«La cultura organizacional es lo que hace o deshace una empresa cuando se encuentra frente a una crisis. Se trata de lo que usted y sus colegas piensan, dicen y las acciones que realizan cuando trabajan juntos.»
A raíz de la Covid-19, la principal preocupación de las organizaciones fue continuar con la operación por lo que introducir modelos comerciales ágiles que permitieran llegar a los usuarios con soluciones soportadas en las tecnologías, fue el foco principal dejando de lado a la persona, algo contradictorio considerando que fue esta la afectada por la pandemia. ¿Cómo toca esto a las organizaciones? Más allá de reducir los gastos de planilla y planes de retiro, todo lo que realmente tenemos es nuestro carácter, a nivel individual y organizacional. El carácter de las organizaciones se está definiendo en este momento de crisis y es más importante que nunca proteger la cultura organizacional.
¿Qué es la cultura organizacional?
En alguna etapa de su vida se habrá sentido sin rumbo, sin las cosas claras, carente de personalidad hasta dejarse llevar. De igual manera les pasa a las organizaciones, cuando no tienen claridad de lo que son, no tienen definida su cultura o la descuidan. La cultura organizacional es lo que hace o deshace una empresa cuando se encuentra frente a una crisis. Se trata de lo que usted y sus colegas piensan, dicen y las acciones que realizan cuando trabajan juntos.
Son las reglas escritas y no escritas; los procesos clave que sigue su organización y guía a los empleados hacia lo que deben hacer; es inconsciente, dinámica y relativa; no es buena ni mala; la cultura es sólo relativamente «buena o mala» en función de la medida en que ayuda a su empresa a alcanzar sus objetivos. En última instancia, la cultura es para las organizaciones como las personalidades para las personas.
¿Cómo puede afectar la crisis la cultura?
La premura en la implementación del trabajo remoto y los servicios de recorte rompieron abruptamente con los procesos y las formas de relacionarnos entre los miembros de una organización. Si consideramos que la cultura del lugar de trabajo es inherentemente una construcción social, se necesitan varias personas para establecer normas, prácticas y comportamientos en torno al concepto de «cómo hacemos las cosas por aquí».
Solo el 23% de los empleados de EE. UU. Están totalmente de acuerdo en que pueden aplicar los valores de su organización en su trabajo todos los días.
Si las organizaciones no muestran especial preocupación por mantener viva su cultura, a través de estrategias que favorezcan la interacción y socialización de sus miembros, existe un riesgo para la moral de la fuerza laboral y el olvido sobre “qué está permitido y con qué me identifico”. Según la empresa de encuestas y estudios Gallup, las empresas con trabajadores desconectados sufren un 16% menos de rentabilidad, un 18% menos de productividad y un 37% menos de crecimiento del empleo.
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¿Cómo fortalecer la Cultura en medio de una Crisis?
Piense en las personas como personas y comprenda todos los aspectos, desde el financiero hasta el bienestar laboral y emocional. Veamos a continuación cómo podemos fortalecer la cultura organizacional colocando al centro a la persona:
- Comunicación: que gire en torno a lo que somos y no a la crisis. Que sientan confianza y transparencia en el mensaje. Háblales con la verdad e involúcrelos.
- Rediseñe las inducciones: que los nuevos colaboradores vivan la cultura a través de visitas virtuales a los equipos.
- Gestión del conocimiento: espacios que permitan compartir el “Qué me funciona y qué no” reduciendo la curva de aprendizaje en estos tiempos tan ágiles. Implemente una red social de aprendizaje que permita compartir información individual y por equipos.
- Reconocimiento: reconozca y recompense al equipo “ideal” y a los colaboradores por vivir los valores. Influencia de empleados clave, identifíquelos y promuévalos. Implemente “badges” o insignias digitales.
- Conexión social: estrategias lúdicas para la creación de equipos, noches de juegos virtuales y mañanas de café para mantener el “ambiente” cálido y cercano.
- Empatía: preocuparse por las personas como seres humanos. Controle las necesidades de sus colaboradores. Involucre a las familias.
- Promueva la integridad: gamifique el Código de ética. Hágalo amigable y divertido.
- Capacitación: breve, fácil de usar, interactiva, divertida, personalizada y social. Objetivos claros, que coincidan con los intereses de los participantes y priorice las competencias básicas.
- Crea en el proceso: si usted no está convencido, nadie lo hará. Cree un entorno seguro para aprender de los éxitos y fracasos.
- Externalice: presente a la sociedad sus logros con relación a estas acciones. Haga que sus colaboradores se sientan orgullosos.
Finalmente, lo único seguro en esta vida es lo incierto del futuro. Prepárese para lo incierto con la mejor fuerza que tiene, su gente.
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