«La planificación estratégica debe considerar los eventos externos que pueden suceder y que pueden modificar todo el plan propuesto.»
La actual pandemia que vivimos, promovió en las organizaciones la aceleración digital, pero lo que también hay que observar es la transformación requerida en la forma que conocemos la planificación estratégica, todo esto nos trae grandes reflexiones.
Por mucho que sea imposible predecir lo impredecible, sepan que podemos ir más allá de permanecer resistentes a estos eventos, podemos aprender y seguir creciendo con tal situación. Tan importante como permanecer inquebrantable frente al caos, (cuando digo caos, es el caos de verdad y no los desafíos de la vida cotidiana) es utilizar estos fenómenos como punto de apalancamiento para el crecimiento exponencial.
Tal concepto puede parecer nuevo para usted, pero no lo es. La verdad es que tales conceptos son inherentes a nuestra vida cotidiana, pero con un nivel de percepción no tan trivial para nosotros. Para entender cómo funcionan los sistemas que se benefician del caos, veamos al ser humano; cuando se ve afectado por una infección, el cuerpo crea anticuerpos para combatirlo, y tan pronto como se supera, el cuerpo se vuelve más resistente.
Del mismo modo, podemos tomar las organizaciones como sistemas orgánicos y complejos. Orgánico porque son: auto-reparables, indiferente a pequeñas variaciones, requiere una recuperación después del impacto, y tienen interdependencia entre las partes, y complejo por la posibilidad de tener más de un resultado para la misma entrada.
Al igual que el cuerpo humano, las organizaciones deben estar preparadas para cuando se lleven a cabo eventos inesperados y, por lo tanto, la planificación estratégica debe reflejar la realidad en que se inserta. A menudo planeamos teniendo en cuenta únicamente los escenarios ideales, esperados, y habituales. Llevándonos a un malentendido cuanto el enfoque de escenarios es adverso. Comparto aquí un pensamiento chino que expresa claramente una manera apropiada de cómo debemos mirar los acontecimientos:
«Espera lo mejor, prepárate para lo peor y acepta lo que viene.» Proverbio chino.
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Las organizaciones, cuando planean el peor de los casos, están avanzando hacia lo que el ensayista y pensador contemporáneo Nassim Taleb, autor del libro «The Black Swan», clasifica como antifrágil, un neologismo que elaboró para clasificar los sistemas que después de una situación de caos extremo se hacen más fuertes de lo que eran (ver más en el libro: «Antifrágil: Las cosas que se benefician del desorden» también por el escritor Nassim Taleb). En términos de organización, esto implica el uso de eventos raros, aleatorios y de alto impacto (conocidos como Cisnes Negros y muy bien abordados en el libro) como una fuente de aprendizaje y evolución.
Si la preparación para escenarios externos fortalece significativamente la organización, el trabajo de aspectos internos coloca un sello de anti-fragilidad, con cinco factores importantes en la creación de una empresa antifrágil, que son:
• Descentralización de la administración y de los procesos: Sistemas centralizados hacen que la respuesta consuman mucho tiempo, además de difundir un error ubicado para todo el sistema.
• Exilio de iatrogenia: A menudo tratar de resolver un problema se vuelve más costoso que soportar el problema, adaptarse a el, o incluso ignorarlo.
• No endeudamiento: Las deudas hacen que el sistema sea más dependiente de los proveedores y vulnerable a pequeñas fluctuaciones económicas.
• Diferenciación de la estructura productiva: Productos o servicios con baja complejidad de elaboración o de fácil reproducción son puntos de fragilidad de una organización.
• Estrechamiento entre el responsable de la toma de decisiones y las consecuencias: Cuanto más cerca estén los responsables de la toma de decisiones del proceso, más asertiva será la toma de decisiones.
De esta manera, la planificación estratégica no solo debe evaluar el escenario en que se inserta la organización, también debe considerar los eventos externos que pueden suceder y que pueden modificar todo el plan propuesto. Además, se debe tener en cuenta los factores internos y externos ya que son parte de la construcción de una empresa que se beneficia del caos.
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