«Si desde TI no se entiende el desafío y como la cadena correcta de captura de datos, procesamiento y análisis puede apoyar estos objetivos, tendremos un software costoso que aún no sirve al logro de objetivos.»
Y de repente una mañana amanecimos con la orden presidencial de guardarnos en casa y no salir para protegernos de un virus para el que aún no hay cura. Han pasado 4 meses y seguimos en casa. Algunas labores han cesado definitivamente: turismo, restaurantes a la mesa, eventos deportivos y culturales, entre otros. Otras industrias en cambio se han fortalecido: entregas a domicilio, ventas de electrodomésticos y servicios de Internet, por ejemplo.
En solo 4 meses el mundo paró y los consumidores han cambiado sus hábitos de compra, lo que compran y como lo compran. No se ve un panorama claro, y a pesar de todo, nos invitan a reinventarnos para sobrevivir. Nos preguntamos entonces: ¿Cuánto tiempo más podemos sobrevivir? ¿Qué proceso ajustamos? ¿Nos alcanzará el flujo de caja? ¿Qué espera el nuevo consumidor? ¿Podré entregarle valor? ¿Cuánto cuesta hacer un ajuste en el proceso? ¿Será que modificamos la producción con otra materia prima? ¿Cuánta gente necesito para ser rentable? ¿Quién debería hacer parte de mi equipo? ¿Si pido un préstamo cuando podré pagarlo? ¿Qué clientes nuevos debo buscar, y con qué características? ¿Cuántas ventas necesito para estar en equilibrio? ¿Si quito un producto de mi portafolio como se impactan las ventas, la producción y el flujo de caja? ¿Debo dar crédito a mis canales? ¿Cuánto tiempo? ¿Qué método de distribución uso? ¿Qué inventario debo tener? ¿Y la obsolescencia? ¿Podría utilizar mi maquinaria para producir otro producto? ¿Qué tan viable es?
Todas estas son preguntas que un director o líder de empresa se hace todo el tiempo. La diferencia es que, en las circunstancias actuales, la respuesta debe ser evaluada casi diariamente y en conjunto, primero para transitar esta tormenta, sobrevivir y luego renacer.
Pero cómo obtener la información, si nuestros equipos están trabajando desde sus casas, algunos sin acceso a toda la información relevante, lejos de sus “manos derechas”, de aquellos que saben cómo extraer los datos de los diferentes sistemas, de los “duros” del Excel y de quienes les alistan cifras. Hoy trabajando con demanda adicional de tiempo para atender a sus hijos y las labores del hogar.
Hoy, la información hace la verdadera diferencia para una empresa entre vivir o cerrar. Y digo Información, porque los datos están, la mayoría de las compañías consideradas en nuestro mercado como Medianas y Grandes cuentan con los datos. Han invertido en sistemas robustos en algunos casos, y en otros no tanto; pero tienen datos, más o menos ordenados. ¿Por qué entonces hoy en medio de una situación que evidencia la necesidad de información parece una labor de titanes tener un informe diario?
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Error No. 1.
Los altos ejecutivos normalmente no se involucran en los proyectos de implementación de sistemas de información. Como estos proyectos tienen un alto componente de Software y Hardware, los directivos delegan la definición, selección e implementación al área de tecnología. Desde acá nace el problema, se rompe la comunicación entre necesidad de negocio para gestionar y la tecnología para solucionar un desafío de negocio. Se termina en proyectos de tecnología demás alineados con los intereses de los líderes del área de Tecnología de la información (TI)
Error No. 2.
El área de TI, esta usualmente más preocupada por el T que por el I. Y es lógico es su zona de confort. Elegir bits y bytes está más en su conocimiento. El verdadero reto es entender los objetivos de negocio y los desafíos de información para alcanzarlos, y así construir con tecnologías la palanca correcta. No es lo mismo duplicar las ventas en 5 años que aumentar el margen en 5 puntos en 1 año.
Si desde TI no se entiende el desafío y como la cadena correcta de captura de datos, procesamiento y análisis puede apoyar estos objetivos, tendremos un software costoso que aún no sirve al logro de objetivos. La información debe llegar completa y a tiempo para que sea útil.
Error No.3.
La habilidad analítica se da por hecho. Producir tableros, indicadores y gráficos es toda una misión, pero lograr que tales objetos generen acciones focalizadas y ordenadas en los equipos, demanda una habilidad que se da por hecho.
Estudios recientes demuestran que solo el 26% de los altos ejecutivos se sienten “Data literate”; es decir, saben cómo leer, entender, interpretar y trabajar con datos. Si no se cultiva esta habilidad con entrenamientos y mucho coaching interno, los datos quedarán graficados sin producir ningún efecto, sin desafiar conversaciones, sin accionar tareas ganadoras. Y sin ser útiles en estos momentos de tormenta.
Un sistema correcto de información es un apoyo para el logro de los objetivos de negocio. Es capaz de dar respuestas completas y oportunas. Con un sistema correcto de información entiendo mi cliente, puedo tenerlo micro segmentado, entiendo su perfil y como compra, cuanto compra y cuando compra. Con ello, activo mi catálogo, la producción, los tiempos de compra de materia prima, entiendo las habilidades que debe tener mi equipo, defino mi necesidad de recursos y logro equilibrar la gestión.
Me pregunto si hoy sigue siendo viable gestionar e innovar con hojas de cálculo desarticuladas e incompletas, me cuestiono si hoy no es más valioso el ejecutivo que está pensando en un nuevo esquema de negocio, en como reinventarse, que el ejecutivo que “arma” cifras para lograr llegar al 15 del siguiente mes, tratando de entender que pasó con las ventas en medio de la pandemia.
Los datos están todos, las tecnologías también y para todos los gustos. Invito a nuestros ejecutivos a que aprendan de datos y técnicas para explotarlos. Seguramente entenderán el verdadero valor, y darán la prioridad adecuada a obtener todo el beneficio de los datos. Los invito a implementar soluciones de Inteligencia de Negocios, Analítica, Inteligencia Artificial, en el marco de sus desafíos. No olviden que los datos son como los bikinis: Lo que muestran es importante pero lo que ocultan es vital.
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