El concepto de Gobierno Corporativo (GC) se origina en la empresa contemporánea y se identifica con la delegación del poder sobre la toma de decisiones hacia gerentes y directivos diferentes a los propietarios. El GC se fundamenta en la comprensión de la estructura de dirección (como se distribuye el poder), el sistema de control, sus reportes y los mecanismos de alineación de incentivos o compensaciones. Así mismo, provee la estructura a través de la cual se determinan los objetivos de la organización, la monitorización, implementación y cumplimiento de los mismos dentro de estándares y principios éticos socialmente aceptables.
El término buen GC puede entenderse como la práctica de una filosofía corporativa amparada en procesos apropiados que permiten a los grupos de interés de una organización medir y evaluar los propósitos, riesgos y oportunidades que se presentan en la búsqueda de su sostenibilidad ética y consolidación en el largo plazo. Un GC implica la existencia de un equipo gerencial que se desempeña en un marco de buenas prácticas y una adecuada Junta Directiva que se destaque por las relaciones funcionales y transparentes con la gerencia.
Se trata de ponerse como meta convertir a la empresa en una organización ética que cumpla el contrato social que se refiere al derecho que la sociedad da a las organizaciones para funcionar, cumplir su objeto social y generar excedentes, a cambio de que la empresa brinde beneficios a los clientes, empleados, la comunidad y el medio ambiente.

Por: José M. Maya
MD.MSP MDU
En las últimas décadas, el concepto de GC ha incorporado la formulación de Códigos de Ética y de Buen Gobierno, los cuales proveen directrices sobre las relaciones entre las estructuras de poder en la empresa y definen la orientación a seguir para la toma de decisiones que deben cumplir los responsables de la misma.
Los múltiples escándalos financieros y la quiebra de empresas de los sectores privado y estatal a nivel mundial como por ejemplo: WorldCom, Enron, Tyco, Adelphia, Xerox, Sunbeam, Waste Management, HealthSouth, Globlal Crossing y Parmalat, entre otras, y en la última década empresas como Olympus y Lehman Brothers y en Colombia los casos de Interbolsa, SaludCoop y Space, han puesto el tema del GC y de Códigos de Ética y Buen Gobierno en la primera línea de interés para los inversionistas, gobiernos, empresas, universidades y la comunidad en general.
La crisis económica en los países del primer mundo, colocó en el centro de la agenda pública internacional el tema del GC y dentro de éste de los Códigos de Ética y buen gobierno. Parte de la crisis fue por el sistema que ha regido la empresa contemporánea, donde existe debilidad en la gobernanza de la misma, asociado a una combinación explosiva de comportamientos antiéticos, excesiva toma de riesgos y fallas en la regulación (auditoría, control) administrativa de la actividad empresarial. El nobel de economía Joseph Stiglitz describe esta situación enmarcada en la precaria calidad del gobierno de las corporaciones que permitió estímulos perversos a la mala contabilidad, a los comportamientos erráticos y a la excesiva toma de riesgos.
La pérdida de credibilidad en la gerencia y el control de las organizaciones empresariales, ha hecho evidente la imperiosa necesidad de adoptar modelos de GC con códigos de ética y de buen gobierno que establezcan pautas a los altos directivos de las organizaciones, para garantizar transparencia y eficiencia en su gestión. Estos proveen directrices sobre las relaciones entre las estructuras de poder en la empresa y definen la orientación para la toma de decisiones que deben cumplir los responsables de la organización. Son la base para construir reputación y crear confianza en su capital social, así mismo, induce a la cooperación y a la percepción de buen comportamiento por parte de los grupos de interés. De igual forma estos códigos, contribuyen a reducir los costos de agencia y monitoreo.
Preparar un buen Código de Ética y Buen Gobierno requiere de una decisión explicita del alto nivel de dirección de la empresa y del compromiso de todos sus estamentos. Se trata finalmente no de escribir un documento guía, sino de iniciar un proceso de creación de cultura empresarial.
Es la definición en la empresa, de su función y del lugar social y económico que ocupa o quiere ocupar; se apoya en tres pilares: una imagen de ser humano, un modelo de orden social y un modelo de empresa.
Igualmente, es la concreción de normas y valores necesarios para alcanzar los objetivos definidos por la filosofía de la empresa. Su finalidad es desarrollar un proyecto común que, apoyándose en los principios que rigen la empresa, posibilite la identificación corporativa de todos sus miembros. Establece una determinada relación entre los diferentes intereses. Nos define cuáles son los ejes centrales de actuación empresarial a través de la jerarquización de prioridades, de las que se derivarán los objetivos estratégicos y operacionales.
El código de Ética y buen Gobierno además de definir estructura, principios y valores y políticas generales de la actuación empresarial debe consagrar mecanismos para garantizar en el actuar de toda la organización, entre otros los siguientes aspectos:
- Transparencia en manejo de recursos.
- Eficiencia.
- Calidad y Seguridad en los productos y servicios.
- Margen de utilidad razonable teniendo en cuenta el tipo de servicios o productos que ofrece.
- Justicia en las relaciones con el talento humano.
- Estrategias para crear un excelente clima organizacional.
- Manejo de conflictos de interés, inhabilidades e incompatibilidades.
- Compromiso con el entorno y la sostenibilidad ambiental.
- Honradez en la oferta de los productos.
- Competencia leal.
- Respeto por la propiedad intelectual.
Una vez aprobado el Código por el más alto nivel organizacional, debe divulgarse ampliamente entre todos los grupos de interés y desarrollar mecanismos de monitoreo para su implementación y cumplimiento adecuado.