En general, las evaluaciones y mediciones del mercado laboral que realizan las diferentes instituciones son puntos de referencia y aportan señales o pautas útiles para corregir el funcionamiento de determinados indicadores. Pero la política de empleo de Colombia va más allá de estas publicaciones; tiene un horizonte más amplio, y se basa en una sólida alianza entre el Gobierno, el sector privado y los trabajadores cuando de ahorro se trata.
El objetivo de la política de empleo es lograr avanzar en la formalización de la población informal del país, trabajando en cinco pilares fundamentales: formalización a la medida; reducción de trámites; red nacional de formalización laboral; piso de protección social, plan progresivo de protección social y de garantía de derecho de los trabajadores rurales.
Los resultados que se logren, deben generar una mayor formalización y a su vez productividad y traducirse en crecimiento, desarrollo y bienestar social. Muchos estudios internacionales han demostrado que la diferencia en el crecimiento de los países se debe precisamente a esta fórmula.
“La meta de largo plazo es lograr que Colombia sea uno de los países con menos informalidad de América Latina y alcanzar un PIB per cápita que nos clasifique entre las naciones de ingreso medio alto”
La meta de largo plazo es lograr que Colombia sea uno de los países con menos informalidad de América Latina y alcanzar un PIB per cápita que nos clasifique entre las naciones de ingreso medio alto.
También se prevén acciones concretas en el corto y mediano plazo con ocho planes de acción específicos: proyectos intensivos en mano de obra, emprendimiento, estado joven, formación para la economía social, ruta para la equidad de género, empleos verdes, empleos culturales y promoción de alianzas regionales.
La búsqueda de la mayor formalización del empleo no depende de una sola entidad o variable, sino que responde a un trabajo armónico institucional, público-privado con metas claras y tiempos determinados.
La política de empleo debe tener un seguimiento permanente para evaluar sus avances. De ahí la importancia que para el país tiene la Comisión de Políticas Laborales y Salariales. Es un espacio donde los trabajadores, empresarios y el gobierno nacional, discuten además del salario mínimo, criterios e ideas sobre el funcionamiento del sistema laboral actual; es un escenario para detectar las posibles fallas y generar las soluciones alternativas, sin perder el horizonte y crear un entorno económico positivo.
Aumentar la formalidad de la economía colombiana no es una política más. Es un imperativo para lograr el desarrollo y generar mayor bienestar social; no hay otra vía.