«Utilizar la realidad virtual en los entrenamientos corporativos permite mejorar la productividad, reducir costos, incrementar la aceptación y atracción de los colaboradores con el entrenamiento.»
Según los últimos reportes de la OIT, al año se producen cerca de 3 millones de muertes por accidentes laborales y enfermedades profesionales, y casi 400 millones de lesiones por la misma causa generando repercusiones económicas y psicológicas en las personas afectadas y a sus familias, aportando a un incremento en la brecha social dado que la mayoría de estos casos se pueden identificar en los cargos operativos y de primera línea. Sin embargo, las repercusiones abarcan también otros aspectos. Según cifras de la OIT, estos accidentes generan una pérdida cercana a un 4% del PIB mundial (OIT 2019). En el informe de los 100 años de la OIT publicado en el 2019 profundizan en este aspecto “… (Los accidentes laborales) pueden tener efectos importantes en las empresas, afectando a la productividad, provocando interrupciones en los procesos de producción, obstaculizando la competitividad y dañando la reputación de las empresas a lo largo de las cadenas de suministro, con consecuencias para la economía y para la sociedad de manera más general”.
Durante los últimos años me he preguntado ¿Cómo es posible que los índices de accidentalidad y enfermedades se hayan casi triplicado en los últimos 20 años (OIT 1999 vs OIT 2019) si cada vez las regulaciones de varios países son más exigentes y las compañías invierten cada vez más recursos en entrenamiento y capacitaciones para evitar estas situaciones?
Trabajando con empresas de diferentes sectores (Hidrocarburos, Construcción, Retail, Transporte) hemos podido identificar una tendencia de impartir los entrenamientos y los espacios de formación con estrategias pedagógicas y de evaluación centradas en el conocimiento teórico. Este modelo considera que responder correctamente un cuestionario en un ambiente controlado permitirá que los colaboradores tomen la decisión correcta en situaciones de estrés evitando posibles catástrofes. Lamentablemente, el ser humano no está entrenado para convertir el conocimiento teórico en hábitos o comportamientos sin practicarlo e interiorizarlo previamente, al igual que pasa con los músicos o los deportistas.
Como empresarios debemos centrar los esfuerzos en la generación de hábitos y comportamientos en los colaboradores que les permita tomar las decisiones adecuadas en situaciones de riesgo o de estrés. Para lograrlo es importante abrir espacios experienciales que permitan la práctica constante en diferentes escenarios, así como lo hacen los pilotos de avión, para asegurar que las decisiones que toman serán certeras y asertivas. Desde el modelo Pedagógico RAMP, este objetivo se le conoce como Maestría. Tener maestros en cada una de las operaciones de nuestra compañía reducirá los riesgos y las repercusiones de decisiones improvisadas durante el trabajo.
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Para lograr esta estrategia podemos abordarla por dos caminos. El primero es crear cronogramas de entrenamiento con la maquinaria de las compañías y creando situaciones que eleven la adrenalina, como recompensas y castigos, competencia entre pares, o reconocimientos; sin embargo, no muchas compañías tienen la capacidad financiera para tener la operación detenida para entrenamientos, y aún menos, están dispuestos a arriesgar las consecuencias de malas decisiones que pueda tomar un trabajador dado la adrenalina o el estrés que este entrenamiento pueda generar. Pero las nuevas tecnologías nos permiten abordar esta estrategia desde una nueva mirada más económica, segura y efectiva.
En la última década, varias compañías innovadoras han visto en la Realidad Virtual y la Ciencia de Datos (Data Science en inglés) una oportunidad para mejorar los indicies de efectividad en entrenamientos industriales, reduciendo los costos y el tiempo de formación. Lograr simular los procesos industriales, las maquinarias especializadas y los eventos de crisis o accidentes recurrentes ha permitido que empresas como Boing, Ford, KFC, UPS, y Walmart logren disminuir el tiempo de entrenamiento de nuevos empleados en un 40% mientras mejoran el rendimiento en un 70% de los mismos.
Esta estrategia no solo mejora los indicadores de desempeño, también encontramos casos donde los índices financieros se ven beneficiados al implementar estas tecnologías, como lo es el caso de Intel que para el curso de Seguridad Eléctrica decidió incursionar en el entrenamiento con Realidad Virtual, logrando un retorno de inversión (ROI) de 300% en 5 años, y logró tal atracción con sus empleados que el 94% de ellos pidieron más entrenamientos con esta tecnología.
Otra ventaja del uso de las nuevas tecnologías para este tipo de procesos de entrenamiento es la capacidad de recolectar, procesar y analizar los datos que cada experiencia puede generar. Entender los comportamientos de los colaboradores con base en el análisis de datos nos permitirá identificar riesgos ocultos que antes eran imposible de detectar. Análisis por ubicación, edad, género, proceso, planta, entrenador, experiencia, hacerlo de forma individual o colectiva, nos da la capacidad de tomar decisiones de forma proactiva en vez de reactiva al encontrar patrones que pueden poner en riesgo la vida o la integridad de nuestros colaboradores.
El mundo ha cambiado radicalmente en la última década. La híper estimulación por los medios digitales ha logrado que cautivar la atención de las personas por más de 10 minutos sea una labor titánica, y una de nuestras responsabilidades como empresarios es lograr crear estrategias de formación que cautiven a nuestra audiencia (en este caso los trabajadores) para que el conocimiento se transfiera adecuadamente y perdure en el tiempo. La Realidad Virtual es la única tecnología hasta el momento que permite tener control del 100% de la atención del usuario, logrando una efectividad que difícilmente se alcanzaría con presentaciones de Power Point.
Como podemos ver, la estrategia de utilizar la realidad virtual en los entrenamientos corporativos permite mejorar la productividad, reducir costos, incrementar la aceptación y atracción de los colaboradores con el entrenamiento y sobre todo permite a las compañías y sus líderes entender el comportamiento de sus colaboradores en los diferentes escenarios, evitando el riesgo que un error dentro del entrenamiento pueda afectar la operación, la sostenibilidad o la reputación de una compañía. Creo que es el momento de dar un paso hacia la innovación y permitirnos hacer las cosas diferentes para lograr los resultados esperados. ¡Bienvenidos al futuro!
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