«El valor de la empresa, está directamente relacionado con la capacidad de generar flujos de caja en la misma.»
Conocer si las acciones que está desarrollando el empresario en su compañía lo están llevando a generar más valor, debería estar incluido en el grupo de prioridades de su gestión. Se podría preguntar ¿Por qué quiero que mi empresa valga más si actualmente no estoy interesado en venderla? La respuesta está en que el valor de la empresa, está directamente relacionado con la capacidad de generar flujos de caja en la misma. Así, las empresas más valiosas serán las que mayores flujos de caja generen, lo cual favorecerá la posibilidad de ejecutar estrategias de crecimiento, inversión, gestión del endeudamiento y repartición de dividendos.
Teniendo esto presente, existen algunas acciones que tomamos en las empresas que mueven de forma desfavorable la caja hoy, o en el futuro, y que por lo tanto disminuyen el valor. A continuación, desarrollaremos algunas ideas que no favorecen el valor de la empresa:
Tener una alta concentración de clientes o de proveedores:
Cuando uno sólo de los clientes tiene una participación muy alta dentro de los ingresos que genera el negocio, mayor será el riesgo que corre la empresa ante un potencial deterioro o retiro de dicho cliente. En la medida en la que se materialice dicho riesgo, la posibilidad de generar flujos de caja del negocio se puede ver debilitada.
De igual manera, una alta dependencia de un grupo limitado de proveedores podría implicar que se corren más riesgos en la operación y se depende en mayor medida de las políticas de estos. En la medida en la que se tengan más opciones de proveedores, podría tenerse mejores posibilidades de negociación de mejores condiciones, en términos de plazos, precios y otros aspectos que favorezcan más la operación del negocio.
Mantener ineficiencias en la operación, en la estructura de ingresos o de costos y gastos:
Una de las premisas fundamentales para incrementar los flujos de caja del negocio está basado en la idea de incrementar los ingresos, con el menor nivel de costos y gastos. En ocasiones, esto es más fácil decirlo, que hacerlo. Sin embargo, en la medida en la que se logren eficiencias en la operación, alianzas con terceros, búsqueda de mejores proveedores, aplicación de tecnología relevante, aplicación de innovación en productos o servicios, entre otros; se pueden encontrar ventanas de oportunidad para incrementar las ganancias en la empresa y, por lo tanto, el aumento de los flujos de caja percibidos.
Mantener capital ocioso:
El capital ocioso se genera cuando tenemos activos con baja rotación, por ejemplo la cartera o los inventarios, o cuando mantenemos activos fijos, como la maquinaria y equipo, que se está subutilizando. Es fundamental evaluar permanentemente la necesidad de mantener dichos activos o de los niveles máximos que debería tener, basado en procesos de optimización operacional. Sin embargo, en ocasiones, una mejor utilización de dichos activos implicará incluso un cambio de modelo de negocios, que permita acceder a mercados que requieran menores niveles de inversión, tanto en términos del uso del capital de trabajo, como en los activos fijos operacionales.
Invertir en proyectos poco rentables y aferrarse a ellos:
En ocasiones, en las empresas se generan inversiones en proyectos que no generan los resultados suficientes para cubrir el costo de oportunidad del dinero. También, puede pasar que se tenga un negocio que tiempo atrás era rentable, pero que, por diferentes razones de mercado, técnicas o tecnológicas, ya no lo es. Con respecto a esto, el empresario debe tener en la cuenta que mientras más se aferre a dichos negocios, mayores pérdidas de oportunidad tendrá. Pregúntese si ese dinero que tiene invertido allí no podría estar generando mejores resultados en otro proyecto en la empresa, que apoye su estrategia de forma rentable y sostenible.
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Depender demasiado de un solo empleado clave:
En la medida en la que una gran parte del conocimiento esté concentrado en un sólo empleado clave, que incluso en muchas veces puede ser un socio que actúa como el Gerente, se podría poner en peligro la continuidad del negocio en la medida en la que dicha persona no se encuentre disponible o desee retirarse. Hay muchas empresas que mueren una vez su socio y director principal desea retirarse. Por tal razón, es fundamental trabajar en la Gestión del Conocimiento, de manera que se busque mantener la capacidad de operar y, por lo tanto, de generar flujos de caja rentablemente en el tiempo.
Tener una estructura financiera inadecuada:
Un nivel de endeudamiento demasiado alto o con condiciones que sean desfavorables para la empresa, no solamente puede llevarse una gran parte de los flujos de caja que la empresa requeriría para poder crecer e invertir en el tiempo. También puede generar niveles de stress demasiado altos en los Gerentes o los Inversionistas que, en ocasiones, los lleva a tomar decisiones desesperadas.
El tema fundamental con respecto al nivel de endeudamiento consiste en mantener una estructura que sea realista de pagar en el tiempo, que tenga un costo apropiado, que no limite las estrategias de crecimiento y sostenibilidad en las empresas y que sea acorde con el nivel de riesgo de la compañía y con el que los socios están dispuestos a aceptar.
Contingencias o litigios previsibles:
Este puede ser un factor que puede presionar mucho la caja en la medida en la que se materialicen situaciones como demandas en contra o contingencias asociadas con daños de maquinaria esencial, lesiones o fallecimientos de personas, fallas en la infraestructura de la empresa, entre otros. En muchos casos, son situaciones difíciles de predecir. Sin embargo, es importante trabajar por mejorar los sistemas de gestión del riesgo, que permitan trabajar en una estrategia más preventiva, que reactiva. En general, una estrategia como la primera, tiende a tener costos mucho menores que la segunda.
Creer que la responsabilidad de incrementar el valor de la empresa solamente recae en el Gerente:
Las decisiones que se toman a lo largo de toda la compañía tienen el potencial de impactar favorable o desfavorablemente el valor de la misma. Imagine si en el área de compras decidimos llenar la bodega de inventario en exceso. O tal vez un vendedor que cumple su cuota mensual, pero a clientes que se demoran en pagar mucho más tiempo que lo normalmente establecido en la política de cartera de la empresa. O un director de planta que no gestiona los costos de producción. O un área legal que no genera estrategias para proteger los flujos de caja de la empresa a partir de un proceso de contratación desfavorable. Así podríamos continuar a lo largo de todas las áreas de la empresa. Hasta que no nos demos cuenta que la responsabilidad de generar valor está en manos de todos, no se van a observar cambios relevantes en la empresa.
No preparar y remunerar adecuadamente al equipo de trabajo:
Tenga presente que todos los cambios en las empresas los generan las personas. De esta forma, recuerde mantener a su equipo motivado, capacitado e informado. Esto mejorará las oportunidades de encontrar alternativas de nuevas oportunidades y de mejoramiento continuo en la empresa, impulsado por su equipo de trabajo.
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