Competencias:
El tema de las competencias ha abordado a las empresas colombianas, el implacable paso de las tendencias en innovación ha permitido que los modelos de gestión por competencias sean conocidos, al menos de manera superficial, en miles de empresas del país.El deseo por encontrarse a la vanguardia del sector puede en ocasiones trabajar en detrimento de la posibilidad de realizarlo de una manera adecuada. El modelo de gestión por competencias nace del deseo de transformar las condiciones tradicionales en que se generan las ventajas competitivas pues se pretende que el mismo tenga impacto dentro de todos los procesos de la organización. como dicen comunmente meterle el alma.
“Resulta vital reconocer las competencias, pues es desde allí de donde parte la
formación de una cultura organizacional adecuada..”
Las competencias se reconocen a partir de la década del 70 cuando en Harvard comenzaron a abordarse evaluaciones desde una perspectiva novedosa que ya no se enfocaba en la inteligencia de la persona sino en la característica esencial de una persona que garantiza el rendimiento eficiente, en otras palabras, la competencia.
Competencias dentro del ambiente laboral:
Así, se extendió tal práctica y se comenzó a hablar sobre las diferentes competencias que pueden ser percibidas o necesarias dentro del ambiente laboral detectando por ejemplo, la orientación al logro, la proactividad, la tolerancia a la frustración entre cientos de constructos más que quedaban definidos en guías dentro del sistema de gestión de calidad de la organización respectiva.
Entonces, luego de abordar la construcción de tales competencias, se daba el paso hacia implementar un modelo de gestión por competencias, con una actitud muy emprendedora, se modificaban procedimientos, procesos, prácticas culturales, formatos y otra decena de elementos para cumplir con la puesta en marcha del modelo.
Que función tenia:
No obstante, luego de haber implementado el modelo, haber modificado los manuales de funciones y realizado una presentación adecuada del mismo entre los empleados, quedaba cierto sinsabor sobre su efectividad. No es que el modelo en sí no funcionara pero era posible detectar, en muchas organizaciones contemporáneas, como el mismo no había tenido un gran impacto en la forma en que la gente entendía la organización y los deseos de la junta directiva por volver de su empresa un lugar renovado.
Al implementar un modelo de gestión por competencias, uno debe conocer una serie de términos que son claves para su efectividad y la satisfacción de quienes están envueltos en el mismo. A pesar de la importancia de definir las competencias de las que debe disponer cada cargo y la formación en las mismas, nunca se debe obviar lo crucial que resultan las competencias organizacionales.
Competencias Organizacionales:
Las competencias organizacionales son aquellas con las que cuenta, en teoría, todo el personal dentro de una empresa y resulta vital reconocerlas pues es desde allí de donde parte la formación de una cultura organizacional adecuada. Son un punto de sintonía dentro de nuestra empresa que permitirá llevarla a rendimientos admirables y a aumentar también la satisfacción del talento humano que mueve los hilos de nuestra organización.
Allí radica la importancia de reconocer la planeación estratégica, al empoderarse de la visión, misión y conocer la población con la que trabajaremos, podremos concluir las competencias de las que debe disponer cada ser humano que se involucra en nuestro sueño empresarial.
Competencias generales:
No resulta fácil elegirlas, los errores que se suelen cometer son elegir competencias demasiado generales, que no corresponden en ningún sentido al quehacer de la organización tales como dedicación o estabilidad cuando en realidad no dicen nada a nuestro cliente sobre quiénes realmente somos.
También suele suceder que elegimos 5, 6 ó más competencias organizacionales porque nos parece que así aseguraremos disponer del personal más calificado y preparado cuando en realidad, solo entorpeceremos un proceso de selección y además se disminuirá la capacidad de identificar aquello que nos diferencia de la competencia.
El nucleo:
Las competencias organizacionales son el núcleo, la esencia; si se quiere, el alma de cada humano que trabaja con nosotros. Se puede pensar en Andrés, Carne de Res donde la competencia organizacional es la espontaneidad, es una competencia acorde a la planeación estratégica y que se puede identificar en cada uno de sus colaboradores.
Debemos buscar, a través de investigación, de los servicios de consultoría o de un análisis sesudo de nuestra cultura para identificar cuál es la esencia de nuestra empresa, qué nos hace diferente de los demás, por qué razón alguien gusta de interactuar con nuestro talento humano a diferencia de los demás.
Solamente así, podremos asegurar un verdadero impacto, adentrarnos en la profundidad de nuestra cultura organizacional y darles un mensaje impactante a nuestros clientes donde lo que pensamos, decimos y hacemos se encuentra en perfecta sintonía.