«Se puede denominar el PIB que los gobiernos relacionan a su desempeño económico, como un Producto Interno Brutalizado.»
El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, en una entrevista con la AFP, propuso sustituir el PIB por un mejor indicador que incluya la salud económica.
Los gobiernos relacionan su desempeño con el crecimiento de PIB. Cuando el crecimiento del PIB es positivo, es por la buena labor del gobierno, cuando el PIB es negativo, es culpa de la adversidad. Por otro lado, el PIB no es un buen indicador del desempeño de un gobierno en relación a la pobreza y la desigualdad.
Los economistas, políticos y expertos empresariales que estudiaron y siguen aplicando las teorías económicas de la sociedad industrial del siglo pasado, seguirán enfrentando nuestros problemas económicos, políticos y sociales sectorialmente, como si no estuvieran interrelacionados. Nos presentan proyecciones basadas en estudios econométricos, para hacernos creer que la economía es una ciencia que funciona como una máquina con fórmulas matemáticas. Pero, el mundo es un lugar desordenado, complejo y contingente, en el que intervienen innumerables variables y factores que son muy difíciles de cuantificar. Es por ello, que en el campo de las predicciones, el auge de la Inteligencia Artificial (IA), el big data y la cadena de bloques de la nueva economía del conocimiento, se están creando nuevos cimientos sobre el cual los gobiernos pueden lograr el análisis predictivo; un modelo que permitirá la proveeduría de servicios personalizados y la eliminación de la burocracia. Otro aspecto que no es tenido en cuenta por los economistas es el gran papel que juega el poder en los resultados económicos.
Los economistas del libre mercado como Friedman y Hayek, tienden a dibujar la economía como una máquina impersonal de oferta y demanda e ignoran el papel del poder en la creación de riqueza y beneficios. En la sociedad agrícola, el poder estuvo representado en las armas. En la sociedad industrial, el poder pasó al dinero. En la nueva sociedad del conocimiento, el poder está pasando al conocimiento.
Cuando nos centramos en los actos humanos intencionados y nos preguntamos por qué razón los individuos y las sociedades en su conjunto se someten a los deseos del poderoso, nos encontramos, frente a la trinidad, armas, dinero y conocimiento. En su forma más simple, el poder entraña el uso de la violencia, el dinero y el conocimiento, para conseguir que la gente actúe de una forma determinada. El centrarnos en esta trinidad y el definir el poder de esta manera nos permiten analizarlo para mostrarnos cómo es usado el poder para controlar nuestra conducta desde la cuna hasta el cementerio.
El poder basado en el dinero es más apreciable en el sistema financiero colombiano, el cual ha sido favorecido siempre por los gobiernos. La tasa de interés de libre inversión en este año 2020 en algunos bancos es superior al 28,0 EA. Esta cifra contrasta con la tasa de interés de captación de 4,0% EA. Y esta tasa de interés del Banco de la República fue reducida a 2,75 en este mes de junio. ¿Bajarán substancialmente los bancos la tasa de interés de libre inversión con la pandemia para aliviar la situación de la población? Como lo señala David Korten en “El Mundo Postempresarial” “Los mecanismos empleados por el capitalismo financiero para hacer dinero a partir del dinero, sin que sea necesario encarar una actividad productiva, permite a aquellos que tiene dinero incrementar sus pretensiones en contra de la reserva de riqueza real de la economía, sin contribuir a su producción. Si bien las actividades implicadas hacen a unos pocos muy ricos, desde una perspectiva social son extractivos en lugar de ser productivos. La falta de capacidad del capitalismo para diferenciar entre inversiones productivas y extractivas casi parece ser uno de sus atributos definitorios”
Otro aspecto que no es tenido en cuenta por los economistas tradicionales es la economía no monetaria dependiente del prosumo, lo que producimos para nuestro propio consumo. Ninguna persona en el extremo de la pobreza, podría vivir sin ser prosumidores. Los prosumidores realizan trabajos no remunerados cuando cocinan, asean la casa, le hacen arreglos, educan a sus hijos o los entrenan para el trabajo, los cuidan cuando se enferman, cultivan árboles, crean asociaciones de vecinos y otros grupos de cohesión social. Esta economía no monetaria es inmensa y ninguna economía podría funcionar ni 30 minutos sin ella.
Al no tenerse en cuenta estos tres factores, la economía no es una ciencia exacta, la influencia del poder en los resultados económicos y la economía no monetaria dependiente del prosumo, las predicciones sobre el PIB se vuelven cada vez más inciertas. Es por ello, que se puede denominar el PIB que los gobiernos relacionan a su desempeño económico, como un Producto Interno Brutalizado. *El Producto Interno Brutalizado fue analizado en forma similar por Alvin Toffler en su libro “La Revolución de la Riqueza”.
