Durante los últimos meses de 2019, uno de los temas de discusión en conversaciones informales era si el comienzo de la siguiente década sería en el 2020 o en el 2021. Algunas personas muy radicales en su decisión, argumentaban que los números empiezan de cero en adelante, mientras que otros afirmaban que las decenas o centenas terminan en cero para comenzar la siguiente tanda.
Lo que muy pocos veían venir, era una pandemia, que en nuestro hemisferio comenzó a finales del primer trimestre del 2020 y que prácticamente dejó el resto del año con muy poco movimiento o ritmo en las actividades de las empresas y personas.
Casi que de manera inmediata, la mayoría de empresas multinacionales, pymes, start ups, entre otras, comenzaron a tomar decisiones y asumir el reto de enfrentar un año completamente atípico, prácticamente arriesgándolo todo para sobrevivir.
Cinco años atrás…
Osigu, una empresa que ha levantado más de usd $10M de inversión proveniente de diferentes fondos de US, EU y Latam, con presencia en España y Latinoamérica, empezaba a crear a mediados del 2015, el camino para consolidar una insurtech o healthtech enfocada en construir un ecosistema digital para el sector salud, donde el objetivo principal consiste en hacer eficientes los trámites de autorizaciones médicas para poder prestar un servicio adecuado y brindar una buena experiencia al usuario.
Para poner en contexto, es similar a lo que hacía un terminal de pagos manual para una tarjeta de crédito hace más de 30 años. El establecimiento comercial debía comunicarse vía telefónica con el banco, para verificar los fondos y de acuerdo a la respuesta, la transacción sería autorizada o denegada. Eso mismo creamos de manera digital, para que las aseguradoras en salud puedan validar y aprobar las autorizaciones médicas, tan pronto concluye la consulta médica entre el profesional de la salud y el paciente.
Este es un punto que le produce varios dolores de cabeza tanto a las aseguradoras como a los pacientes, hoy en día es un proceso manual que toma días o incluso semanas, y es propenso a cualquier tipo de error humano, fraude, reprocesos, entre otros.
Tenemos portafolio de servicios para las aseguradoras en salud
La expansión no se hizo esperar, así que prácticamente al año y medio de haber realizado los primeros pasos se dio el salto a México y Colombia con el fin de tocar puertas, exponer la solución como una herramienta eficiente que reduciría los costos operativos y traería mayor control a toda la actividad que está llevando a cabo en los procesos de cualquier aseguradora. En la región, por más parecida que sea la cultura y el idioma, la regulación y los procesos que se ejecutan en la industria podrían ser diferentes en algunos países, tanto así que mientras se llegaba a un acuerdo se abrían diferentes oportunidades de negocio en países como República Dominicana, Ecuador y atreverse a dar un salto importante al mercado de salud en España presentando su portafolio.
El tiempo fue transcurriendo y diferentes servicios se iban posicionando en el portafolio de Osigu, el Motor de Autorizaciones se encarga de reemplazar las validaciones manuales para hacerlas digitalmente, utilizando biometría para verificar la identidad del usuario, elegibilidad y coberturas del plan, protocolos médicos, reglas de negocio y antifraude.
El Procesador de Reclamos reemplaza las auditorías y consolidaciones manuales que se realizan en el proceso tradicional, garantizando así, la correcta dispensación de productos o servicios, validar precios y descuentos pactados entre aseguradores, prestador médico y farmacias, control y gestión de liquidaciones y consolidaciones entre aseguradora y prestador de salud. Reportes diarios, por ciclos de pago y centralización de pagos a prestadores de salud.
La combinación y relación entre el motor de autorizaciones y el procesador de reclamos obtiene como resultado un ecosistema totalmente digital e interoperable.
El EHR o Record Electrónico en Salud mantiene un registro médico estandarizado de pacientes y médicos, el cual permite registrar las consultas médicas en un solo lugar y recetar de manera digital.
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En medio de la pandemia
Cerca de empezar el quinto año de operación se presenta un asunto complejo, solo que esta vez es producto de factores totalmente externos y absolutamente todos estamos involucrados en esta coyuntura, sin importar industria, país o religión. Los planes establecidos a comienzo de año toman nueva forma, las decisiones deben tomarse en tiempo reducido y se debe arriesgar en un gran volumen la forma en que se ejecutaría todo a partir de ese momento.
Ciertas prioridades cambian, las negociaciones se ralentizan e incluso abrimos un nuevo país por fortuna y esta vez lejos del continente. Osigu ingresaba al ecosistema de salud en España, siendo homologado por los entes reguladores para poder ofrecer el portafolio de servicios, específicamente la receta electrónica privada que estaría dirigida a los profesionales de salud y empresas de telemedicina. Se convirtió en un as bajo la manga en medio de la tempestad.
La industria se alcanza a ver algo saturada y en necesidad de ser más eficiente, de pronto se adelantó la transformación digital y los participantes cayeron en cuenta de la necesidad para hacer uso de este tipo de herramientas, buscar la manera de cumplir sus objetivos y prestar la mejor atención donde el volumen de atención incrementa debido a la pandemia.
Casi un año después de empezar el confinamiento en latinoamérica, podemos decir que se sorteó de manera adecuada el rumbo que cambió de dirección de manera inesperada, pasamos de tener presencia en cuatro países a seis y el aporte al sector salud hasta ahora comienza. Esperamos ver el beneficio reflejado con el pasar de los meses para los aseguradores, los prestadores del servicio y el usuario quien debe recibir la mejor atención posible sin largas esperas. De manera que ahora sí empezó la década y las herramientas están sobre la mesa para tener un sector salud en latinoamérica más eficiente, interoperable y al alcance de todos.