«El nuevo prototipado en innovación busca es aprender, si, rápido y barato, también, pero lo necesario para avanzar y alcanzar la siguiente etapa del proyecto satisfactoriamente y así, sistemáticamente, lograr finalizarlo con éxito lo más rápido y barato posible.»
Con la popularización y apropiación por parte de la industria de la innovación, el Design Thinking y todas sus variantes, metodologías, enfoques y aproximaciones, hemos visto cómo los límites de los conceptos cambian, se difuminan e incluso desaparecen. Esto no es necesariamente malo, ya que es una demostración más, de las veces que las metodologías salen de las aulas y los laboratorios hacia el mundo real, dejan de ser estáticas para comenzar a evolucionar, de la misma manera que lo hacen las personas, los negocios y los productos. Analizar estas evoluciones y estar al tanto de esas nuevas definiciones es tan importante como estar actualizado e informado sobre los cambios de los mercados.
Unos de esos conceptos clave en innovación que han evolucionado y que es necesario actualizar, son los de validación y prototipado. Dos conceptos que usualmente van de la mano, uno detrás de otro, uno dentro del otro, unidos tanto que muchas veces no es fácil ver la diferencia, y sin embargo la diferencia es tan importante que puede llegar a determinar el éxito o fracaso de un proyecto de innovación, y lo que puede ser incluso más importante, su tiempo de desarrollo.
En el día a día de mi trabajo y el de mi equipo construyendo negocios como resultado de procesos de innovación, hemos convertido estos dos conceptos y el entendimiento de sus diferencias en pilares de nuestro quehacer, y por eso creemos tan importante el poder compartir este conocimiento.
Su relevancia en la innovación
En el entendimiento de la innovación actual, en donde cualquier tipo de implementación tiene que pasar por lo que se ha llamado comúnmente iteraciones, se realizan pruebas con diferentes versiones de prototipos para validar hipótesis y de esta manera ir avanzando hasta lograr conseguir un nuevo producto, servicio, proceso, herramienta o negocio. Y es el resultado de esas pruebas lo que define si una iteración se da por terminada o no y si se avanza a la siguiente etapa o se cancela el proyecto.
Un mal entendimiento del proceso de validación o un mal diseño de un proceso de prototipado, puede dar como resultado el que se descarte equivocadamente un proyecto o se prolongue más allá de lo que es necesario, desperdiciando los tan valiosos y escasos recursos.
De igual manera, definir clara y adecuadamente los alcances del prototipado y diseñar correctamente un esquema de validación, puede agilizar significativamente los tiempos de desarrollo, disminuir las iteraciones y minimizar los riesgos tecnológicos, económicos y de mercado de los proyectos de innovación, permitiendo enfocarnos desde el comienzo en lo realmente importante y dando pie a la innovación dentro de los mismos procesos de innovación para hacer más efectivo cualquier proyecto.
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La diferencia
Cuando hablamos de validación hablamos de certeza: tener la certeza de saber algo. Cuando hablamos de validación en innovación y más específicamente en un proceso de prototipado, hablamos de tener la certeza de saber cómo y porqué algo funciona en un contexto específico, y esta certeza se logra luego de alcanzar el conocimiento de las interacciones que se dan en los diferentes elementos y variables del proceso, ya sea de un producto, de un servicio o de un negocio, por lo que estamos hablando de tener la certeza de cómo y porqué funciona de una manera determinada un sistema complejo, y tenemos que llevar esa certeza hasta el nivel de poder predecir con bastante confiabilidad cómo se va a comportar ese producto, servicio o negocio y sus usuarios en un contexto o situaciones determinadas. Eso en otras palabras es futurología.
Si lo miramos desde el punto de vista historiográfico, analizar el pasado es ver cómo en determinadas situaciones y contextos, las personas vieron una serie de oportunidades o caminos posibles, tomaron una decisión que tuvo unas consecuencias y generó unos impactos que los llevó a nuevas situaciones, por lo que la futurología vendría siendo predecir, en determinadas situaciones y contextos, las personas qué oportunidades van a ver, qué decisiones van a tomar, qué consecuencias e impactos van a tener esas decisiones y a qué nuevas situaciones los va a llevar: si mis usuarios encuentran mi producto en un momento específico, van a tomar la decisión de usarlo de determinada manera y eso los va a llevar a lograr sus metas o no. Por lo que la validación se da cuando tengo la certeza de cómo van a reaccionar mis usuarios en una situación determinada, cómo va a responder mi producto, servicio o proceso y a qué nueva situación van a llegar.
Por otro lado, el concepto de prototipado dentro de un proceso de innovación en la industria a cambiado para alcanzar una definición más práctica. El prototipado científico buscaba crear una versión preliminar o parcial de un algo para validar una funcionalidad o característica puntual (tener la certeza de cómo se va a comportar en una situación y contexto específico).
El prototipado tradicional en innovación, más cercano a escenarios de I+D+i, busca crear versiones preliminares o parciales de un negocio, servicio, producto o proceso para validarlo de la manera más rápida y económica posible: aprender rápido y barato lo necesario para poder predecir cómo se va a comportar en un mercado o escenario real de uso, saber si va a funcionar o no.
En la realidad industrial, sin embargo, el fracaso, por más permitido e incluso alabado que sea, sigue siendo fracaso y cuesta dinero y puede desencadenar en el fracaso completo de un proyecto, por lo que el prototipado no puede quedarse simplemente en aprender si algo funciona o no, porque por más rápido y barato que sea, sigue costando, y finalmente se buscan son resultados; retorno de la inversión, no aprendizaje, ya que no estamos en un escenario de investigación en el que convertimos dinero en conocimiento, sino en un escenario donde se busca convertir conocimiento en dinero. Así que el nuevo prototipado en innovación busca es aprender, si, rápido y barato, también, pero lo necesario para avanzar y alcanzar la siguiente etapa del proyecto satisfactoriamente y así, sistemáticamente, lograr finalizarlo con éxito lo más rápido y barato posible.
En conclusión, dadas las necesidades industriales actuales, el validar un nuevo producto, servicio, proceso o negocio quiere decir alcanzar las certezas suficientes para poder predecir el comportamiento de clientes y usuarios frente al producto en situaciones determinadas y así poder diseñar estrategias de implementación efectivas y hacer proyecciones financieras reales, y eso sólo se alcanza mediante un prototipado adecuadamente diseñado para aprender sistemáticamente lo necesario para alcanzar esas certezas, en otras palabras, los prototipos se usan para aprender lo necesario para avanzar y finalmente alcanzar la validación, no al revés; validar muchas veces para finalmente tener un prototipo final o producto mínimo viable, eso es demasiado costoso, poco eficiente y muchas veces innecesario.
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