voluntaria, puede ser retirada en cualquier momento por manifestación del trabajador. La parte de las cesantías que queda libre de la “pignoración” puede seguirse utilizando para los propósitos que ya contempla la ley como es adquisición de vivienda o educación, entre otros.
Al quedarse sin empleo el trabajador debe presentar su solicitud ante una CCF la cual verifica que durante la relación laboral la persona haya estado vinculada a una CCF durante los últimos tres años, de forma continua o discontinua, así: trabajador dependiente por lo menos un año y trabajador independiente por lo menos dos años. Es importante destacar que el beneficio monetario proporcional que recibirán los trabajadores depende de tres factores: (i) el tiempo de ahorro: inicia en el momento en que la persona presenta el formulario de decisión, (ii) el sueldo del trabajador: promedio de los salarios reportados a la CCF en el último año, y (iii) el monto del ahorro realizado: corresponde a aplicar el porcentaje de ahorro definido sobre el saldo de las cesantías destinado al programa que se encuentre en la cuenta de la persona.
Así, si un trabajador ahorró durante un año sobre un ingreso promedio de $1.000.000, recibirá un subsidio monetario equivalente al 20% sobre el saldo de cesantías destinado al programa que haya logrado hasta ese momento. Adicionalmente, el MPC incentiva el tiempo de permanencia del ahorro, incrementado proporcionalmente el porcentaje del beneficio monetario que recibe la persona. Para el ejemplo en cuestión, si el trabajador ahorra dos años el beneficio monetario será del 22%, y cuando sea superior a tres años el beneficio se incrementará al 23.5%. Vale la pena señalar que, bajo los principios de solidaridad, eficiencia y sostenibilidad, el beneficio es inversamente proporcional a la cantidad de SMMLV que sean reportados para el trabajador. Por ejemplo, para un tiempo de ahorro de un año sobre un ingreso promedio de $7.000.000, el beneficio monetario desciende al 10% sobre el saldo ahorrado.
De acuerdo con lo anterior, el programa tiene beneficios muy atractivos para los trabajadores que presenten el formulario de decisión para ahorrar sus cesantías, pero ha resultado ser una opción poco utilizada por los trabajadores. Al 31 de agosto de 2018 las AFC contaban con 7.8 millones de afiliados, de los cuales muy pocos habían manifestado su decisión de ahorro voluntario.
Por esto, los Fondos de Cesantías, las Cajas de Compensación Familiar y los empleadores deben redoblar sus esfuerzos para la promoción y divulgación del Mecanismo de Protección al Cesante, intensificar las campañas tanto de educación financiera como de asesorías para que los trabajadores conozcan esta alternativa, se sensibilicen y tomen mejores decisiones sobre su ahorro de cesantías.
- Superintendencia Financiera de Colombia. Cifras Fondos de Cesantías. Valor del Fondo. Agosto de 2018.
- Decreto 135. Ministerio del Trabajo, Bogotá D.C., Colombia, 31 de enero de 2014.
- Superintendencia Financiera de Colombia. Cifras Fondos de Cesantías. Afiliados. Año 2018.
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Hola bueno dias quiera saber como hago desde España hacer ahora para vivienda por fondo del ahorro muchas gracias