«Es ahí donde empiezan a generar un mayor valor los esquemas colaborativos, donde las empresas incluyen un esquema de aprendizaje continuo el cual incluye dejar de mirar una empresa a la otra.»
Hoy nos enfrentamos a cambios que quizá muy pocas empresas a lo largo de su historia han tenido que vivir, la velocidad con que la tecnología nos lleva a repensar nuestras ideas de negocio es cada vez más alta, la realidad de hoy es muy diferente a la de tres meses atrás, se hace necesario evaluar estrategias diferentes que nos conduzcan a la tan anhelada sostenibilidad.
Cerramos un siglo XX con estrategias basadas en la competencia donde se aplicaba la ley del más fuerte, donde las empresas se limitaban a su espacio organizacional, donde la brecha entre las grandes y pequeñas empresas se iba acrecentando y la cantidad de empresas que moría en el intento de poder contar con un pedazo de torta del mercado se incrementaba. Esto ha venido generando un miedo al fracaso que lleva a los empresarios a replantear su situación.
En el informe del GEM Colombia para el año 2018 la tasa de emprendedores establecidos (TEA) paso del 8.7% al 6.5%, es decir empresas que en 42 meses continuos han venido pagando salarios situándose por debajo de la media de todas las economías. Con estas cifras es necesario replantear el cómo venimos construyendo las nuevas empresas, evaluar si los modelos organizacionales están adaptados a este nuevo mundo, de modo tal que podamos potenciar la sostenibilidad de las instituciones a través del tiempo, es ahí donde empiezan a generar un mayor valor los esquemas colaborativos, donde las empresas incluyen un esquema de aprendizaje continuo el cual incluye dejar de mirar una empresa a la otra y en su remplazo las dos estar mirando hacia el mismo horizonte.
Es decir, dar inicio a una serie de visiones y misiones no solo alineadas para los cumplimientos dentro de la organización sino con otras empresas que han sido stakeholders y que deben asegurar su continuidad a través del tiempo, promover el trabajo en equipo como un factor diferenciador que incremente los niveles de eficiencia en las empresas que tienen alguna relación entre sí.
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El covid en medio de todo, ha contribuido con este punto, pues la coyuntura ha obligado a las organizaciones a ser más recursivas, a buscar alianzas que antes nunca abrían considerado, pues el ego de las empresas generalmente es muy grande y este se vio fuertemente golpeado con la situación global que actualmente se viene presentando. Esto a llevado a que nuevas empresas comiencen a trabajar con otras a riesgo, involucrando sus ingresos futuros para poder pagar los productos y servicios de otras organizaciones que ven como la liquidez es cada vez más un tesoro para las empresas.
Se abren más los esquemas para que nuevas fuentes de inversión lleguen a empresas que generalmente han estado blindadas ante la opción de contar con socios estratégicos. Es decir se está creando un ambiente más participativo y abierto, lo cual conduce a que se instrumenten espacios colaborativos que contribuyan a mejorar la eficiencia de todo el ecosistema empresarial.
Estos esquemas colaborativos luego de ser apropiados por los niveles gerenciales deben ser transmitidos al interior de la organización, dándole mayor valor a los grupos interdisciplinares generando valor con esquemas colaborativos y no competitivos como los vemos constantemente en las organizaciones. Acompañar estas estrategias con herramientas ágiles que permitan que el conocimiento fluya y se incremente la innovación entre los equipos de trabajo incrementando la velocidad en la toma de decisiones.
Hoy más que nunca es necesario conocer mejor a nuestro cliente, a nuestro equipo de trabajo, a nuestros proveedores y la mejor manera es invitándolos a construir en conjunto, promoviendo cada vez más los espacios colaborativos que llevaran a las empresas a reaccionar con una mayor velocidad ante los eventos que se salen del habitual comportamiento del negocio, utilizando la información como una herramienta clave para generar nuevas ideas que contribuyan con el desarrollo organizacional, y poco a poco moviendo a las empresas a un mundo más digital y de esta forma estaremos diseñando organizaciones que van siendo más inteligentes y adaptativas a este proceso de evolución constante.
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