«Los ciberdelincuentes vienen perfeccionando sus técnicas y fortaleciendo sus habilidades para evadir los controles, monetizar sus accesos y alcanzar sus objetivos.»
“Nunca dejes que una buena crisis se desperdicie” Esa frase la dijo Sir Winston Churchill, al referirse a la creación de programas sociales y económicos para la recuperación de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. El año 2020 trajo rápidas transformaciones en todas las empresas como resultado del confinamiento, y la mayoría de las organizaciones dieron un vuelco para permitir que los empleados trabajaran desde cualquier lugar. Es poco probable regresar a la forma de trabajar de antes, por lo que debemos realizar ajustes lo antes posible, ya que estos cambios acelerados dejaron brechas por atender para mitigar riesgos y evitar impactar los procesos empresariales.
Resulta que los ciberdelincuentes vienen perfeccionando sus técnicas y fortaleciendo sus habilidades para evadir los controles, monetizar sus accesos y alcanzar sus objetivos; y a medida que los empleados ingresan a las redes empresariales desde nuevas ubicaciones y dispositivos, los perímetros controlados de las organizaciones tuvieron que cambiar drásticamente. Durante el año 2020 hubo más intrusiones que nunca y el 81% correspondieron a ataques de ransomware, en donde secuestran la data encriptándola y solicitan a las empresas el pago de un valor de rescate. Colombia no estuvo ajeno a estos ataques, empresas de todos los tamaños fueron blancos perfectos para los ciberdelincuentes.
Está demostrado que invertir en tecnología no es suficiente, la configuración y gestión de esta, marcan la diferencia. Es fundamental gestionar correctamente sistemas de antivirus, parchar los sistemas operativos y estar monitoreando constantemente, pues lo que antes significaba atender eventos puntuales ahora se convirtió en planificar respuestas a incidentes en tiempo real y continuo.
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Trabajar desde casa marcó otros desafíos para la infraestructura de los hogares. Fue crucial establecer la jornada de trabajo y el espacio físico, para no afectar la rutina de los convivientes, y de esa manera evitar ser nómadas en nuestra propia casa. Al no tener la robustez de los sistemas eléctricos y accesos a internet que teníamos en las oficinas, quedamos vulnerables en nuestras residencias ante las numerosas fallas eléctricas y cortes de servicio de internet.
Con el fin de no sacrificar el valioso tiempo de nuestros colaboradores se requiere establecer planes de contingencia ante fallas del internet, por lo que las empresas vienen ampliando los planes de datos de telefonía móvil y así ofrecen una alternativa de conexión por medio del celular. Para poder proteger los datos que reposan en los discos duros, se recomienda contratar un servicio de respaldo en nube y proteger los equipos con alguna solución UPS de energía redundante, de lo contrario una pérdida repentina de electricidad podría corromper archivos del sistema operativo, aumentar la probabilidad de sufrir un head crash dejando inutilizable el disco lo que implicaría perder toda la data.
Para los colaboradores que por sus funciones antes se la pasaban en la calle, los planes de datos móviles quedaron sobredimensionados, y ahora que están todo el día conectados al wifi de la casa, existe una oportunidad de ahorros al dimensionar correctamente estos planes a la luz de los consumos de los últimos meses.
Las líneas telefónicas de las oficinas son un servicio que para algunos clientes genera una sensación de presencia y seriedad empresarial. Migrar este servicio a un PBX en la nube se puede hacer de una manera sencilla y ágil, se mantienen los mismos números telefónicos y extensiones actuales, que son contestados directamente en los celulares o computadores de los funcionarios. Es importante realizar estos ajustes y prepararnos mejor a esta nueva realidad, porque como decía Churchill: “No es suficiente con hacer lo mejor que podamos. A veces, debemos hacer lo que se requiere.”
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