“Los nuevos modelos de competencias 4.0, deben ser concretos, livianos y alineados a los objetivos estratégicos, incluyendo un fuerte componente a nivel de comportamientos en entornos digitales.”
En la actualidad estamos viviendo uno de los momentos de mayor impacto en cuanto a los avances tecnológicos asociados a la cuarta revolución industrial, de acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF). En general, la tecnología está transformando las organizaciones, de manera que las habilidades y/o competencias, también deben evolucionar para estar en la misma línea.
“Se trata de un período de disrupciones que modificarán la forma de trabajo teniendo en cuenta que hoy, todavía en la fase primaria de la revolución, el 71 % de los procesos son desarrollados por personas y el resto por máquinas. No obstante, el WEF estima que, para el año 2025, la tecnología se encargará del 52 % de las tareas de los profesionales, de manera que, antes que pensar en la cantidad de empleos que se perderán en el futuro, las organizaciones y los profesionales deben prepararse para los puestos de trabajo que surjan en los próximos años”. [1]
Estos fuertes cambios, no solo obligan a las organizaciones a transformarse, sino a las personas a modificar su mindset y desarrollar nuevas competencias para ajustarse a las metodologías y formas de desarrollar su trabajo en los entornos digitales, es decir, estamos en un momento de skill revolution. Las competencias blandas de las personas, serán las que marcarán la diferencia a nivel de performance y permitirán la competitividad. Por lo tanto, una organización podrá contar con las mejores herramientas a nivel tecnológico, pero estas no serán suficientes, si no contamos con personas calificadas.
Debemos ser conscientes que el mundo cambio, que las competencias que antes teníamos definidas en la organización, muy probablemente, pueden ser obsoletas. Los nuevos modelos de competencias 4.0, deben ser concretos, livianos y alineados a los objetivos estratégicos, incluyendo un fuerte componente a nivel de comportamientos digitales. Básicamente, es pensar hacia dónde va la organización, cuál es la madurez digital que queremos alcanzar, y qué comportamientos requerimos en las personas, para lograr los resultados que esperamos.
Otro punto importante en la definición de los nuevos modelos, es tener en cuenta la población generacional que conforma la organización, pues de acuerdo a cada una de estas, (X, Millenials, Centennials), las competencias pueden estar más desarrolladas o con alto potencial de desarrollo. Por ejemplo, una competencia como trabajo en red, entendiéndola como la facilidad para realizar labores de equipo en entornos digitales, puede ser una competencia más evidente en Centennials, que en la generación X. Esto, dado a que esta generación, son nativos digitales y desde muy temprana edad, han estado inmersos en equipos de trabajo con fuerte interacción digital.
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Por otro lado y de acuerdo con el Instituto TED de España, los nuevos modelos deben partir de los siguientes ejes, para así afrontar los entornos digitales:
- Competencias relacionadas con el eje de liderazgo y estrategia digital, son las que necesitan los directivos para liderar el proceso de trasformación y definir una estrategia centrada en el cliente digital, la digitalización de la empresa, la nueva arquitectura tecnológica y de datos y la cultura digital de las personas.
- Competencias relacionadas con el eje clientes, permiten relacionarse con los clientes y mercados, innovación de productos y servicios digitales.
- Competencias relacionadas con el eje tecnologías, son las que necesitan las áreas de operaciones y tecnología para identificar las necesidades de digitalización de los procesos.
- Competencias relacionadas con el eje personas, son las que necesita las personas de gestión del talento y formación para el desarrollar una mentalidad digital, las competencias para la empresa digital y la gestión del talento digital en el personal.
Entre las competencias que conforman cada uno de estos ejes, podemos encontrar la adaptabilidad al cambio, innovación, liderazgo en red, comunicación digital, aprendizaje continuo, gestión de la información, conocimiento digital, entre otras. Siendo el aprendizaje continuo, una de las competencias más valoradas por las organizaciones, pero no solo enfocada a la adquisición de nuevos conocimientos, sino hacia el learnability, orientado a desaprender y aprender, adquirir nuevos conocimientos a lo largo de la vida, para mantenerse vigente en estos entornos cambiantes.
En general, es importante alinear la estrategia organizacional, con las competencias digitales que se necesitan para lograr los resultados. Así mismo, las personas que están aprendiendo y adaptándose a los cambios, serán las que marcarán la diferencia en los entornos digitales.
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