Gravar con un Impoconsumo del 2% la venta de vivienda usada es altamente inconveniente porque frena la dinámica inmobiliaria e incentiva la informalidad y la evasión de impuestos”, comentó María Clara Luque.
“Vemos que a pesar de que el gobierno nacional e incluso el director de la DIAN declaró públicamente que no se afectaría la vivienda usada en el Proyecto de ley de Financiamiento se incluyó un nuevo artículo (512-22) donde se grava con el 2% a la vivienda nueva y usada”, explicó la líder gremial quien solicita al Gobierno Nacional no afectar a la única rama que ha tenido indicadores positivos en la actividad de los bienes raíces en los dos últimos años cuando la economía ha estado tan frenada. También recordó que el mismo Ministro Carrasquilla declaró públicamente que gravar la vivienda usada había sido un error en el texto del proyecto.
Vale la pena recordar que la vivienda usada es el principal patrimonio de la mayoría de los colombianos y que al gravar con Impoconsumo se estaría incentivando la informalidad porque las personas van a buscar escriturar por debajo de los valores reales para hacerles el quite a esos impuestos como fue tradición por muchos años. “Nosotros desde Fedelonjas hemos venido cultivando las buenas prácticas de respeto al marco legal y tributario e incentivando a los compradores a tributar lo correcto pero al tener que pagar un Impoconsumo adicional a los otros impuestos y tasas (como los costos de escrituración y registro, los impuestos de Beneficencia y la retención en la fuente) pues los clientes evitarán contratar inmobiliarios que les generen más costos y que les pidan pagar impuestos de ley”, explicó la presidente de Fedelonjas.
También es importante resaltar que la compraventa de vivienda es una actividad que genera importantes plazas de empleo en actividades alternas como la fabricación de elementos de decoración y el uso de materiales y mano de obra en remodelación como pinturas, pisos y paredes. Además, cerca del 90% de las transacciones inmobiliarias son de bienes usados que, muchas veces, se venden para comprar algo nuevo lo que muestra la importancia del sector en la dinámica de la economía.
“Durante el 2017, las remodelaciones y las reparaciones crecieron 0,9% mientras la construcción de vivienda bajó -6,2% y la de otras edificaciones cayó 16,2%. Esto indica que las familias prefieren invertir en viviendas usadas porque tienen un costo por metro cuadrado más favorable”, explica María Clara Luque, presidente de Fedelonjas, quien agrega que “al incrementar los impuestos se frenará la dinámica usada que ha permitido compensar un sector que ha estado muy golpeado: la construcción”.
A diciembre de 2017, el único indicador positivo en la rama económica de la construcción (compuesta por Edificaciones Residenciales, no residenciales y Mantenimiento y Reparación) fue la que corresponde a las inversiones por remodelaciones en viviendas usadas. “Esta tendencia se produce porque al tener un año difícil en términos económicos, las familias buscan la opción que sea más económica y se ajuste mejor a sus necesidades, así la vivienda usada ofrece mayores áreas, tiene más opciones de ubicación y la oferta es mucho mayor”, agrega la dirigente de Fedelonjas.