«Los gerentes que están dispuestos a quemar sus naves tienen una mentalidad diferente. Combinan una visión gerencial del negocio con una potente mentalidad emprendedora.»
Al mejor estilo de Alejandro Magno en la costa fenicia, cuando lo triplicaban los enemigos le gritó a su ejército: “he decidió volver a casa… ¡con los barcos de los enemigos!” Al llegar a la costa decidió hundir todas sus naves. Ahora se trataba de vencer o vencer. No había otra opción.
Muchos gerentes deciden quedarse en la zona cómoda de su nave y peor aún, hay otros que nunca se atreven a salir del puerto. Los gerentes con mentalidad emprendedora disfrutan del mar abierto, saben que el reto no está en tener el mejor barco, sino un mejor destino. Y lo más importante de todo, no les da miedo tomar decisiones, creen en sus proyectos y están dispuestos a quemar sus naves.
Es entendible que quedarse en la zona segura es seductor para muchas personas, se escudan en excusas como “siempre lo hemos hecho así” ¿Te suena familiar? Los gerentes que viven en su zona de confort, dedican gran parte de su día a realizar tareas monótonas y repetitivas, mientras disfrutan de culpar al gobierno, competidores y clientes del pobre desempeño de sus estrategias. Estos gerentes “cómodos” viven entre el corto plazo y la urgencia, lo que termina nublando el crecimiento de su empresa.
Le puede interesar: La Mejor Estrategia es Centrarse en lo Realmente Importante
Mientras que los gerentes que están dispuestos a quemar sus naves tienen una mentalidad diferente. Combinan una visión gerencial del negocio con una potente mentalidad emprendedora. La visión general se construye a partir de técnicas y herramientas que ayudan a tener ver de forma panorámica el negocio que se desarrolla. La mentalidad emprendedora se construye a partir de la creación de hábitos.
La creación de los hábitos requiere 3 aspectos clave: objetivos claros, motivación constante y aceptación de las restricciones. Entre más poderosos, claros y visibles sean los objetivos, mayor será la motivación. Entre más motivado estés menos te costará cumplir con las restricciones. Esta regla se aplica directamente en el mundo de los negocios. Proyectos con impactos gigantes, requieren inversiones grandes y riesgos altos. Es imposible culminar con éxito sin la visión gerencial y motivación que nos impulsa a superar las restricciones que estos proyectos plantean.
Otra característica clave de los gerentes que están dispuestos a quemar sus naves es que trabajan en función de cuatro tipos de personas. La primera persona es el Ángel. Los ángeles son super personas que hacen volar nuestra empresa. Nos ayudan a conseguir recursos financieros, intelectuales y relacionales. La segunda persona es el líder. Los líderes conocen y comparten la filosofía y estrategia de tu empresa y te ayudan a “colonizar” nuevos mercados. La tercera persona son tus empleados. Ellos tienen que conocer perfectamente el rol que desempeñan dentro de la estrategia de tu empresa y deben ser conscientes del impacto que generan. Recuerda que sin ellos tu empresa no existe.
Me guardé lo mejor para el final: el enemigo. Tienes (obligatorio) que saber quién es el enemigo de tu negocio. El enemigo es el obstáculo que se interpone entre la situación actual de tu cliente y su estado ideal. Cuando tienes perfectamente claro quién es el enemigo de tu negocio, empiezas a ver a tus competidores de una forma diferente y empiezas a reflexionar sobre la forma cómo crear, implementar y escalas las estrategias de tu empresa.
Lea también: ¿Cómo Manejar la Incertidumbre desde el Liderazgo?