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La lucha que se vislumbra por el poder mundial
El dinero electrónico proliferará y estará en las muchas alternativas, debido a que combina el intercambio, con el mantenimiento de datos en tiempo real, eliminando muchas de las ineficiencias costosas que existen con el sistema financiero tradicional. En la economía agraria, una era de ignorancia, la moneda de metal contenía una cantidad de conocimiento cerca a cero, este dinero era tangible y durable. Su valor dependía de su peso, no de las palabras impresas.
El dinero de la economía industrial consiste de papel impreso y lo que está impreso en este papel es de importancia. El dinero es simbólico, pero aún tangible. Esta forma de dinero corre paralelo con una economía con educación de masas. El dinero de la economía del conocimiento consiste cada vez más de pulsos electrónicos. Este dinero es evanescente, puede ser trasferido instantáneamente y puede ser monitoreado en la pantalla de vídeo. El dinero de la economía del conocimiento es información, súper simbólico, la base del conocimiento.
En esta pandemia los bancos colombianos tendrán que repensar sobre su futuro, o se desburocratizan y elevan su eficiencia con sistemas como Fintech (Finance Technology) o tarde o temprano, la moneda digital con el monedero digital para el efectivo, las transferencias instantáneas sin costo y el banco en el celular es la mejor elección.
El World Economic Forum advierte: “Si los bancos centrales no producen ninguna moneda digital, perderán el control monetario y un mayor potencial de graves recesiones económicas. Dado el rápido ritmo de las innovaciones en la tecnología de pagos y la proliferación de monedas virtuales, podría no ser prudente que los bancos centrales sean pasivos en su enfoque de CBDC (Central Bank Digital Currency). Los bancos tienen una ventaja competitiva, dado el tamaño de la base de datos de sus clientes, pero también están amenazados por aquellos jugadores tecnológicos que pueden ofrecer la Plataforma”.
En cuanto a la política fiscal en un ambiente global, la OECD sostiene: ¿Cómo puede florecer la competencia fiscal justa entre las naciones soberanas, para eliminar la competencia desleal? ¿Cuál es la forma más adecuada de gravar a las empresas globales? ¿La nueva economía implica nuevos impuestos o la necesidad de rediseñar los antiguos? ¿Cuál es el rol de las administraciones tributarias en este nuevo mundo?
En relación al prosumo de las poblaciones pobres, este podría crecer con las tecnologías exponenciales, elevando su nivel de vida. Pero la política tradicional y los gobiernos burocráticos que se sustentan en las rentas del capital y el trabajo, se debilitarían. Es por ello que para evitarlo, los gobiernos siguen impulsando a la industria, a la inversión extranjera, las cuales se ven favorecidas por la mano de obra barata. Sin embargo, este exponencial aumento de la economía no monetaria dependiente del prosumo, que nunca será tenida en cuenta por nuestros gobernantes y políticos, puede tener grandes repercusiones en los gobiernos, en la política y en la economía. Porque, obligará a los gobiernos a ser muy veloces y eficientes, disminuyendo la burocracia, reemplazándola por tecnologías avanzadas basadas en robótica distribuida, Inteligencia artificial, sistemas de cadenas de bloques para la transparencia e introducir la moneda digital.
La nueva sociedad del conocimiento en Colombia, nos promete una lucha titánica entre los dueños del poder de la sociedad agrícola, representada en el uso de las tierras y las armas, los dueños del poder de la sociedad industrial, representado en el dinero, y los nuevos dueños del poder de la sociedad del conocimiento, representado en el conocimiento. Durante la revolución industrial, los terratenientes previsivos, se trasladaron a las ciudades y se convirtieron en urbanizadores, corredores de bolsas, banqueros, magnates de medios de comunicación. Los que no lo hicieron, se convirtieron en una clase de nobleza empobrecida. Lo mismo pasará con los poderosos de hoy día.
En este nuevo mundo, solo los capitalistas previsivos serán aquellos que conviertan el dinero en conocimiento. Los que no lo hagan se convertirán en banqueros, industriales y constructores, tratando de inhalar su última bocanada de aire. Los gobernantes y políticos tendrán que tomar una gran decisión: o, impulsar los niveles de prosumo de las poblaciones pobres, o por el contrario, condenar al país a una perpetua miseria y a ellos mismos a la impotencia política.
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