Un servicio fúnebre integral se caracteriza por identificar los cambios culturales, ambientales y sociales los cuales exigen innovar para dar respuesta a la manera en que las personas despiden a sus seres queridos; la sociedad cambiante se va transformando, es así, como; pasado año y medio de la aparición de la pandemia las familias reclaman el derecho afanoso de poder realizar una despedida digna y significativa, después de vivir una situación de enfermedad en la que no se ha tenido contacto con su familiar, buscando la manera de mitigar su dolor con un servicio que les permita conectarse, minimizar el distanciamiento emocional y los duelos postergados, a través de la exaltación de la vida y la memoria de su ser querido desde diferentes conmemoraciones.
Siendo este, un fenómeno mundial, la industria fúnebre ha evolucionado para crear y ofrecer diferentes alternativas como: Ataúdes ecológicos, procesos de hidrólisis alcalina, criogenización, siembra de árboles con cenizas, inmersión de cenizas en el mar, entre otros. Lo anterior buscando minimizar la huella de carbono y el impacto ambiental, evidencia de que la industria funeraria no es ajena a las nuevas tendencias ambientalmente amigables. Cementerios virtuales, memorias y legados digitales, virtualización de exequias y conmemoraciones a la distancia realizadas a través de plataformas virtuales , avatar digital para recrear y remembrar sus momentos, entre otros.
Guardando un equilibrio entre las actividades ecológicas, naturales, ambientalistas, y el cuidado de los procesos psicológicos requeridos en la elaboración de un proceso de duelo, desde el acto social de honrar la memoria de sus familiares fallecidos.
Ha sido necesario entonces diseñar otras experiencias que les permitan a las personas conectar desde percepciones multisensoriales; a través de todos sus sentidos y desarrollar nuevos aprendizajes emocionales desde la distancia, siendo así coherentes con el lenguaje de las nuevas generaciones; la tecnología como herramienta para conectar con el mundo.
Hemos tenido que prepararnos para involucrarnos en este nuevo cambio e integramos a nuevas experiencias virtuales, naturales y ecológicas, personalizando las honras fúnebres, vinculando lo social con las nuevas tecnologías de la comunicación.
Validar las emociones, el autocuidado, la necesidad de despedir para aceptar e iniciar un proceso, aportar al aprendizaje de la gestión emocional; en un torbellino que sucede al fallecimiento, contrarrestar el analfabetismo emocional que hoy por hoy con el aislamiento a causa de la pandemia ha salido a flote.
Al reunir todos estos aspectos, identificamos la importancia de unificarlos por medio de experiencias que puedan favorecer la resolución del duelo, tales como un centro de emociones en realidad virtual, donde se permitan sentir todo lo que conlleva el proceso en un ambiente confiable, seguro y armonioso, caminatas ecológicas donde sea posible transformar los sentimientos adversos mediante la conexión con la naturaleza; así mismo consideramos que es fundamental generar experiencias significativas que al mismo tiempo involucren la tecnología teniendo en cuenta la influencia de esta en la sociedad actual en la que estamos inmersos y que ha estado sujeta a cambios a causa de los acontecimientos de los últimos años, dichas experiencias se llevarían a cabo mediante alternativas como conmemoraciones virtuales, estas buscan exaltar la vida del ser querido fallecido por medio de ceremonias religiosas o sinfonías a la vida, permitiendo que las personas más allegadas puedan estar presentes desde cualquier parte del mundo y participar compartiendo su sentir, verbalizando anécdotas y recuerdos memorables. Por otra parte, las memorias digitales recopiladas producto de la velación virtual interactiva, que consisten en la creación de un sitio web que se nutre con recuerdos y anécdotas de los más cercanos.
La resolución positiva del duelo mediante estas alternativas permite el fortalecimiento emocional de los individuos, generando herramientas claves de afrontamiento que a la larga nos proporcionan bienestar emocional y nos convierten en sujetos socialmente hábiles y resilientes. Se nos facilitará reintegrarnos a nuestra cotidianidad sin olvidar las situaciones adversas que hemos tenido que enfrentar; situaciones que, si bien son difíciles y marcan un antes y un después, se transforman mediante procesos donde una despedida adecuada es un factor determinante para el inicio de su elaboración de duelo y pasa de ser un evento doloroso a uno significativo que permite mantener el recuerdo especial de quien ya no está.