Con el covid-19, nuestros hábitos tuvieron que cambiar, empezamos a permanecer en la casa, trabajar desde la casa, a reemplazar nuestras oficinas por lugares en el hogar, reunirnos virtualmente y en especial a sentir que no sabemos cómo hacer nuestro trabajo, no sabemos cómo continuar nuestra actividad productiva, al sentirnos que no sabemos cómo seguir realizando nuestras labores diarias en casa y en términos generales tenemos incertidumbre en que debemos hacer, que no debemos hacer y que estamos dejando de hacer; y esta incertidumbre puede causarnos miedo y esta emoción nos impide actuar, nos paraliza o nos pone realizar labores sin sentido y al final del día nos podemos sentir cansados y al mismo tiempo frustrados porque sentimos que nuestro esfuerzo no está siendo productivo.
¿Qué entendemos por incertidumbre?
Según la Real Academia de la Lengua, podemos definir la incertidumbre como la falta de conocimiento claro de algo. Tomando este significado y analizando lo que estamos viviendo hoy, un día nos obligaron a cambiar nuestra rutina, nuestros hábitos y no sabemos hasta cuando, como ni por qué y para qué. Nos falta de claridad, y esta situación nos causa grandes dificultades, retos y oportunidades y lo que quiero en este escrito es ofrecerles alternativas prácticas para pensar y analizar qué y cómo podemos ser productivos como líderes?
Cinco acciones útiles para liderar en la incertidumbre
En momentos de incertidumbre mundial, a los líderes les aconsejamos estudiar y analizar la información de manera general, conocer los datos y hechos relevantes para la toma decisiones, sin embargo, el actuar debe ser especifico, con acciones concretas que lleven al logro de los objetivos, no saturarnos de información sin que esta sea productiva y accionable y aplicable a su negocio. Por ejemplo, no puedo salir de la casa, analizo en la semana que actividades tenia planeadas que son presenciales, cuales puedo hacer virtuales, cuales es imposible hacerlas como estaban pensadas y si son fundamentales como puedo adaptarlas a la nueva situación; y empezar las acciones de cambio inmediato para medir su impacto y ajustarla en corto tiempo ya que las condiciones están cambiando cada día. NO OLVIDAR ACCIONAR LAS IDEAS. Ya que las variables de evaluación cambian a diario y si espero a tener la idea perfecta pueden cambiar las variables iniciales y podrán hacerme sentir decepcionado y estancado.
Con el fin de ofrecer algunas ideas para iniciar el trabajo de conocimiento y acción propongo las siguientes:
- Identificar como líder que ha cambiado en mis funciones: Ejemplo soy Gerente de Producción y realizo mi labor en una planta que está cerrada, reviso mi agenda del mes anterior de la pandemia, que puedo hacer igual, que puedo hacer si lo reinvento y que actividades no puedo hacer y actividades he dejado de hacer que puedo hacer.
- De los cambios cuales dependen de mí y cuales no dependen de mí: Identifico las acciones que puedo hacer igual o reinventadas y me centro en esas actividades. Las que no se pueden hacer no le voy a gastar tiempo lamentándome y dedico tiempo a detectar si debo mantenerlas cuando sea permitido o tal vez es una oportunidad de eliminar desperdiciadores que venía haciendo como hábito.
- Con los cambios que dependen de mi, como los ajusto para que sean una oportunidad y no una debilidad: En los cambios que puedo implementar, puedo hacer un plan de gestión posible, medible y verificable, para que de manera ágil pueda ajustarlo a las nuevas realidades.
- Con base en estos cambios como puedo apoyar a mi equipo en este momento: Puedo buscar canales de comunicación empática y colaborativa con el equipo, e invitar a todos los miembros del equipo a realizar las acciones 1,2 y 3 para compartirlas y buscar soluciones colaborativas poderosas.
- ¿Qué acciones puedo implementar para hacer los cambios realidad? : Ejercitar mi flexibilidad y apoyar las ideas, que en principio pueden parecer irreales, y darle la posibilidad de probarlas y medirlas. Compartir los éxitos para mantenerlos y los fracasos para corregirlos.
