«Ya existen metaversos con cada vez más usuarios, especialmente aquellos metaversos descentralizados que se distinguen de la propuesta de Meta.»
El término metaverso parece generar más dudas que respuestas. Por ello, para los fines de este escrito, lo simplificamos como un “internet en 3D”, que es el enfoque de la industria tecnológica. Al margen de minucias en casos de uso o herramientas de acceso al mismo, un internet en 3D supone el mismo avance que significó pasar de ser lectores pasivos en la web 1 a ser creadores de contenidos en redes sociales o web 2.
Sin embargo, para que este internet en 3D sea realmente disruptivo y transformador, requiere de una economía digital nativa, que elimine los intermediarios en las transacciones de internet y asegure la gobernanza de datos de sus usuarios. Cómo se imaginarán, este elemento se resuelve con el uso de Blockchain y criptomonedas como una manera segura y confiable de realizar transacciones económicas en internet.
El metaverso como concepto, hace uso de diversas tecnologías asociadas a la animación digital que permite la creación de objetos que posteriormente pueden interactuar con un usuario (sí, tal cual cómo un videojuego) pero en un entorno mucho más accesible, idealmente desde los dispositivos que ya usamos cómo smartphone y computadores así como gafas de realidad virtual o herramientas de realidad aumentada.
Aún cuando parezca lejano, ya existen metaversos con cada vez más usuarios, especialmente aquellos metaversos descentralizados que se distinguen de la propuesta de Meta, principalmente, por la existencia de propiedad digital de espacios y objetos, respaldados en Blockchain en una economía cripto. Algunos de ellos son Decentraland, Somnium, Spatial o The Sandbox.
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En este punto podemos imaginar posibles escenarios de interacción y exploración, sin embargo, no queda muy claro el por qué estar allí. Bien, la respuesta es histórica: a mediados de los años 90 el mundo vio cómo inmensas cantidades de capital se volcaron a la financiación de lo que es el internet que conocemos y en consecuencia de las empresas que lo hicieron posible. Hoy, el metaverso parece un dejabú de aquella época, con distintos nombres, pero con números igual de asombrosos.
Sólo para el Q2 del 2022 se han invertido más de 120 Billones de dólares en la industria del metaverso, liderada por los grandes jugadores en tecnología del mundo; igualmente se espera que el 25% del revenue de empresas con presencia digital provenga del metaverso en los próximos 5 años, lo que significa una oportunidad inconmensurable.
Hemos apostado por permitir una transición rápida a estos espacios, eliminando las barreras de acceso económicas y técnicas para que nuestros usuarios puedan enfocarse en construir un modelo de negocio acorde con la nueva era del internet.
Así las cosas, sólo nos queda definir como región si queremos ser simples espectadores o queremos tener un rol protagónico en la construcción y consolidación de esta nueva etapa del internet. Nuestra ventaja competitiva es estar desde el inicio y decidir qué va a ser, cómo se va a ver y para qué se va a utilizar el metaverso.
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