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En estos días existe un alto grado de expectativa en el país, por la aprobación final del decreto que incluye la “modalidad de exportación dentro de la licencia de cultivo de Cannabis”, permitiendo a las empresas poder exportar “flor seca” con fines medicinales desde Colombia, con esta medida el gobierno espera dinamizar el sector y generar flujo de caja en el corto tiempo, participando de una parte del mercado mundial, al igual que lo están realizando otros países en América Latina como Uruguay.
En Colombia existen a la fecha más de 700 licencias aprobadas para cultivo de cannabis no psicoactivo, psicoactivo y fabricación de derivados, han ingresado de más de 450 millones de USD de inversión directa a empresas creadas en el país en los últimos 4 años, algunas de ellas inclusive están listadas en la bolsa de valores TSX Venture Exchange en Canadá https://www.tsx.com/ y otras en la Nasdaq de USA https://www.nasdaq.com/, lamentablemente una gran mayoría de estas compañías han visto cómo sus acciones perdieron hasta un 80% de su valor en bolsa entre 2019 y 2020, ante la imposibilidad de cumplir los cronogramas de producción, ventas y rentabilidad, este fenómeno incluyo empresas líderes de cannabis a nivel.
Entendido este contexto, creo que permitir la exportación de flor seca de cannabis es una posibilidad de negocio interesante, dentro de la parte inicial del proceso productivo antes de su transformación, eso sí cumpliendo con las exigencias de certificación de buenas prácticas agrícolas y de recolección (Gacp), para tener un diferenciador adicional al precio; Sin embargo es importante mencionar que esta modificación de la normatividad, debe venir acompañada de la reglamentación y los recursos para que el INVIMA y el ICA puedan acelerar de las autorizaciones para el desarrollo, registro, comercialización y exportación de productos con ALTO VALOR AGREGADO como fórmulas magistrales, productos farmacéuticos, nutraceúticos, cosméticos, alimentos, bebidas, productos veterinarios, y que el país pueda ofrecer un portafolio competitivo MADE IN COLOMBIA, estimulando la generación y registro de patentes nacionales, con el objetivo de poder participar en todos los frentes de este mercado y evitar repetir la historia de Colombia con otros productos agrícolas como el café, el cacao, el algodón; sería una dolorosa y costosa ironía que los colombianos teniendo las condiciones geográficas naturales para la producción sostenible de materia prima y la capacidad para desarrollar producto final, terminemos convirtiéndonos en importadores de Cannabis Medicinal.
El desarrollo de este sector económico , está fundamentado en la inversión en I+D , la integración de empresa , academia y sector médico, para la generación de conocimiento científico, tenemos el talento humano , las universidades de alto nivel, la cultura empresarial y de emprendimiento, la infraestructura que soporta a las diferentes industrias, incluyendo las que se encuentran instaladas dentro de nuestras Zonas Francas, espacios que facilitan la integración de los diferentes clúster y que fueron creadas para estimular e incentivar las exportaciones, en la búsqueda de poder equilibrar la balanza comercial del país.
Esta época del COVID 19 nos obligó a todos a replantear procesos , romper paradigmas y cambiar estrategias en la búsqueda de superar la crisis, podemos ver sectores que han crecido exponencialmente como las comunicaciones, el comercio electrónico , servicios logísticos a domicilio, sector mascotas, la medicina, con el su nuevo modelo “telemedicina” que nos está permitiendo generar y exportar salud, incluyendo la prescripción médica del Cannabis medicinal en forma de Farmacia Magistral para infinidad de patologías tales como Enfermedad de Alzheimer, Esclerosis lateral amiotrófica (ELA) , Epilepsia refractiva y convulsiones, Esclerosis múltiple, tratamiento para el dolor remplazando los opioides y otras enfermedades hoy más recurrentes como los trastornos del sueño, el manejo de la ansiedad y el stress.
La Invitación es ampliar nuestra visión, dejar los intereses particulares, pensar en grande y actuar en consecuencia para cambiar un fenómeno que fue calificado negativo por muchos años a un “Océano Azul” de Oportunidades; los que tenemos la fortuna de participar en este proceso también tenemos la obligación de liderar el cambio y lo estamos logrando al generar empleo formal en el campo para mejorar la calidad de vida de nuestros campesinos, desarrollando una agricultura sostenible con responsabilidad social, fortaleciendo la integración de la cadena de valor, desarrollando productos innovadores dentro de una economía circular, estas actividades o procesos requieren necesariamente del apalancamiento de colombianos con formación en todos los niveles educativos, desde técnicos y profesionales agrícolas, profesionales en química y medicina , Docentes , profesionales de diseño, mercadeo, comercio exterior, investigadores científicos, personal especializado con maestrías y doctorados entre otros.
Aprovechar integralmente el desarrollo del cannabis Medicinal, es un reto que podemos y debemos alcanzar, para exportar salud y bienestar de Colombia para el mundo.
«Aliados para construir y crecer fortalecidos»