En 1865 Lewis Carroll publicó “Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas”, historia que comienza realmente cuando ella persigue al conejo blanco y entra en el pozo que la llevaría a un mundo lleno de aventuras y descubrimientos. En esta nueva normalidad pareciera que vamos a seguir al mismo conejo, pero la situación que debemos encarar es mucho más que eso.
Debo empezar diciendo que el cerebro se ha enfrentado a muchos cambios durante estos meses de aislamiento, durante los cuales lo que más le ha acechado es la incertidumbre, la cual se entiende como “el estado de un organismo que carece de información sobre si, dónde, cuando, cómo o por qué ha ocurrido u ocurrirá un evento (Knigth).” Y es que no podemos evitar pensar que, por ejemplo, los negocios han abierto. ¿Pero y si hay una segunda ola de COVID-19? Las personas regresan a las calles. ¿Pero y si no se cuidan? Aún cuento con mi trabajo.
Pero para dónde va la economía?
Todo esto va inconmensurablemente atado a la certeza. Los humanos tenemos por naturaleza la necesidad de poseerla y más cuando esta en juego nuestra salud, nuestra familia e incluso nuestras relaciones personales y comerciales. Es que encontrar la certeza entre este maremágnum de incertidumbre ha hecho que la nueva normalidad se vea como un huracán de emociones que no se presenta muy positivo. Es por esto que encontrar la certeza será como un faro en noche nublada en medio de (como dirían los marineros) “vientos de perrero”.
Una de las claves para restablecer el cerebro después de tanto vaivén informativo y emocional de manera constructiva es satisfacer la sed de certeza. Esto ayudará a sentirse mucho mejor. Hará sentir que se tiene control, generará mayor concentración, la cual se requiere a toneladas en estos momentos de nueva normalidad y será como el polo a tierra en relación a lo que sucede alrededor.
Y aquí voy a comentarle cómo construir la certeza que se requiere en esta nueva normalidad:
Como primera instancia hay que ser muy selectivo y tener un filtro muy afinado con la información. Por estos días en los que tanto negocio se reactiva, la publicidad saturará los canales de comunicación y las redes sociales, incluso los canales tradicionales se llenarán de malas y falsas noticias. En lugar de eso deben buscarse de manera intencional, historias de valentía, de readaptación a lo que nos ha pasado que involucren esperanza y que describan una constante en la vida: el coraje.
¡Tenga en cuenta que el cambio es una variable inevitable de la vida! ¡Usted debe entender que esta nueva realidad no cambiará el futuro, pues este ha sido siempre desconocido! De manera que así pasamos a una variable más que por supuesto, nadie la esperaba:
Tenga en cuenta que siempre hemos vivido bajo la ilusión del control.
Evite los viejos patrones de pensamiento y comportamiento. El cerebro está condicionado a satisfacer nuestra necesidad de certeza de manera destructiva. Este nuevo episodio se debe percibir como la oportunidad de hacer un reboot y aquí le voy a brindar unas recomendaciones para dejar lo pasado atrás:
- Evite en consumo excesivo de redes sociales. Recuerde que en redes sociales de lo que más se padece es de Síndrome de Hubris, enfermedad que consiste en creer que se sabe de todos los temas y opinar libremente de ellos.
- No caiga en los terrenos de la procrastinación. Esa es una zona que le encanta al cerebro: hay que aprender a manejar la ansiedad que produce la incertidumbre de la nueva normalidad y dejar de temer al fracaso. Estamos condicionados desde niños a ser ganadores y concebimos el fracaso como un defecto y no como una oportunidad para mejorar. Eso se debe cambiar.
- Evite sentirse culpable. Los medios nos han enseñado que si estudiamos más en vez de ver a nuestra familia y que si no trabajamos más o no invertimos en nosotros mismos, somos lo peor. Atención: ésta emoción no es un medio para alcanzar lo que se planea, así que a dejarla en una gaveta y seguir el plan con metas que se puedan medir.
Lo más importante es que al seguir al conejo blanco en estos tiempos post COVID le demos un respiro al cerebro. Usted ha pasado por muchas cosas: desde descubrir a su familia hasta ver compañeros de trabajo y subalternos en situaciones y acciones que desconocía totalmente. Por ello a medida que vamos adaptándonos a este reinicio de actividades, lo ideal es retomar esos objetivos que tenía y darle a su cerebro la certeza y seguridad que necesita para obtener la vida que necesita. Además, recuerde que el conejo blanco volvió a aparecer en el cuento como el heraldo de la Reina de Corazones. Es decir, era el encargado de las declaraciones de ella o de lo que iba a pasar.
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