«La innovación en los negocios verdes debería ser el eje fundamental que impulse el surgimiento de disruptores sustentables, y así consolidar la sostenibilidad como parte de su propuesta de valor central.»
Globalmente la sostenibilidad se considera un criterio de compra importante para el 65 % de los consumidores, las personas han modificado sus hábitos de compra para ser más sustentables. En la actualidad el consumo consciente es una necesidad manifiesta, que va más allá de una moda o tendencia. Por lo anterior el entorno presente y futuro de los negocios verdes y la economía circular, tienen un camino expedito al crecimiento y consolidación.
La sostenibilidad como criterio de compra es determinante, aunque el precio y la calidad siguen siendo los principales aspectos que definen la adquisición de productos por parte de los consumidores. En este sentido para armonizar la prima adicional de precio que las marcas sustentables tienen, deben comunicar, cumplir y ajustarse a las expectativas de los compradores, quienes en los negocios verdes se identifican como agentes activos de cambio, y que por lo tanto estarán dispuestos a pagar más por estos productos si se identifican genuinamente con las acciones y valores que las marcas inspiran y transmiten, tales como la sustentabilidad, consumo responsable y el respeto por el medio ambiente entre otras. En este sentido, el precio de los productos representa mucho más que el resultado de un proceso.
El cambio climático y sus impactos son irrefutables, y en general muchos de los consumidores quieren ser sustentables pero no todos están dispuestos a pagar un precio más alto. Este hecho presenta para las empresas un desafío que se debe abordar prioritariamente. Invertir en innovación, tecnologías verdes, packaging circular y transformar sus modelos de negocio buscando impulsar alternativas sostenibles más asequibles. Esto encaminara la rentabilidad y viabilidad a largo plazo.
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Las economías verdes se basan en un modelo de negocio regenerativo, diferentes de los formatos económicos tradicionales, business as usual “ lo de siempre“ que se limitan a transformar y disponer. En la economía circular es clave lograr el mayor beneficio posible de los materiales, productos y procesos, con el objetivo de garantizar la rentabilidad esperada. Los márgenes reducidos llevan a la búsqueda constante de mayor tecnificación e innovación, así como a la creación y captura del valor agregado.
La innovación en cualquier sector de la industria es apasionante, permite avanzar , mejorar procesos, y reducir costos. Un ejemplo lo vemos en las botellas de bebidas gaseosas y aguas personales, que disminuyendo el grosor del envase y trazando líneas de doblado en su diseño, se pliegan con facilidad. Por lo tanto se producen más unidades con menor densidad de plástico, entregando un menor costo de producción. Esto es un avance, sin embargo aún queda mucho margen para refinar un envase y disminuir su impacto ambiental.
Invertir en I & D es costoso, pero no hacerlo lo será aún más. El cortoplacismo es antagonista del crecimiento. La innovación en los negocios verdes debería ser el eje fundamental que impulse el surgimiento de disruptores sustentables, y así consolidar la sostenibilidad como parte de su propuesta de valor central. De esta manera la fórmula de la economía circular se basará en lo que llamo las 5R donde “ Reciclar, Reducir, Reutilizar “ suman, pero la Responsabilidad empresarial y la Rentabilidad multiplican, fortaleciendo la posición en el mercado de las empresas e impulsando su crecimiento.
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