«Los planes de contingencia y los diseños de protocolos, deben involucrar no solo al trabajador afectado y su entorno, sino además su impacto en el clima organizacional.»
La expansión del coronavirus (Covid 19) ha limitado la producción en muchas empresas, el consumo de productos, las conductas de la gente y el turismo, por citar tan solo unos ejemplos; están afectando los mercados globalizados con graves consecuencias económicas.
La crisis económica y de recursos provocada por la pandemia ha logrado, que muchas empresas se tengan que reinventar. Los planes empresariales hoy por hoy deberán ir más enfocados en optimizar los recursos, los procesos y los mercados considerando además, planes de contingencia en el recurso humano para minimizar el riesgo de contagio entre los trabajadores.
Dentro de la operación y los procesos de las empresas, el teletrabajo y la dispersión de los trabajadores en las plantas han sido las medidas con mayor implementación. El teletrabajo, es una de las medidas mas recomendadas, pero no todas las empresas están preparadas, para cambiar su modelo productivo, pero ¿Hasta dónde algunos de los procesos de producción son flexibles y adaptables a éste tipo de modelo?.
Existe otra medida que las empresas han adoptado y es la dispersión de los trabajadores, pero esto hace que el espacio físico de trabajo tenga que reorganizarse para dar cabida a los equipos y el espacio adecuado y requerido para desempeñar sus labores. Cuando se diseñaron y construyeron las actuales estructuras físicas, muy seguramente los arquitectos no pensaron en este tipo de contingencias.
Igualmente, para los responsables del Talento humano se le están incubando nuevas necesidades de bienestar y nuevos retos de salud laboral, que tendrán que ser mejorables y sostenibles en el tiempo; identificando y adoptando las medidas para trabajadores especialmente sensibles a este tipo de riesgos (Embarazadas, enfermos crónicos, personas mayores, inmunodeficientes, etc.).
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La necesidad de aislamiento repentino, revisar y mejorar los protocolos de aseo y limpieza de las instalaciones físicas que ahora deberán incluir y ser muy cuidadosas en desinfección, ajustar algunas políticas incluyendo pautas de higiene de protección personal, igualmente cambios en las relaciones interpersonales como prohibir los saludos de mano, besos y abrazos, prohibir compartir material de trabajo u otros objetos como cubiertos o botellas si no han sido correctamente higienizados, disponer de geles hidroalcohólicos en zonas comunes, casinos y oficinas, diseñar nuevos protocolos para las visitas externas, capacitación presencial y reuniones de trabajo, mejorar botiquines y material de consumo incluyendo mascarillas quirúrgicas, guantes, productos desinfectantes, termómetros, geles, etc.
Pero el gran reto mientras dure la presente pandemia y hasta tanto se pueda descubrir y desarrollar una medida médica de control, será el diseño de planes de contingencia y el protocolo adecuado, para saber cómo actuar en un caso positivo de Coronavirus (Covid 19) dentro de la empresa, considerando los siguientes supuestos:
1. Si el trabajador presenta síntomas dentro de la empresa.
2. Si el trabajador presenta síntomas en su casa.
3. Si se conoce de un contagio positivo de alguien que durante los últimos días haya visitado las instalaciones físicas de la empresa.
4. Si se conoce de un contagio positivo en un familiar o persona que conviva con un trabajador de la empresa.
Estos planes de contingencia y en el diseño del protocolo se deben involucrar no solo al trabajador afectado y su entorno, sino además su impacto en el clima laboral, ya que puede generar pánico, y esto se puede convertir en un gran distractor en los procesos, el mercado, las relaciones internas y externas, la imagen corporativa, en fin un número indeterminado de factores que será necesario llevar a las reuniones de directivos y de comités ejecutivos.
La nueva realidad del mundo laboral reclama desde ya; en los colaboradores actuales y del futuro, un esfuerzo de adaptación muy rápido tanto para la empresa como para los equipos de trabajo, adoptando una actitud más positiva y abierta al cambio, permitiendo romper paradigmas y modelos tradicionales en las relaciones y los procesos productivos.
Seguramente conoceremos transformaciones en los ambientes laborales y del clima organizacional. El teletrabajo exige una gestión más eficiente de las personas y busca no sólo aumentar la productividad, aprendiendo a optimizar los recursos, los tiempos y esfuerzos, sino también la satisfacción del talento a través de la conciliación y la confianza, dándole al colaborador todas las herramientas para que alcance su máximo rendimiento desde cualquier lugar, pero con la seguridad que ese trabajador va a producir los mejores resultados, sabiendo equilibrar su talento, sus competencias y sus habilidades.
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