La inclusión laboral es la capacidad de prosperar y contribuir plenamente en el trabajo en un entorno libre de discriminación”, describe la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Dicho de otro modo, es la capacidad de una organización de generar un espacio donde todas las personas que lo integran tengan las mismas oportunidades y derechos, sin importar su género, características, origen y cultura.
El contar con espacios laborales que abrazan la diversidad, con los años, se ha convertido en un importante valor corporativo para varias organizaciones en el mundo, incluyendo Chile. Además, con el tiempo se ha visto los beneficios que obtiene una organización que cuenta con este enfoque al momento de la contratación.
Por citar uno de muchos, el estudio Diversity Matters “América Latina 2020”, aplicado a 700 empresas de capital abierto de distintas industrias de LATAM, indica que el 63% de las personas que trabajan en organizaciones donde la diversidad es un valor claro, manifiesta sentirse feliz en su trabajo. Adicionalmente, las empresas percibidas como diversas tienen un 93% más de posibilidades de lograr resultados financieros superiores a sus pares dentro de la industria.
A pesar de lo anterior hay otra discriminación en el ámbito laboral que persiste, una llamada edadismo, definida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de la siguiente manera: “el edadismo surge cuando la edad se utiliza para categorizar y dividir a las personas por atributos que ocasionan daño, desventaja o injusticia, y menoscaban la solidaridad intergeneracional”.
Recientemente Iseak, un centro de investigación social de España, especializado en el diagnóstico de problemáticas sociales, realizó una técnica llamada “corresponding testing” que consistió en desarrollar más de 800 currículums idénticos en los que solo variaba la edad de los postulantes que, fueron enviados a más de 800 empresas en el rubro de administración de empresas, atención al cliente y ventas al detalle que estaban contratando a personal.
Este experimento concluyó una panorámica interesante: los trabajadores con mayor edad recibieron la mitad de invitaciones para una entrevista laboral que sus pares más jóvenes, a pesar que la experiencia laboral y habilidades de los dos segmentos eran idénticas y sólo variaba las edades de los postulantes.
El talento no tiene edad
El edadismo ha generado preocupación mundial, debido a todas las proyecciones indican que las personas están viviendo más, por ende, el ir integrando a personas mayores de 60 años es sin duda, uno de los desafíos que hoy tienen las organizaciones como un gran pendiente.
En Chile, el panorama es similar. Según un estudio sobre el Mercado laboral y personas mayores realizado por la Universidad del Desarrollo en 2018, la cantidad de adultos mayores activos creció de un 22,1% a un 35,3% entre 1990 y 2017. En tanto que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) estima que habrá casi 7 millones de personas mayores de 60 años en 2050 en Chile.
Aun cuando el edadismo es una realidad en muchas organizaciones en Chile, hay algunas que, visionando la importancia de generar equipos con diversidad de talentos, habilidades y conocimientos, dan un golpe a la cátedra.
Evaluar a una persona solo por su edad es caer en un estereotipo que le hace daño a ese individuo y también a la organización en sí. Y esto suele pasar mucho en nuestro rubro, que está relacionado con la tecnología donde muchos creen que solo pueden aportar quienes son de la generación millennial, y eso es absolutamente falso.
Cualquier tipo discriminación es dañina, y si nos enfocamos en tema de edades, hay que ver más allá, una persona con mayor edad es realmente una oportunidad de conocimiento que aportará a un equipo. En vez de verlo como un inconveniente, hay que verlo como algo a favor de la empresa. Ahora, hay que señalar que las personas con menor edad también padecen de esta discriminación porque no las contratan por no tener suficiente experiencia laboral.
Beneficios de contar con equipos multigeneracionales
De acuerdo a diversos estudios estas son las principales ventajas de contar con equipos con diversidad en edades:
Estabilidad: Estudios han evidenciado que en las empresas en las que integran a personas mayores, la rotación tiende a disminuir tanto en ellos como en los más jóvenes.
Más innovación y producción: Se ha visto que los equipos con personas de distintas edades tienden a ser más creativos, lo que a la vez, tiene un impacto positivo en los resultados y en la producción.
Menos estereotipos: También se ha visto que el contar con un equipo más diversos contribuye a la desconstrucción de pensamientos sesgados así como también los prejuicios, situando el talento como un concepto que no tiene edad ni género, lo que a la vez contribuye a mejorar el clima laboral y la sensación de igualdad de oportunidades entre quienes la integran.