«El ADN Digital profundiza en las capacidades de las empresas para incorporar tecnologías emergentes y desarrollar nuevos negocios, digitalizar sus servicios y optimizar sus procesos.»
La transformación digital se ha visto significativamente acelerada como resultado de la pandemia y el teletrabajo forzoso. El distanciamiento físico obligatorio ha hecho que muchas empresas se hayan visto forzadas a invertir en capital humano, plataformas y tecnologías para gestionar sus proyectos, robustecer sus comunicaciones, proteger sus datos, y estimular la colaboración desterritorializada entre sus empleados. Si bien esto comenzó como respuesta para asegurar la continuidad operacional, hoy los ejecutivos se dan cuenta de sus beneficios para aumentar la productividad del negocio.
Las cifras dan cuenta de lo anterior. Según datos de Research and Markets, se espera que la industria de la transformación digital crezca a una tasa compuesta anual (CARG) de un 22,7% desde el 2018 hasta el 2025, alcanzando una valoración de $3,294 billones de dólares. Según Deloitte (2020) aquellas empresas con una mayor madurez digital, es decir, aquellas organizaciones que cuentan con las capacidades técnicas, tecnológicas, culturales y humanas para responder y aprovechar los desarrollos tecnológicos que cambian el funcionamiento del mercado, presentan hasta un 30% más de utilidades y márgenes netos que aquellas con menos madurez digital.
Muchas empresas que han iniciado este camino se dan cuenta de la dificultad de ir incorporando tecnologías sin una adecuada gestión del cambio. La transformación digital es un proceso complejo de cambio organizacional mediante el cual las empresas y equipos aprovechan estratégicamente las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías y servicios digitales para desarrollar nuevos negocios, proyectos y mejorar sus procesos/servicios. Por ello, resulta relevante medir las capacidades organizacionales.
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El Índice ADN Digital, desarrollado por Brinca, llena un vacío para las empresas que quieren comenzar procesos de transformación digital, pero que no tienen mediciones de línea base ni KPI. Este índice es una radiografía completa a la organización, en la que participan gerentes, gestores de la transformación digital y todos los colaboradores. En él se mide:
- Estrategia: ¿Existe una visión común sobre cómo los esfuerzos digitales resuelven los objetivos del negocio?
- Gobernanza: ¿Existen estructuras, roles y procesos definidos para ir gestionando e implementando proyectos digitales?
- Mindset: ¿Cuál es el alfabetismo digital y la disposición al cambio de los colaboradores para promover la transformación digital en la empresa?
- Cultura: ¿Cuáles son las prácticas o creencias de los colaboradores en su trabajo cotidiano que fomentan o inhiben la innovación y la transformación digital.
La transformación digital no es sólo incorporar tecnología; tiene que ver fuertemente en la relación entre la organización y la tecnología, lo humano y lo digital. Es por esto que el ADN Digital profundiza en las capacidades de las empresas para incorporar tecnologías emergentes y desarrollar nuevos negocios, digitalizar sus servicios y optimizar sus procesos.
Diversas empresas de latinoamérica de las industrias del retail, finanzas, agrícolas, servicios, manufacturas, medios de comunicación, seguridad, sector público, entre otras, están desarrollando sus planes de transformación en base a esta medición como línea base. Cada empresa enfrenta los desafíos digitales de forma distinta. Lo importante es mantener mediciones robustas para ir evaluando progresos y cerrando brechas de forma sistemática.
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