Hoy Colombia se encuentra en una fuerte desaceleración económica. Según estimaciones del Banco de la República, del Gobierno Nacional y del FMI esperan que el crecimiento económico para 2016 estuviera entre: 1,8%, 2% y 2,2%. Este podría ser el más bajo desde la crisis mundial de 2008-2009. La mala noticia es que no parece que el 2017 sea mucho mejor, la desaceleración continuará y la reforma tributaria no parece haber sido ni la sombra de la versión inicial que iba a impulsar el crecimiento económico en el país. Solo se espera que el inicio de disminución de la tasa de interés del Banco de la República, y de pronto, la inversión en obras civiles, sean los que impulsen en alguna medida la actividad económica para 2017.
Su importancia:
En términos laborales esto tiene una implicación importante, tal y como lo dice la ley de Okun, el crecimiento económico tiene una fuerte relación con el desempleo, entre mayor crecimiento menor desempleo, si la economía se está desacelerando es muy posible que se traduzca en un mayor desempleo que perdurará durante todo el siguiente año, la pregunta en este caso será: ¿Qué ocurrirá con la nueva población que estará desempleada?, parte de la respuesta está en las cesantías. Las empresas formales realizan anualmente el pago de las cesantías a sus trabajadores (recordamos el pago de las cesantías para el 14 de febrero), beneficio que está pensado precisamente para estas coyunturas complejas, donde la actividad económica está un poco estancada, los ingresos de las empresas se han deteriorado y la estabilidad laboral de algunas personas no está garantizada. Este ahorro permitirá a muchos individuos poder estar más tranquilos si por algún motivo quedan sin su ingreso laboral y les toca comenzar a buscar un nuevo trabajo.
El papel de las empresas:
Una de las responsabilidades de las empresas, aparte, claro está, de pagar las cesantías y sus intereses en las fechas establecidas, es buscar los medios para que la población ocupada entienda este beneficio como un seguro de desempleo, hoy las cesantías son un costo importante para las empresas, pero tienen una razón de ser y si las empresas quieren que ese costo adicional que se les imputa año tras año tenga un impacto relevante sobre la vida de sus trabajadores (y ex-trabajadores) tienen que ser más responsables en la vigilancia para asegurar así el uso correcto de esos recursos y tienen que ser unos guías para sus empleados para asesorarlos en el uso correcto de este ahorro adicional pensado para brindarles mayor protección a la población colombiana.
“Las cesantías que paguemos de 2016 (en febrero 2017) y 2017 (en febrero 2018) van a ser un respaldo esencial para las personas que no puedan seguir trabajando por la desaceleración de la economía”
Se estima que…
Las estimaciones de crecimiento para 2017 son 2,68%, 3,5%y 2,7% según el Emisor, el gobierno y el FMI, esto quiere decir que se espera un deterioro de todas las variables del mercado laboral hasta 2018, en otras palabras, las cesantías que paguemos de 2016 (en febrero 2017) y 2017 (en febrero 2018) van a ser un respaldo esencial para las personas que no puedan seguir trabajando por la desaceleración de la economía. Para el resto de la población es importante recordarles que existe una relación positiva entre ahorro y seguridad, entre mayor sea el ahorro en cesantías y mayor va a ser la tranquilidad que va a tener la persona cuando este ante una coyuntura difícil. Claro está, si la persona tiene un capital importante ahorrado en sus cesantías, destinar una parte de este dinero a la compra de vivienda, dejando otra parte importante como seguro de desempleo, puede ser una buena idea, así no solo se dinamiza el sector de la construcción sino que la persona va construyendo mayor estabilidad para su familia y para su futuro.