«La metodología BIM es un conjunto de procesos y herramientas interrelacionadas e interdependientes, que se basan en la disponibilidad de modelos digitales del producto de construcción, integrables y capaces de hablar entre sí.»
Esta pregunta se la hacen los propietarios de medianas y pequeñas industrias, y ¿Cómo darles una explicación? Cuando escuche nombrar esta metodología, no tenía ni la menor idea a que nos estábamos enfrentando.
¿Cómo nace esta metodología?
El concepto de esta metodología ha sido explorado desde la década de los 1970s. En 1974, Charles Eastman 1 -y otros-, presentó su investigación “Esquema del Sistema de Descripción de Edificación (Building description System)” en donde sentaba las bases para lo que hoy llamamos BIM. Eastman no sólo consideró la posibilidad de manejar la data del proyecto utilizando métodos de computación, sino que además diseñó todo un ensamble de hardware y un sistema de definición geométrica que, eventualmente, fueron la chispa que dio inicio a lo que hoy conocemos como metodología BIM. En resumen, lo que hace esta metodología es automatizar todos los procesos repetitivos que se generan en un proyecto de construcción como:
- Levantamientos topográficos
- Generación de planos y detalles constructivos.
- Modelado en 3D.
- Cálculos estructurales, hidráulicos, energéticos, entre otros.
- Tabla de costos, presupuestos
- Planificación
- Documentación técnica
La expresión «Building Information Modeling» es sin duda la expresión más utilizada al día de hoy para explicitar el acrónimo «BIM». Por lo tanto, con Building Information Modeling nos referimos a un conjunto de procesos y herramientas interrelacionadas e interdependientes, que se basan en la disponibilidad de modelos digitales del producto de construcción, integrables y capaces de hablar entre sí.
Con el término Model, entendido como «prototipo», nos referimos más profundamente a la capacidad innovadora de un nuevo enfoque: en el mundo de la construcción se introduce formalmente el concepto de prototipo cuyo uso implica, como consecuencia inevitable, la materialización de diferentes maneras de trabajar y relacionarse por parte de los operadores del sector.
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Para la industria de la construcción se trata de una nueva forma de operar. Este modo constituye desde siempre la metodología de trabajar en cualquier sector productivo. De hecho, todos los sectores productivos (industria del automóvil, de la electrónica o de la moda, etc.) avanzan comprobando sus opciones de diseño utilizando prototipos de productos cada vez más refinados.
Con la llegada de BIM nace la posibilidad de poder disponer de un modelo virtual del edificio. Se ha podido así acercar el sector de la construcción a todos los demás sectores.
En el documento del ’74 se lee: «Muchos de los costos de diseño, realización y funcionamiento de las construcciones derivan por el hecho que se recurre a los dibujos para reportar anotaciones del edificio. Como alternativa, este documento propone un diseño de un sistema informático útil para almacenar y manipular la información del proyecto en un detalle que permite el diseño, la construcción y el análisis operativo. Un edificio se considera como la composición espacial de un conjunto de piezas. El sistema, denominado Sistema Descriptivo del Edificio (BDS) se caracteriza por:
- Ser un medio para facilitar la inserción gráfica de formas y elementos arbitrariamente complejos
- Ser un lenguaje gráfico interactivo para cambiar y configurar la disposición de los elementos
- Tener capacidades gráficas en formato papel para producir perspectiva o dibujos ortográficos de alta calidad
- Tener una función para la clasificación y la esquematización, para clasificar la base de datos para los atributos (tipo de material, proveedor o componer un conjunto de datos para el análisis).»
¡Se abrió así un nuevo escenario para la industria de la construcción! El desarrollo de software ha llevado a la disponibilidad real de modelos virtuales, cada vez más adaptados a las necesidades reales de la producción en la construcción.
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