Ya estamos cerca del pago de las cesantías, ese beneficio que tienen los empleados dependientes de empresas formales, y que equivale a un salario básico por año laborado. También es el momento en el que muchos trabajadores empiezan a hacer cuentas con esos recursos e incluso muchos ya tendrán los documentos requeridos para realizar el trámite de retiro de las cesantías ante su fondo de preferencia (Colfondos, Old Mutual, Protección o Porvenir). Pero la intención de esta columna es llevar al lector a tener unas metas más ambiciosas y pensar más allá del cortísimo plazo, para vislumbrar lo que podría alcanzar si mantiene sus cesantías durante algunos años invertidas para ganarse los rendimientos y tener un mayor capital que le ayude a cumplir sus metas más importantes.
Para lo anterior, vamos a estudiar el caso de María, una trabajadora que gana un salario mínimo. María y su esposo habían soñado con el momento de tener casa propia y la casa de sus sueños estaba avaluada en cerca de $80 millones de pesos.
“Esta columna invita a los afiliados a pensar en sus metas y ver a las cesantías como sus aliadas para conseguir cada objetivo que se propongan”
Pensando en cómo ahorrar lo suficiente, ellos habían decidido que cada uno pondría la mitad de la cuota inicial, y tenían como plazo tener vivienda luego de al menos 15 años de ahorro.
Aunque para el 2017 no contaba con ningún tipo de ahorro en cesantías pues los había retirado por diferentes motivos, en el área de recursos humanos de su empresa le recomendaron mantener sus recursos en su fondo de cesantías para ir construyendo junto a otras fuentes de ahorro lo necesario para la cuota inicial de su vivienda.
En el primer año, la empresa en la que María trabajaba le consignó sus cesantías equivalentes a $737.717 pesos. Para el final del año, ella contaba con $797.000 pesos por los rendimientos generados de esos recursos, y para el final del segundo año ya contaba con $1,7 millones de pesos. Así fueron pasando los años y María, quien continuaba trabajando en la empresa, fue ahorrando año tras año sus cesantías y ganando rendimientos para su vivienda y sin darse cuenta en 9 años (6 años antes de lo esperado) ya contaba con $11,7 millones, lo suficiente para pagar la mitad de la cuota inicial de su apartamento. Incluso, en los 15 años que había acordado con su esposo, ella tendría todo el capital para financiar la totalidad de la cuota inicial, lo que junto al ahorro de su esposo les ayudaría a tener una deuda mucho más baja por su vivienda.
“Mantenga sus cesantías durante algunos años invertidas para ganarse los rendimientos y tener un mayor capital que le ayude a cumplir sus metas más importantes”
Por otro lado, está el caso de Alvaro, quien desde que inició a trabajar en una empresa tenía muy claro que las cesantías serían su mejor aliado si llegase a quedar sin trabajo y siempre mantuvo su ahorro, por si alguna eventualidad ocurría en el trascurso de su vida laboral. Él muy juicioso, año tras año, revisaba cuánto dinero tenía ahorrado y proyectaba para cuántos meses le alcanzarían esos recursos mientras encontraba un nuevo trabajo.
Luego de cinco años de trabajar en la empresa comenzó a sentirse agotado y con ganas de buscar un nuevo empleo, en ese momento se dio cuenta que sus cesantías ahorradas le permitirían estar tranquilo por 8 meses y medio, tiempo en el cual podría dedicarse a buscar un nuevo trabajo si decidía renunciar. Al final decidió quedarse en su empresa, pero luego de otros 3 años decidió renunciar para buscar nuevos horizontes. Esto pudo hacerlo porque se dio cuenta que con sus cesantías podía sostenerse por un año y dos meses, tiempo prudencial para buscar con calma un nuevo trabajo donde estuviera mucho más Satisfecho.
Los casos de Maria y de Alvaro son ejemplos de cómo los afiliados, independientemente de su ingreso laboral, pueden lograr sus sueños con una buena planeación financiera, ahorrando en el mediano plazo para conseguir sus metas más ambiciosas. Esta columna invita a los afiliados a pensar en sus metas y ver a las cesantías como sus aliadas para conseguir cada objetivo que se propongan.
Es cierto que con la economía del país decidimos coger este dinero extra por así decirlo para eventualidades y nos inventamos muchas excusas. Sin embargo cuando consideramos que es hora de ponernos serios y hacer como si ese dinero no existiera a futuro lo vas agradecer.