Es un hecho que hoy más que nunca, el deporte ha cobrado mucha más importancia que antes; miles de personas que están confinadas en sus hogares, niños tomando clases a través de plataformas tecnológicas y otros tantos miles de personas en teletrabajo, hacen que las rutinas de todos, hayan cambiado. El deporte es ahora, una necesidad, nos hace sentir vivos; ejercitarse en casa nunca había sido tan importante como hoy.
Por otro lado, muchos que ni siquiera lo pensaban, se inclinan ahora por las compras en línea y la idea de entrenar en casa, ahora es más loable que todas esas veces que decidieron aplazar su inscripción al gimnasio. La tendencia de crecimiento de los cientos de sitios web con ofertas de productos y servicios cada vez más especializados, hacen que los usuarios sean cada vez más exigentes y asimismo, prefieran –por encima de todo- adquirir productos que satisfagan sus nuevas necesidades y a la vez les dé bienestar. Las empresas deben transformar sus canales de venta y hacerle frente a la demanda de los miles de consumidores que pueden permanecer en casa.
Gracias al comercio electrónico, a un lado de la pantalla hay una cadena humana inmensa que hace posible que muchos puedan tener un producto a tiempo en la puerta de su casa. Del otro lado, están quienes lo hacen posible y que a través de esta actividad, llevan a sus hogares el sustento.
Por esto es que nunca se debe olvidar esa cadena de valor humano detrás de nuestras necesidades, seres como usted o como yo, que a diario se levantan a recibir, alistar, despachar, transportar y hacer llegar los miles de pedidos en línea que las empresas que pueden, mantienen sus negocios a través del comercio electrónico. Por momentos, olvidamos que cualquier compra en línea, por más rápida que sea, tiene detrás a alguien que lo ha hecho posible, para que usted pueda tenerlo en la comodidad de su casa y de paso, evite el contagio.
Sin embargo, aun cuando evadimos el contacto físico para protegernos, los colombianos tenemos la necesidad de sentir detrás de cada compra, a un ser humano. Nos alegramos que alguien responda nuestras preguntas, esté pendiente de los pedidos y nos dé información cuando lo necesitamos. No hay que olvidar que a pesar de los mensajes automatizados o entregas satelitales y múltiples tecnologías que facilitan la eficiencia y de paso, nuestras vidas, hay muchos seres humanos dándonos una mano para que esto sea posible.
Para que la economía se mueva –así implique a un ritmo más lento y deba acelerar la digitalización- hay un rostro humano detrás de todo. Los colaboradores son y deben ser, el activo más importante de una empresa. Porque si bien, no todos pueden acatar las normativas del confinamiento, quienes día a día hacen su trabajo -ahora con más razón que antes-, agregan valor a los que sí pueden. Gracias al comercio en línea, miles de personas llevan el sustento a sus hogares, y otros tantos más, pueden estar tranquilos durante estos momentos de encierro.
¿Es una paradoja que en plena transformación digital nos haga falta el contacto humano? No. Es por eso que el deporte y las relaciones humanas cobran un valor importantísimo: En estos tiempos de crisis, nos dan vitalidad. Y no deben ser privilegios, todos tenemos el derecho de sentirnos vivos.
El comercio en línea nos hace más fácil afrontar la crisis del COVID; la vitalidad, nos hace sentir más humanos.
Decathlon cuenta con equipo humano comprometido con el servicio y la satisfacción del cliente
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