Un CFD o Contrato por Diferencia (Contracts for Difference), es un instrumento financiero cuyo precio se basa en la diferencia entre el precio de entrada y el precio de salida de un activo subyacente. En pocas palabras, un CFD refleja los estados de valor de un activo tanto en los inicios y términos de una jornada. Estos instrumentos están siendo muy utilizados en el mercado de las criptomonedas y especialmente en el trading de Bitcoin por la flexibilidad y posibilidades que ofrecen a la hora de invertir.
Hacer trading de la manera convencional significa que se esta comprando y vendiendo, se pierde o se gana pero de igual forma se conserva un activo, pero con CFD no es el caso. Gracias a esta características, los traders tienen la oportunidad de operar con diferentes tipos de activos sin poseerlos. Por ejemplo, al comprar un CFD sobre una acción, no eres el propietario de la acción, tienes un contrato con un bróker.
El comercio de CFD es básicamente una apuesta sobre los precios del activo. Si la predicción es correcta, se obtiene una ganancia, pero si la predicción es incorrecta, se perderá toda la inversión y no quedara ningún activo al final del día.
Los Contratos por Diferencia son una buena alternativa para los inversores que quieran hacer trading y no cuenten con un gran capital para invertir. Un ejemplo de esto es BitIQ, un robot de trading que le permite a los usuarios comercializar con diferentes tipos de criptomonedas por medio de CFDs y con un deposito inicial bajo en comparación al promedio.
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Una de las ventajas de los CFD es crear posiciones cortas o apostar a la baja, esto quiere decir que se puede invertir en un activo de forma inversa, apostando a que el precio de éste bajará y ganar dinero incluso cuando los mercados caen. Teniendo en cuanta la alta volatiidad de las criptomonedas y sobre todo del Bitcoin, esto es una gran oportunidad para los inversionistas bien informados.
Una característica interesante de los CDF es el apalancamiento, esto va a permitir a los inversionistas invertir cantidades mayores de las que realmente tienen. El apalancamiento en los CFD permite multiplicar la exposición y los beneficios; pero también se trata de un arma de doble filo con mayores riesgos para el trader.
La ventaja del apalancamiento es la exposición a los mercados, exigiendo al inversor que aporte únicamente un pequeño margen del valor total de la operación. Así permiten a los inversores aprovecharse de la evolución de los precios al alza, asumiendo posiciones largas(orden de venta), o asumiendo posiciones cortas(orden de compra) de los activos subyacentes.
Cuando el contrato se cierra, el inversor cobrará la diferencia entre el valor de cierre y el de apertura del CFD de los activos subyacentes. Si la diferencia es positiva, el proveedor del CFD le pagará. Si la diferencia es negativa, usted deberá pagar al proveedor del CFD. Esta situación es la que muchas veces lleva a que los inversores que desconocen cómo se manejan estas herramientas a que tengan grandes pérdidas.
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