«Desde que se declaró la emergencia sanitaria, portales como Google, Bing o Yahoo han detectado un incremento de las búsquedas relacionadas con la educación online.»
Antes del estallido de la crisis sanitaria, la formación online ya era una opción muy consolidada para todos aquellos que no podían compatibilizar sus estudios con sus compromisos profesionales. Según diferentes fuentes consultadas, la educación online ha crecido un 900% en el mundo desde el año 2000. Ha sido después de analizar los datos de los comportamientos del consumo durante los confinamientos en América Latina, cuando se ha visto que mucha gente ha aprovechado esta etapa para formarse y adquirir conocimientos para impulsar su carrera laboral dentro de su empresa o de encontrar otro trabajo cuando todo haya pasado.
Esta nueva cultura del estudio por parte de ciudadanos que no estaban habituados en la formación online ha venido para quedarse. Estas personas se han dado cuenta de las ventajas de estudiar a distancia. La flexibilidad es el factor más valorado por todos aquellos que deciden optar por este tipo de modalidades de estudios. Se les permite compatibilizar los tiempos de ocio, familiares y profesionales con la mejora formativa.
Desde que se declaró la emergencia sanitaria, portales como Google, Bing o Yahoo han detectado un incremento de las búsquedas relacionadas con la educación online. Este crecimiento ha ido acompañado de la multiplicación en la oferta formativa por parte de escuelas y universidades que han adoptado gran parte de sus materiales destinados a ser impartidos de manera presencial al interactivo. Esta adaptación ha traído consigo que muchos centros hayan invertido en mejoras tecnológicas que les permita ofrecer al alumno una buena experiencia de estudio a distancia.
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Con esta nueva realidad se abre un abanico muy grande de oportunidades de negocio para satisfacer la alta demanda de contenido formativo a distancia. Desde empresas generadoras de contenidos hasta empresas audiovisuales especializadas en la grabación y emisión de clases y tutorías en streaming.
A nivel académico, esta revolución tecnológica permitirá a todos aquellos centros que todavía ofrecían formación analógica, llegar a más alumnos y ampliar sus fronteras. Actualmente, con una buena infraestructura tecnológica, cualquier centro de formación puede internacionalizarse gracias a las decenas de plataformas y proveedores que permiten captar alumnos en cualquier país. Este cruce de nacionalidades permite generar más y mejores sinergias entre los alumnos ampliando su visión globalizada del mundo.
La democratización de la formación traerá consigo miles de ventajas tangibles e intangibles en las que los principales beneficiarios serán los alumnos. Las mejoras tecnológicas, las nuevas necesidades y realidades sociales así como la ampliación del target por parte de los centros de formación traerá consigo una multiplicación en la oferta formativa donde primará la especialización de los estudios y, por tanto, seremos una sociedad mucho mejor preparada para afrontar la nueva realidad.
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