Las MiPymes son el motor de la economía, según un informe de Asobancaria del año 2018, representan cerca del 96% de las compañías formalmente constituidas en Colombia, generan aproximadamente el 40% del PIB y el 81% de los empleos formales del país, por lo que su desempeño y sostenibilidad en el tiempo son sumamente claves para garantizar la estabilidad y el crecimiento económico de nuestro país. Y aquí está el reto, según el mismo informe, la probabilidad de fracaso de las Mipymes en los primeros 5 años de existencia asciende a 60% aproximadamente, esto quiere decir que por cada 10 empresas que se crean, 6 terminan cerrando después del quinto año, muy superior a países como Argentina o Brasil, que no superan el 50%.
Ahora bien, ¿qué factores son importantes para determinar la supervivencia de las Mipymes?, lo primero es entender que las pymes se ven afectadas por factores internos propios de su estructura y operación, y a factores externos en la incidencia directa de proveedores, clientes y competidores, y a nivel general los cambios políticos, sociales, culturales, legales y económicos de nuestro país y del mundo. Unas de las principales limitaciones de las MiPymes para afrontar dichos factores son:
Desde lo interno, la carga operativa que consume su tiempo disponible y en la falta de educación financiera de sus administradores y propietarios que les impide construir y formular planes de negocios y estrategias que fortalezcan su situación financiera, incluso muchas empresas se obsesionan por la vanidad del crecimiento, desconociendo el impacto que esto puede tener en su salud financiera, y cuando se dan cuenta de esto, ya es muy tarde y requiere un plan de choque que muchas veces no saben enfrentar o se rinden al no encontrar apoyo.
Hacia lo externo, es la capacidad operativa limitada para monitorear el mercado, los clientes, proveedores y la competencia, que conlleva a las empresas a crear estrategias de bajo impacto, cuando la finalidad siempre debe ser implementar acciones que maximicen el EBITDA y/o optimicen el capital de trabajo, dando como resultado final la generación de flujo de caja “el santo grial de las empresas”. Cuando las empresas entienden esto y saben cómo controlar y gestionar su caja, estarán mejor preparadas para afrontar cualquier situación del entorno exterior que no pueden controlar, como la que hemos vivido en los últimos meses por la emergencia sanitaria Covid-19.
La realidad es una sola, las MiPymes requieren de un acompañamiento en su estrategia financiera y esto no quiere decir que ya lo tienen con su contador o revisoría fiscal (si es exigida por ley), o que es su responsabilidad, ya que en la mayoría de los casos son externos a la organización, mal remunerados y con el tiempo y alcance limitado. Adicionalmente ellos siempre van a necesitar un apoyo desde la dirección para establecer lineamientos y garantizar que el equipo administrativo, operativo y comercial cumpla las políticas contables y financieras, y las recomendaciones de revisoría fiscal, para asegurar la integridad en la información, porque sin esto, no hay finanzas que controlar.
Outsourcing financiero, un nuevo concepto de acompañamiento para las Mipymes.
El outsourcing financiero, nace como una oportunidad de acompañamiento constante a la gestión y estrategia de las compañías, haciendo uso de la planeación y disciplina financiera, cambiando así el esquema tradicional de consultoría. Hoy sabemos que muchas Mipymes no tienen los recursos para acceder a la contratación de un Gerente/Director/Jefe financiero, pero si pueden acceder a un esquema más liviano sin recurrir a una vinculación directa.
Este modelo se enfoca en llevar a la compañía hacia una cultura financiera sana y responsable, que evalué la gestión pasada, presente y futura, y acompañar a la dirección en la consolidación de un sólido plan estratégico del negocio, diseñado y direccionado a optimizar y controlar las variables financieras, como es el EBITDA, el capital de trabajo, el endeudamiento y la inversión en activos fijos, que conlleve a un crecimiento en el flujo de caja de la compañía, columna vertebral para garantizar la supervivencia y sostenibilidad de las Mipymes.
¿Cuáles son los servicios de un outsourcing financiero?, entre otros:
- Monitoreo a la salud financiera.
- Planeación financiera a corto, mediano y largo plazo.
- Presentación de información relevante a bancos, socios y potenciales inversionistas.
- Valoración actualizada de la compañía.
- Evaluación financiera de proyectos de inversión y planes estratégicos del negocio.
- Gestión de Costos y Precios.
- Revisión y acompañamiento en procesos internos.
Sin cultura financiera no hay finanzas. Las finanzas no son únicamente para los directivos.
Esto parte del hecho de que por más de que una empresa necesite y quiera tener un acompañamiento financiero, si no existe la conciencia, ni el entrenamiento en cultura financiera a la dirección y al equipo administrativo, operativo y comercial, empezando desde la construcción de una información contable veraz y oportuna, la implementación correcta de un sistema de costos, y el entendimiento y seguimiento a las variables financieras que se ven afectadas por las decisiones que se toman a diario, no habrá resultados tangibles, seguiría la empresa un camino sin rumbo financiero y cada vez más expuesta a los riesgos asociados a los choques internos y externos.
La clave está en la disciplina, el método y la organización.
La experticia financiera es una más de las competencias duras que deben tener las compañías para afrontar los nuevos retos, pero sin método, orden y disciplina es impensable recorrer un camino que va a implicar el esfuerzo y dedicación de todos los integrantes del equipo.
“El éxito no se logra sólo con cualidades especiales. Es sobre todo un trabajo de constancia, de método y de organización” J.P. Sergent
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