Cinco herramientas para apoyar las acciones:
Como exprese al principio las ideas deben convertirse en acciones de manera rápida ya que como las condiciones cambian a diario, se pueden quedar en ideas que no son operables porque la demora en la acción las podría volver no accionables, por lo cual ofrezco estas cinco herramientas que apoyan la generación de acciones:
- Escucha empática: Genera canales de comunicación con el equipo, en los cuales entienda su situación, comprenda y valore sus ideas.
- Optimismo: Buscando ver y juzgar las ideas, acciones y resultados de la manera mas positiva.
- Fe: Entendida como la seguridad o confianza plena en que vamos a salir adelante fortalecidos.
- Organización: Generar rutinas y hábitos personales y grupales productivos en trabajo en casa con metas cortas y medibles.
- Claridad: Comunicar la situación de la organización de una manera clara, de acuerdo con los acontecimientos, afianzando la confianza y evitando rumores y mal entendidos.
- Planeación adaptativa: Entendida como planeación de inmediato: plazo: 5 días, a corto plazo: 1 semana y a mediano plazo: 1 mes. Esta planeación debe tener objetivos claros, alcanzables y medibles.
Se ha dicho que en momentos de crisis y dificultad un liderazgo autoritario, entendido como aquel en el que el líder proporciona una dirección clara en situaciones extremas, y se podría concluir que en esta situación de Covid19, sería el más aconsejable, sin embargo esta pandemia nos invita a reevaluar estos conceptos ya que ni siquiera el líder tiene claro cuál es la situación actual, los efectos y para dónde ir, por esta razón, de acuerdo al cambio que se esté trabajando consideramos aconsejable ser un líder coach, quien se conecta la situación del equipo con la organización, buscando sacar lo mejor de su equipo. Un líder que se da el permiso de situarse en una zona de aprendizaje donde escucha empáticamente, cuestiona de una manera positiva buscando una mejora constante y premia la creatividad, la colaboración y la escucha.
Por otro lado, se aconseja ser un líder afiliativo, a quien lo primero son las personas, busque animarlos en situaciones difíciles, favorecer la sensación de fe, de que las cosas se van a lograr y que podremos salir adelante ya que esta fe, entendida como la convicción profunda que las cosas van a mejorar, hará que las acciones sean potencialicen y se logren los objetivos al ponerle ganas, empeño y dedicación.
AUTOCUIDADO DE LOS LIDERES
En la mayoría de los casos los lideres deben estar atentos a su autocuidado con el fin de lograr que los resultados sean el fruto de un desarrollo personal y profesional duradero y sano, y en momentos de crisis toma un valor adicional, porque ante la incertidumbre debemos exigirnos más, ser más rápidos, ser más eficientes, ser más productivos y para lograrlo debemos cuidarnos. Y nos preguntamos cómo hacerlo y la propuesta no es nada diferente a las que se ha planteado durante varios años y que consiste en cultivar:
Cuerpo: Practicando ejercicio para lograr una resistencia física, fortaleza y flexibilidad.
Alma: Practicando meditación, rezar, reflexionar, leer y escuchar música.
Mente: Investigando, aprendiendo, conociendo, descubriendo y ampliando el horizonte
Corazón: Trabajar la conexión emocional y la empatía con el equipo para que la fe y la esperanza sean los líderes de la relación de trabajo.
El líder en estos momentos debe recordar el pasado para recordar sus victorias y lo aprendido de las dificultades. Vivir el presente con fe y esperanza, disfrutando los pequeños detalles, aprendiendo de los cambios que ejecuta y proyectarse a un futuro lleno de sueños.
Como líderes debemos mantener el equipo animado, actuando y sobre todo con optimismo, fé y reconociendo los pequeños grandes logros del día a día. Confiando con acciones que saldremos fortalecidos de esta situación inesperada.
En ADVANCE trabajamos cada día por innovar y transformar el desarrollo organizacional de las compañías.
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