En una oferta inicial de criptomonedas (initial coin offering o ICO, por sus siglas en inglés), representa un instrumento de financiación novedoso para financiar emprendimientos basado en contratos inteligentes construidos a través de blockchain. En un ICO, las firmas emprendedoras crean criptomonedas y las venden a inversionistas externos para conseguir los recursos que necesitan para desarrollar sus proyectos. Las cifras que se recogen a través de estos emprendimientos no resultan menores. Por ejemplo, más de 5,700 ICO recogieron 27 billones de dólares entre 2017 y 2019. Sin embargo, no deja de representar una inversión con alto riesgo. Es un sector con alta incertidumbre, baja protección al inversionista, altas asimetrías de información entre las empresas y los inversionistas, falta de intermediarios formales y mecanismos de supervisión, y baja relevación de información. Esto se traduce en tasas de fracaso superiores al 50%. Por lo tanto, para los inversionistas es necesario identificar factores que permitan predecir el éxito de los emprendimientos y una menor probabilidad de comportamiento oportunista.
Buscando ofrecer orientación al inversionista, junto con Cristian Pinto, investigador de la Universidad de Talca en Chile, nos dimos a la tarea de indagar un aspecto no estudiado aún: la participación de las mujeres y la diversidad de género en las posiciones de liderazgo, es decir, en las juntas asesoras y los equipos de alta gerencia. Esto es importante porque los estudios previos señalan el impacto positivo de las mujeres en posiciones de liderazgo sobre el desempeño, la transparencia, la responsabilidad social corporativa, y la innovación, por ejemplo. También se ha demostrado que la diversidad de género mejora el proceso de toma de decisiones y la valoración de alternativas estratégicas. Además, los estudios previos igualmente señalan que las mujeres sufren con menor probabilidad de exceso de confianza, son más apegadas a valores éticos y la regulación, y menos propensas al fraude.
Al analizar aproximadamente 46,000 miembros de los equipos de alta gerencia y las juntas de más de 4,100 ICO que emitieron sus monedas entre 2017 y 2019, y de los que pudimos tener información, encontramos que en las posiciones de liderazgo las mujeres alcanzan una participación de tan solo un 14%. Además, de 4,600 fundadores identificados solo el 6% son mujeres. En tareas específicas de base tecnológica, la participación de las mujeres es igualmente baja. De los desarrolladores, solo el 8% son mujeres, y de las posiciones de blockchain, solo el 4% están ocupadas por mujeres. La participación es un poco mejor en posiciones financieras o legales (18%) y en posiciones de marketing (28%), pero en todo caso, la subrepresentación de la mujer en estos emprendimientos es notoria.
Para llevar a cabo el análisis de si la participación de las mujeres en estas posiciones de liderazgo tiene un impacto sobre la capacidad de conseguir recursos y la probabilidad de éxito de estos emprendimientos fuimos un paso más allá, y concentramos nuestro análisis en 875 ICO de los cuales pudimos conseguir información más detallada sobre sus características y desempeño financiero. Nuestros hallazgos sugieren que los inversionistas otorgan mayor financiación a aquellos emprendimientos que cuentan con mayor diversidad de género en las posiciones de liderazgo. Esto es consistente con la idea de que los inversionistas perciben la participación de la mujer como una señal de buenas prácticas organizacionales que incrementan la probabilidad de éxito del emprendimiento. Es decir, los inversionistas asignan valor a la diversidad de género en posiciones de liderazgo y están dispuestos a financiar con una mayor cantidad de recursos las empresas con esta característica.
Pero igualmente interesante resulta el papel de las mujeres sobre la continuidad de este tipo de negocios. Encontramos que la participación de las mujeres en posiciones críticas, como fundadora o en posiciones con responsabilidades legales y financieras, reduce de manera significativa la probabilidad de fracaso del emprendimiento. Lo anterior implica que la mujer, en estas posiciones, está en capacidad de generar valor económico para los inversionistas.
Esta investigación demuestra, una vez más, la importancia de la participación de las mujeres en posiciones de liderazgo. Pero nuestro análisis se realiza en un contexto muy particular, en el que proveer confianza a los inversionistas es fundamental, y en el que las mujeres tienen un impacto significativo y real en el desempeño financiero de los nuevos emprendimientos.
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