El año 2020 llego con muchas sorpresas y los planes empresariales que teníamos fueron totalmente cambiados, nuestra vida laboral cambió, nuestras rutinas de trabajo cambiaron y lo que teníamos firme y estable se desvaneció. Este suceso no paso por casualidad, Dios tiene un plan, los planes de Él son perfectos, aunque a veces no los entendamos. Las tormentas de la vida nos golpean con vientos fuertes y es ahí, donde podemos demostrar de que estamos hechos.
Las situaciones difíciles hacen hombres fuertes y valientes, pero esta valentía y esta fuerza se logra cayéndose y levantándose, el que nunca cae, jamás será fuerte, porque la fuerza se da en levantarse. Entre más dura sea la caída, mayor es la fuerza.
La caída del 2020 fue muy dura, se cerraron empresas, se disminuyeron ingresos y se despidieron empleados. Pero cuando subamos nuestra mirada a Dios, que es quien nos da la fuerza, nuestro resurgimiento se hará con resplandor, la luz de Dios llegará en el 2021 y todo volverá, pero no como antes, todo será nuevo. Nuestra forma de trabajar, amar, respetar, de hacer empresa, de producir y sobre todo nuestra forma de buscar a Dios.
Este triste suceso del 2020, es un llamado de Dios, para que empecemos a buscarle, a dejar la violencia, a valorar la tierra que se nos ha dado para gobernar, a dar gracias por tener salud, por facturar así sea menos que antes, por mantener nuestro trabajo, por cada cliente que nos apoyó en tiempos de crisis, ¡Gracias!
Nos espera un año de bendiciones, busca a Dios, que te las da, con fe, con optimismo, con fuerza, con valentía y sobre todo con amor.
El abre sus brazos para que el 2021 lo busquemos de corazón y recibamos todo lo bueno que ha preparado para nosotros sus hijos. “Dios es de todos, para todos y sobre todos.”
Levántate y resplandece (Isaías 60:1). Este 2021 es el año que hizo el Señor, para reinventarte.
Bendiciones y paz sobre abundante en este 2021, les desea la revista de Dios.
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