“Hoy los FICs, solo en el sector fiduciario, representan más de $45.6 billones en activos administrados y son un vehículo efectivo de ahorro, inversión y gestión eficiente de la tesorería ajustados a las diferentes expectativas de los clientes. “
Los Fondos de Inversión Colectiva “FICs”, son un mecanismo de ahorro e inversión administrado por Sociedades Fiduciarias, Comisionistas de Bolsa y Sociedades administradoras de Inversión vigiladas y autorizadas por la Superintendencia Financiera de Colombia para invertir los recursos aportados por un número plural de inversionistas (personas naturales y jurídicas), en un portafolio diversificado de activos financieros y no financieros.
Existen diferentes tipos de FICs, que se ajustan a las necesidades y perfil de riesgo de cada inversionista.
- Abiertos: Fondos donde el inversionista dispone de sus recursos en cualquier momento, están a la vista y no tienen ninguna restricción para su retiro.
- Cerrados: Fondos que contemplan un plazo fijo de permanencia y el ahorrador solo puede disponer de sus recursos al final de dicho plazo, éste puede variar entre 30, 60, 180 días, 1 año o más dependiendo del tipo de activo en que invierta el Fondo (Inmuebles, bonos, CDTs, Acciones, empresas, etc.). Se pueden efectuar redenciones anticipadas mediante el pago de una penalización establecida en el reglamento del Fondo.
Así mismo, estos Fondos se adaptan al perfil o tolerancia al riesgo del inversionista:
- Conservador: Objetivo, preservación del capital y rendimientos estables.
- Moderado: Balance entre rendimientos y apreciación del capital, resultantes de la fluctuación de los precios de los activos.
- Agresivo: Mayor apreciación de su inversión, admite amplio nivel de riesgo.
Son múltiples las ventajas que se tienen al invertir en un Fondo de Inversión Colectiva:
- Liquidez o disponibilidad de los recursos: Dependiendo del tipo de Fondo, el inversionista puede retirar sus recursos en el momento que los necesite (Fondos abiertos), o en los plazos establecidos en el reglamento (Fondos cerrados o Fondos abiertos con pacto de permanencia).
- Eficiencia en la relación riesgo/retorno: La inversión en diferentes activos definidos en sus reglamentos permite que se minimice el riesgo total del portafolio y se generen rentabilidades para los inversionistas.
- Poder de Negociación: Puede tener mayores y mejores oportunidades en el acceso al mercado de valores, que las que podría tener una persona actuando de manera individual.
- Diversificación del Riesgo: Al invertir profesionalmente los recursos de los aportantes en diferentes tipos de activos hace que el riesgo se asuma de manera colectiva.
- Disponibilidad y oportunidad de la Información: La ley le exige a las entidades administradoras, mantener informado al público inversionista a través de sus páginas web, sobre el funcionamiento de los FICS: reglamento, prospecto, ficha técnica, calificaciones de riesgo, rentabilidades, composición del portafolio etc. Así mismo, la Sociedad Administradora presenta a los inversionistas, por lo menos dos veces al año, un informe de rendición de cuentas el cual contiene un resumen de las principales cifras y hechos económicos que hayan afectado el desempeño del fondo.
La Superintendencia Financiera de Colombia ejerce una estricta vigilancia sobre el cumplimiento de estas obligaciones.
- Profesionales Certificados: La gestión de los portafolios en que invierten los FICs, es desarrollada por equipos profesionales altamente experimentados, calificados y certificados en cada especialidad por un organismo Autoregulador del Mercado de Valores AMV, lo cual les permite diseñar e implementar estrategias orientadas a la optimización de los resultados en beneficio de los aportantes.
- Bajos montos de inversión: Por ser vehículos de inversión dirigidos al público en general, los FICs permiten inversiones iniciales mínimas por montos que van desde los $100.000.
- Fácil acceso: Cualquier persona natural o jurídica puede acceder fácilmente a las entidades para convertirse en inversionista en un Fondo de Inversión Colectiva “FIC”
- Gestión del riesgo: Las sociedades administradoras deben contar con un robusto ambiente de control que permita gestionar los riesgos financieros y no financieros de cara a mantener permenente información con destino a los clientes y a la alta dirección.