«La propuesta de este artículo es aprovecharla para incluir la mejora continua, la filosofía Lean y la optimización de procesos en el ADN de la empresa, por lo tanto sólo queda el camino de intentarlo y querer superarse y superarlo.»
A nadie se le escapa que la velocidad en la que se ha transformado el entorno económico, técnico, medio ambiental y social de la empresa se ha incrementado notablemente en estos últimos años. A pesar de esta realidad, hay conceptos y filosofías empresariales que continúan vigentes, por sus probados resultados y por pertenecer al alma de la empresa, lejos de modas de management. De estas filosofías emanan ideas, que sirven de guía en muchas situaciones actuales ayudando a mantener el rumbo y llevar nuestro barco a buen puerto.
De estas ideas de base, especialmente interesante es el hilo de conexión entre los conceptos de cambio, de adaptación, de mejora continua y de crisis. Esa crisis que se empeña en estar presente en nuestras vidas o que hay que asumir que forma parte de ellas.
Sin duda, lo que es constante en nuestras vidas es el cambio, la velocidad en la que se materializan estos cambios, su magnitud, ponen a prueba nuestra capacidad de adaptación, esta capacidad de adaptación es la que nos va a hacer sobrevivir, como personas y como empresa. Formulaba Darwin, “las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”. Por lo tanto, gestionar el cambio y adaptarse a los nuevos escenarios y situaciones no es una opción para sobrevivir, es una obligación, como respirar. Hablamos de cambio cultural, de filosofía, no algo estético y con plazo de fin definido.
Generar los cambios más pertinentes y adaptarse a ellos es lo que hace mejorar y evolucionar de manera continua a nuestras empresas y a nosotros mismos. En muchos de ellos tendremos una influencia mayor y en otros existirán cuestiones que escapan de nuestro control y círculo de influencia, como en el caso de la crisis en la que estamos inmersos. Tenemos que poner el foco y los esfuerzos en los aspectos bajo nuestra influencia e indirectamente serán la palanca de ayuda con los que escapan más de nuestro perímetro de actuación.
La visión que tenía Albert Einstein ante el concepto de crisis da una vuelta total a la manera más clásica de afrontar esta situación, estas eran algunas de sus reflexiones:
- La crisis es una bendición de personas y países, trae progresos
- La creatividad nace de la angustia como el día de la noche oscura
- Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin ser superado
- La única crisis es no querer superarla
El tiempo reciente vivido nos ha puesto en este contexto, tenemos que afrontar de nuevo otra crisis. La propuesta de este artículo es aprovecharla para incluir la mejora continua, la filosofía Lean y la optimización de procesos en el ADN de la empresa, por lo tanto sólo queda el camino de intentarlo y querer superarse y superarlo.
La filosofía Lean propone una organización que ayude a alcanzar resultados en el cotidiano que sean mejores y permanentes, dirigidos a la mejora continua, con el fin de hacernos menos vulnerables ante los cambios externos. El concepto de crisis está entre los 4 pasos que se exponen a continuación, es el secreto para iniciar el camino hacia la filosofía Lean de manera más eficiente y exitosa:
- Encontrar una persona que actúe como agente del cambio
- Obtener un conocimiento de Lean básico
- Aprovechar o crear una crisis
- Conocer el flujo de valor de su organización
La metodología y los conceptos se adquieren, pero la actitud hacia el cambio es más difícil de conseguir, aunque parezca extraño y escrito desde nuestra experiencia en la implantación de proyectos Lean en organizaciones de diferente ámbito, dicha disciplina es justo es lo que necesita más acompañamiento, lo que lleva más tiempo, porque realmente es un cambio que perdurará para siempre; no se trata de la moda de una metodología.
Lo positivo es que ese cambio depende de cada uno de nosotros y eso se transmite a la personalidad de la organización. Además, para tener éxito, se debe estar preparado para las resistencias clásicas ante el cambio:
– Me resisto porque no sé
– Me resisto porque no soy capaz
– Me resisto porque no estoy dispuesto a hacerlo
Le puede interesar: ¿Cómo Manejar la Incertidumbre desde el Liderazgo?
Y en las crisis estas cuestiones se quedan más pequeñas y es donde se ponen las bases para el futuro, se encuentra un sentimiento de unión ante una adversidad que hace más sólido el avance y el aprendizaje de las personas, capitalizando la experiencia porque habrá más cambios, más crisis y el método para estar preparados y salir de las crisis en esencia no cambia.
Si aplicas la metodología Lean en tu organización estarás asegurando su supervivencia y tendrás una empresa liviana y saludable. Bajo el concepto de Lean se encuentra un sistema, una “manera de hacer” sincronizada, es decir, filosofía y cultura de empresa. Es una filosofía que emplean empresas multinacionales y pymes, de cualquier sector o país, la clave es la adaptación del sistema Lean a nuestros valores y necesidades como empresa.
Les proponemos en este artículo 10 cuestiones, la “prueba 10 del Lean”, que permite valorar lo lejos o cerca que su empresa está de su aplicación. Piense por un momento en su empresa, en su taller de producción, en su bodega, en los servicios que le dan soporte y simplemente reflexione sobre estas preguntas:
1. ¿Su empresa hace las cosas de manera ágil? => Principio Lean: Las decisiones se deben tomar desde el terreno, no desde el despacho.
2. ¿Su empresa observa dónde está su aportación de valor y elimina los despilfarros o desperdicios? => Principio Lean: No seas bueno en tareas que no deberías hacer.
3. ¿Su empresa tiene procesos estables y predecibles? => Principio Lean: El cotidiano no es un constante apagafuegos.
4. ¿Su empresa utiliza lo que es justo y necesario? => Principio Lean: Ni por exceso, ni por defecto, todo en su debido equilibrio.
5. ¿Su empresa tiene cada cosa en su sitio y hay un sitio para cada cosa? => Principio lean: Un lugar de trabajo limpio y ordenado permite saber de un solo vistazo lo que falta, qué sobra y si algo no funciona bien.
6. ¿Su empresa se organiza en equipos autónomos y responsables? => Principio Lean: Los equipos se auto-gestionan, demasiadas jerarquías crean dependencias y relaciones poco efectivas para las operaciones.
7. ¿Su empresa realiza muchos retrabajos, reprocesos o incluso desperdicia material? => Principio Lean: Tener pautas y estándares de trabajo bien definidos y personal bien entrenado.
8. ¿Su empresa tiene las máquinas disponibles y funcionan? => Principio Lean: Pautas a todos para cuidar y mantener las instalaciones.
9. ¿Su empresa conoce si el cliente está dispuesto a pagar por esa operación? => Principio Lean: Asegúrate que el cliente estaba esperando eso y percibe la calidad que estaba acordada.
10. ¿Los problemas se resuelven de manera estructurada por todos y no se repiten? => Principio Lean: Utilizamos métodos de resolución de problemas eficientes que nos ayudan a pensar de manera estructurada.
El cambio de paradigma no es fácil, aproveche la crisis, todo viaje comienza con un primer paso y este es el más complicado, después el cambio cultural hacia la mejora continua permanecerá en la empresa.
Lea también: La Mejor Estrategia es Centrarse en lo Realmente Importante